Siete días de encierro y una boda

Noelia Rodríguez AVILÉS

AVILÉS

Trabajadores municipales llevan una semana amotinados en el consistorio y hoy celebran «un enlace» para evidenciar su precariedad laboral

23 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado jueves los representantes de los trabajadores del Ayuntamiento de Avilés acudieron al pleno municipal para pedir al gobierno que negociara con ellos. Lo que iba a ser una simple intervención ante la corporación, como otras muchas, se ha convertido en un encierro que ya supera la semana y ha enfriado aún más las ya de por sí tensas relaciones entre el equipo de Mariví Monteserín y los cinco sindicatos municipales. Estos presentaron una propuesta conjunta que consta de 10 medidas y las explicaciones que les ha dado el gobierno para no aceptarlas -basadas en la legalidad- no les parecen suficientes, así que continúan encerrados en el salón de plenos, porque «es el sitio en que negociamos con el gobierno. Aquí les esperamos», asegura el presidente de la Junta de Personal del Ayuntamiento de Avilés, Jesús Villa. No es el primer encierro que protagonizan los empleados municipales, aunque hace ya varios años de los anteriores. De momento no tienen intención de abandonar las dependencias municipales e insisten en que «para levantarnos queremos una solución a un problema muy grave», apunta Villa.

De hecho, para esta tarde tienen prevista la celebración de un evento por todo lo alto. A las cinco de la tarde han convocado a participar en la unión de «doña Interina» y «don Precario», que llega «después de 25 años de relaciones y gracias a las facilidades de este consistorio y los anteriores», según reza en la invitación que se ha repartido por redes sociales. Es una forma de evidenciar las condiciones del trabajo en el consistorio. Los representantes de los empleados públicos aseguran que el conflicto actual es la consecuencia de la política en materia de personal de los sucesivos gobiernos socialistas y que ha llevado a una elevada temporalidad.

Según los datos de los que disponen los sindicatos municipales, cuatro de cada diez empleados del consistorio son temporales, un porcentaje que se ha ido incrementando a lo largo de los últimos años. Para ponerle freno es necesario sacar oferta de empleo público y así tiene previsto hacerlo el gobierno avilesino, pero sus maneras no convencen a los sindicatos. El gobierno tiene pendiente convocar una oposición para el próximo mes de marzo, a la que se han inscrito 2.000 personas y cuya validez ha sido ratificada por una sentencia judicial. Los trabajadores entienden que lo justo sería que a la hora de ofertar las plazas se tuviese en cuenta la experiencia como trabajador municipal, pensando en quienes llevan años trabajando en el consistorio de forma temporal, muchos de los cuales ya estaban aquí en el siglo pasado.

«Es gente que si se va a la calle lo hace sin siquiera tener paro y es la respuesta que le das a quien lleva 20 años trabajando aquí. No se puede jugar con el futuro de las familias de esta manera y no vamos a permitir que así sea», argumenta Villa. De no tenerse en cuenta el mérito habría 166 trabajadores municipales que competirían en igualdad de condiciones con el resto de aspirantes y con el riesgo de perder su puesto de trabajo, según los sindicatos, que acusan al gobierno de no facilitarles información. La última relación de puestos de trabajo que se publicó data de 2010. «La actual no la conocemos. Es algo que nos ocultan o que no tienen realizada», argumenta el presidente de la junta de personal para criticar «la poca transparencia» de un gobierno con el que las relaciones han sido tensas pero se han enrarecido más desde que hace una semana iniciasen el encierro.

Cambio de táctica

La alcaldesa, Mariví Monteserín, y el concejal de Recursos Humanos, Raúl Marquínez, los visitaron en los primeros días a fin de encontrar una salida al problema. Al no encontrar la respuesta deseada la táctica cambió. El lunes la primera edil les instaba a abandonar el encierro para negociar de una manera normalizada. Los concejales de la oposición sí han mantenido su apoyo en estos días a los trabajadores y han reclamado al gobierno, especialmente a la alcaldesa, que arregle la situación. Los encerrados han contado también con el respaldo de la propia plantilla municipal y representantes sindicales de otras empresas de la comarca y, lejos de abandonar su postura, la han endurecido. A partir del próximo 8 de marzo, y durante tres meses, celebrarán paros parciales de hora y media y concentraciones en diferentes servicios municipales para forzar una negociación con el gobierno avilesino. A la vista de la postura que mantienen los trabajadores encerrados en el salón de plenos estas protestas podrían llegar a vivirlas desde ese mismo lugar, porque insisten en que no tienen intención de abandonarlo.