Avilés teje en rosa contra Trump

Noelia Rodríguez AVILÉS

AVILÉS

Avilesinos confeccionan los «pussy hats» que se han convertido en un símbolo contra las actuaciones machistas del nuevo presidente de Estados Unidos

22 feb 2017 . Actualizado a las 19:46 h.

La actriz Cate Blanchett y Esperanza tienen varias cosas en común. Ambas tejen gorros, aunque Esperanza se estrenaba hoy en esta tarea, y no soportan las actuaciones machistas del nuevo presidente de los Estados Unidos. Dos mujeres diferentes y que en el fondo tienen cosas en común. Esperanza es uno de las avilesinos que se ha sumado a la iniciativa que semanas atrás surgió al otro lado del Atlántico para convertir las marchas de mujeres contra Donald Trump en una marea rosa de gorros de lana, los conocidos como pussy hats. En Avilés la idea ha llegado un poco más tarde y con el objetivo de mostrar una unidad a pesar de la distancia de miles de kilómetros y de sumarse a la condena a la visión de las mujeres que tiene el nuevo inquilino de la Casa Blanca y de las conductas machistas en general. Casi una veintena de personas se reunieron en la ciudad asturiana para tejer durante un rato pussy hats y hablar del trasfondo del asunto. Blanchett y miles de mujeres estadounidenses lucieron sus creaciones durante las Women´s March. Los avilesinos llevarán sus gorros de lana rosa durante los actos de conmemoración del Día de la Mujer, que comienzan el 4 de marzo con la Carrera por la Igualdad.

Entre las tejedoras que se han dado cita este miércoles había alguna persona con experiencia, pero muchos para los que ésta era su primera vez con unas agujas de tejer en la mano, lo que suponía un reto por partida doble. Es el caso de Alejandro Pazos, quien ya había colaborado con otras iniciativas en contra del machismo. «Me parecía una convocatoria interesante», comenta y añade que «nunca había aprendido a tejer». Lo hizo acompañado por otras personas que sí tenían experiencia y se les notaba por la velocidad que tenían en las manos a la hora de ir haciendo los puntos que conformarían su pussy hat. Eran los que guiaban a los menos experimentados sobre cómo coger las agujas o cuantos puntos hacer para conseguir la talla perfecta. Atendiendo a las explicaciones estaba Jasón Perdura, quien destacaba que la iniciativa de Avilés «es maravillosa, es bueno que se vea un movimiento de todas unidas». En su caso era el segundo intento por dominar las agujas. «Hice una bufanda porque decían que relajaba y con lo que me deshacía mi madre acabe estresándome más», comentaba.

La propia concejal de la Mujer y Juventud de Avilés, Raquel Ruiz, era de las que también se estrenaba con las agujas y destacaba la importancia de que mujeres diferentes y hombres se unan con el objetivo común de luchar contra el machismo. De hecho en la quedada tejedora había chicos y chicas y mujeres de un amplio abanico de edades. «Es una experiencia curiosa y está bien que sea intergeneracional», indicaba Bea Rasines, una de las que llegaba al encuentro con su propio gorro de lana y dispuesta a hacer alguno más.

Respuesta mundial al grab them from the pussy

La idea de convertir algo tan inofensivo como unos gorros de lana de color rosa en un arma de protesta surgió de un par de amigas norteamericanas que vieron en el juego de palabras una forma de denunciar las actitudes machistas de Trump. Durante la campaña hubo un vídeo en que el actual presidente se refería a las mujeres diciendo que podía «agarrarlas por el coño -grab them from de pussy- y encontraron que dado que un estilo de gorro se llama pussy cat podían usar ese nombre para su venganza. Así nació el Pussyhat project, en que participan miles de mujeres de todo el mundo, incluidas famosas y también anónimas, como es el caso de este grupo de Avilés. Aquí la  idea nació del club de lectura «Una habitación propia» y el Patio de Juventud, que decidieron enmarcarlo en la celebración del Día Internacional de la Mujer bajo el título de «Tejer juntas para reivindicar unidas».

En unos días Avilés vivirá su particular marcha de las mujeres y en ella también habrá pussy hats rosas en contra del machismo de Trump. Y de otros.