La remodelación, que ha supuesto una inversión de 40.000 euros, permite resolver el deterioro de las instalaciones y adaptarlas a la baja natalidad actual, al reducir de 12 a 8 los boxes para recién nacidos
13 jun 2022 . Actualizado a las 14:36 h.El Hospital Universitario San Agustín de Avilés (HUSA) ha procedido a la remodelación de la Unidad de Neonatología para resolver el deterioro de las instalaciones y adaptarlas a la situación que dicta la baja natalidad, que ha permitido reducir a ocho los doce boxes que existían para atender a los recién nacidos.
La remodelación, que ha supuesto una inversión de unos 40.000 euros, ha permitido habilitar un espacio para instalar un nuevo box de aislamiento para niños con algún componente infeccioso que pudieran transmitir al resto de los ingresados, a los que se les procura una asistencia más individualizada, en compañía de sus padres.
El día de la presentación ha sido un ejemplo de la caída de la natalidad, porque no había ni un solo niño en la Unidad de Neonatología de un hospital que atiende menos de 700 partos al año, de los que unos 200 necesitan cuidados con una media de estancia de algo más de dos días por paciente ingresado, con más de 1.500 gramos de peso.
El área cuenta con dos incubadoras nuevas, una de ellas ya adquirida antes de la pandemia, a la que se suma una tercera de transporte, para los traslados al Hospital Central de Asturias (HUCA) en caso necesario, además de un respirador de última generación.
El jefe del Servicio de Pediatría, David Pérez Solís, ha explicado que se puede dar una serie de patologías, como la hiperbilirrubinemia que necesita de un tratamiento con una lámpara de fototerapia o también de niños que ingresan, no precedentes del Hospital, si no de su casa, por infecciones, virus respiratorios u otras dolencias.
Por su parte, la supervisora del Área III de Maternoinfantil Aránzazu Muñoz Mancisidor ha destacado como novedad una nueva guía de lactancia fruto de un trabajo multidisciplinar, desde los servicios de neonatología, pediatría, partos y maternidad, para abordar de una manera conjunta los principales problemas de lactancia que se dan en el Hospital.
Uno de los proyectos que se va a poner en marcha es ofrecer el calostro que las madres se saquen prenatalmente y que se puede mantener en la nevera, para poder ofrecérselo al niño en sus primeras horas de vida.
El llamado «oro líquido» está considerado como un bien esencial y el HUSA tratará de preservarlo para las primeras horas del reciente nacido.
El HUSA es, además, nodo de recogida de leche materna desde hace ya tres años, de modo que las madres pueden acudir al centro a donar leche de manera altruista, que luego se hace llegar al HUCA.
Muñoz Mancisidor ha puesto el ejemplo de una madre que trae al Hospital una media de cinco litros cada semana y media, informa Efe.