La enésima crisis del PP de Avilés (y la que se viene)

Noelia Rodríguez AVILÉS

AVILÉS

FRANCISCO ZARRACINA ENTRE ALFONSO ARAUJO (IZQUIERDA) Y CONSTANTINO ÁLVAREZ (DERECHA)
FRANCISCO ZARRACINA ENTRE ALFONSO ARAUJO (IZQUIERDA) Y CONSTANTINO ÁLVAREZ (DERECHA)

El comité de garantías abre expediente a un concejal por amenazar a una compañera y él lo niega y acusa al sector oficial de acoso

18 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La división interna, y abiertamente pública, del PP de Avilés vive una nueva crisis, que puede ser considerada la primera del año pero es la enésima desde que hace menos de dos ejercicios las diferencias entre los afines a la dirección regional y los que estaban próximos a la dirección local de por entonces, que ya ha desaparecido. Tras unos meses de aparente calma, aunque las diferencias en el seno de la formación eran cada vez mayores, la tranquilidad ha saltado por los aires en los últimos días con supuestas amenazas verbales, amenazas de abrir expediente y uno que ya está abierto. La llegada de la gestora impuesta desde la dirección regional no ha servido para poner algo de orden entre los populares avilesinos, como pretendían desde el sector más cercano al PP asturiano, y todo ha saltado por los aires desde que a finales de noviembre se confirmase que no iba a ser una cosa temporal, sino que seguiría así hasta que la propia gestora o la dirección regional decidiese convocar el congreso local. Mientras tanto intentan meter en vereda a los concejales díscolos y estos les acusan de tenerles amenazados para permanecer callados. Pero lo cierto es que no se quedan con la boca cerrada.

Lo que desencadenó esta nueva crisis fue que Alfonso Araujo, la única candidatura anunciada a presidir el PP de Avilés a la espera de que se convoque el congreso local, Constantino Álvarez y Francisco Zarracina criticasen que el portavoz municipal decidiese dar por rotas las negociaciones con el PSOE para aprobar el presupuesto para este año. El PP ha apoyado en varias ocasiones las cuentas de los socialistas y se ha mostrado dispuesto a ello, pero nunca desde que Carlos Rodríguez de la Torre está al frente del grupo municipal. Tras sus críticas el tema llegó a la comisión de garantías del PP y se estudia abrirles un expediente disciplinario. La sorpresa llegó días después al descubrir que uno de los ediles, Zarracina, ya tenía otro abierto por, supuestamente, amenazar a una compañera del grupo municipal con «hacerla llorar», algo que él niega. «No tienen más armas que usar falsedades», ha dicho y pedido que el partido expulse a los miembros de la gestora que en su opinión «han venido a hacer circo» y que en la práctica son todos menos él mismo y sus dos compañeros.

Las acusaciones públicas han venido desde el grupo de concejales descontentos con la gestora, porque tanto el portavoz municipal como la concejal supuestamente agredida, Ana Bretón, prefieren guardar silencio. La discusión se remonta a una reunión de la junta de la gestora que se celebró el 20 de septiembre y en la que se habló de la perrera supramunicipal, un tema que había trabajado Zarracina y en el que el partido tenía un punto de vista diferente al suyo. «Quisieron ridiculizarme con eso, que a mi quien me conoce sabe que me da igual», explicó el concejal que se encontraba solo entre personas del ‘otro bando’ del PP local. Araujo no había acudido al encuentro y ante el nivel de crispación Álvarez había abandonado la sede dando un portazo. Zarracina asegura que lo que le dijo a Bretón fue «no sé porqué te postulas como candidata (a la presidencia del PP local) porque cuando vean que no te necesitan te van a hacer sufrir y llorar». Después de eso se acabó la reunión, según explicó.

Acoso y llamamiento al PP

En noviembre el comité de garantías le abrió expediente y el presentó alegaciones. Ahora «voy a dejar que las cosas sigan su camino». La denuncia iba acompañada del testimonio de varias personas presentes en la reunión y el altercado aparece en un anexo al acta de la junta que, según Araujo, se añadió dos semanas después. «Antes las reuniones se grababan y si alguien no estaba de acuerdo con algo podía recurrirse a eso, pero desde que llegó la gestora no se hace así que no se puede desmentir», apunta. Araujo está convencido de que todo esto no es casualidad, sino que tenía ese objetivo precisamente. Además, ninguno de los presentes era afín al sector de los concejales díscolos, que dicen sufrir «acoso» desde que Araujo anunciase su intención de presentar candidatura al congreso local que aún está por convocar. Y de paso piden al PP nacional y al autonómico que tome cartas en el asunto. Mercedes Fernández negaba un par de horas antes saber nada respecto a los posibles expedientes, puesto que no está presente en el comité de garantías. Parece seguir la estrategia que ha ha seguido desde que se iniciase la crisis en el PP avilesino: no hacer ni decir nada dejando que sean otros los que lo hagan. En un par de semanas el pleno de Avilés debatirá el presupuesto para este año y la mitad del grupo municipal se decanta por votar que no y la otra mitad  no está del todo de acuerdo. ¿Será esa la próxima crisis del PP local?