Monteserín se dirige a otra cuestión de confianza para que Avilés tenga presupuesto

Noelia Rodríguez AVILÉS

AVILÉS

Mariví Monteserín
Mariví Monteserín

El PP podría escenificar de nuevo su divición porque el portavoz propone votar en contra de las cuentas y los díscolos podrían no aceptarlo

20 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Mariví Monteserín se enfrentará con casi toda probabilidad a una cuestión de confianza el próximo 30 de enero -si se mantiene la fecha prevista para el próximo pleno. En diciembre de 2016 lo hizo por primera vez y, por sorpresa, la superó, después de que los concejales del PP le diesen su confianza por error tras, cinco minutos antes, haberse negado a aprobar el presupuesto y no haber votado siquiera la mitad del grupo municipal. Este año tienen la lección aprendida, pero es posible que los populares vuelvan a robarle el protagonismo a la alcaldesa en la sesión, debido a esas mismas divisiones internas que cada vez son más públicas. Y porque, nuevamente, una parte no está de acuerdo con el voto negativo que defiende el portavoz municipal. Pero dado como han acabado las negociaciones que ha celebrado en las últimas semanas el Gobierno lo mismo da que parte del PP se abstenga (o no vaya a votar) porque la única fórmula que ahora mismo le serviría para saca adelante el presupuesto es que lo hicieran sus seis ediles o que hubiera ausencias de varios concejales. La edil de Hacienda, Raquel Ruiz, aún plantea a los grupos «que no plantearon alternativas diferentes (PP y Somos) que se planteen por qué no apoyan nuestro presupuesto» y que se abstengan para favorecer que salga adelante.

El PSOE ha llegado a un único acuerdo, el que ha cerrado con la edil de Ciudadanos, Carmen Pérez Soberón, que se ha comprometido a apoyar las cuentas que propone el ejecutivo local a cambio de incluir algunas de sus propias propuestas. De esta manera son nueve los votos a favor -contando el de la propia alcaldesa. Y en contra tendrá, como mínimo, los otros nueve que suman Somos, IU y Ganemos. La cosa vuelve a quedar en manos del PP, cuyo portavoz municipal sugerirá a la junta de la gestora el voto en contra al entender que lo que los populares y los socialistas proponen son dos modelos de ciudad diferentes y que por eso no puede haber ningún tipo de acuerdo. Los tres concejales que están enfrentados desde hace más de un año a Carlos Rodríguez de la Torre, a las otras dos ediles y a la gran mayoría de la gestora local -puesta hace unos meses por la dirección del PP asturiano- criticaron que se dejara de negociar. Entienden que algunas de sus peticiones se han introducido en los presupuestos socialistas y que de seguir hablando hubieran podido encajar otros. Por ello puede que se plantearan cambiar el sentido del voto, pero han de hacerlo sin violar la disciplina de voto que diga la junta gestora. ¿Solución? La misma que el año pasado: no votar. Entonces hubo dos que no fueron a la sesión, por motivos personales, y otro, Alfonso Araujo, que se levantó y salió del salón en el momento de levantar las manos.

Aunque recurrieran a la abstención física por no exponerse a que el PP les abra un expediente -Francisco Zarracina ya tiene uno por supuestas amenazas a una compañera y la comisión de derechos y garantías estudia si abrirles otro a los tres por sus críticas a la actuación del portavoz en la negociación presupuestaria- los noes seguirían siendo más que los síes. Ante esa tesitura al Gobierno avilesino le quedan dos opciones: prorrogar las cuentas de 2017 -que de hecho están prorrogadas desde el 1 de enero- o que la alcaldesa acuda a una cuestión de confianza. El PSOE lo tiene claro y recurrirá a esta segunda posibilidad, que incluso podría celebrarse en el mismo pleno en que se debatieron los presupuestos. Consiste en que Monteserín pida, en forma de voto, la confianza de los miembros de la corporación. Si se la dan de manera mayoritaria quedan aprobados automáticamente las cuentas para este año. Si no lo hacen empieza a contar el plazo de un mes en que los concejales de la oposición pueden presentar una moción de censura que incluya un candidato a la alcaldía alternativo a la regidora socialista así como unos presupuestos propios para este año. Si no lo hacen las cuentas se aprueban automáticamente, pero un mes después.

Un presupuesto para marzo o abril

El hecho de que grupos de izquierda y el PP de Avilés se pongan de acuerdo en una alternativa al PSOE ya fue descartada el año pasado por los propios implicados, puesto que la moción de confianza debe ir avalada por la mayoría de la corporación. Que el Gobierno aprobara el presupuesto recurriendo a una cuestión de confianza ha estado encima de la mesa desde antes siquiera de iniciarse las negociaciones y de hecho todos los que han participado en ellas han tenido en cuenta que sería la opción más probable para aprobar unas cuentas que, dados los plazos, no entrarían en vigor antes de marzo o abril. La propuesta del ejecutivo socialista asciende a 67,3 millones de euros, de los que 13,2 millones serán para inversión. Además de mantener las políticas sociales y de empleo hay previstas mejoras en materia de cultura, con más programación en los barrios y la creación de un museo dedicado al cómic, así como la intención de continuar con obras de reurbanización en diferentes puntos del municipio, con especial interés en la reforma del parque de El Muelle.