Cuánto cuesta aprender a volar sobre las olas

Noelia Rodríguez AVILÉS

AVILÉS

Surf niños

En España cobran 34 euros de media por clase, el segundo precio más barato de Europa y un tercio de lo que cobran en Noruega. Asturias está en la media y lucha contra los ilegales

20 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Para aprender a hacer surf se necesitan muy pocas cosas: unas olas que lo permitan, una tabla y alguien que te enseñe -salvo que se opte por el método autodidacta. Sin embargo, existen importantes diferencias entre quienes deciden probar suerte sobre una tabla en Ecuador y quienes lo hacen en Noruega. Diferencias económicas, claro está. Los primeros son los que menos pagan, unos 19 euros al cambio. Los segundos los que más: 112 euros. ¿Y cuánto cuesta aprender a moverse sobre las olas en España? Se encuentra entre los diez destinos más baratos y, si nos centramos únicamente en la Unión Europea, es de los más países más económicos. Aquí la media de una clase oscila los 34 euros, lo mismo que en el Reino Unido y dos euros más que en Irlanda, donde están las escuelas de surf más baratas del continente. Puede que sea precisamente por eso por lo que muchos británicos acuden a las costas asturianas para practicar, al igual que lo hacen desde otros países europeos.

El ránking de escuelas de surf lo ha elaborado Surfholidays, una central de reservas de alojamiento para los amantes de este deporte. En esta ocasión han analizado los precios de más de 1.250 escuelas afincadas en 35 países de todo el mundo. Sudáfrica, India y un buen puñado de países de Latinoamérica presentan unos precios sensiblemente inferiores al español, mientras que entre los más caros encontramos Estados Unidos, Barbados, China o Puerto Rico, todos por encima de los 60 euros la clase. Europa se queda en el medio de la tabla.

Los precios de las escuelas de surf asturianas rondan la media de España y dependen de cuántas clases se den, si incluyen aspectos complementarios o la temporada en que se contraten. En lo que se refiere al presente verano podemos encontrar las clases en grupo por menos de 30 euros por persona, mientras que si lo que se busca es una individual con el profesor a total disposición se va a los 35 euros. También está la posibilidad de contratar cursos de más de una semana de duración, por unos 200 euros o coger un paquete completo que incluya alojamiento en una de las muchos surf camps que hay repartidas por la costa asturiana. Una semana con todos los gastos incluidos -habitación, comida, seguros, material de surf...-ronda los 500 euros.

Frente a las escuelas ilegales

A pesar de que España es uno de los lugares más económicos para aprender a hacer surf desde la Federación de Surf del Principado de Asturias recomiendan no fijarse únicamente en los precios a la hora de escoger dónde hacerlo. «La de 60 no te va a dar lo mismo que otra más barata, porque cumple todos los requisitos», explica su presidente, Jesús Espinosa. Entre ellos se encuentra tener un seguro ante posibles accidentes o que el número de alumnos por monitor no sobrepase de las ocho personas adultas. Hace unos años proliferaron las escuelas itinerantes, en parte ilegales, que no cumplían ninguno, pero se han extremado los controles y prácticamente han desaparecido. Hoy en día hay un buen puñado de escuelas de surf vinculadas a la Federación, que supervisa el servicio que prestan.

No es la única, porque la proliferación de escuelas de surf y la búsqueda de una convivencia en las playas entre quienes practican este deporte y el resto de bañistas ha hecho que sean muchos los ayuntamientos que hayan entrado a controlar la acción de las escuelas. Otros ya trabajan en ello. A través de ordenanzas se obliga a cumplir con unos requisitos. En el caso de Castrillón este verano han obtenido licencia ocho escuelas, la mitad de las que permite el consistorio. Todas ellas cumplen con la ratio de monitor-alumno, que estos tengan una formación mínima para dar las clases, que el espacio que ocupe la escuela en el arenal no supere los 90 metros o que no coloquen publicidad mientras estén en la playa, entre otras cuestiones.