Separados por colores, unidos por el fútbol

AZUL CARBAYÓN

24 sep 2016 . Actualizado a las 11:45 h.

Pertenecer durante estos últimos diez años a la asociación de oviedistas Espíritu 2003 me ha permitido conocer cómo se vive el fútbol desde el punto de vista del aficionado en distintos puntos de Europa. Os cuento porquè.

 Espíritu 2003 forma junto a otras 24 asociaciones de otros equipos nacionales lo que se denomina FASFE (@fasfeaficion) que es la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español. Aquí se encuentran representados equipos como el Real Madrid, At. Madrid, Español, Valencia, Real Oviedo, Betis,  Sporting...

 A su vez, FASFE forma parte de (FSE) Football Supporters Europe que es la que aglutina a todas las federaciones nacionales y que es la interlocutora válida para asuntos de los aficionados con UEFA.

 A través de los congresos anuales que realiza FSE he podido comprobar el subdesarrollo en el que estamos inmersos en nuestro país en términos del trato a las aficiones. Si te paras a analizar las causas de esta paupérrima situación las podemos resumir en dos grupos desde el punto de vista del aficionado: externas e internas.

Externas

 Los dirigentes del fútbol han copiado de sus homólogos políticos la cultura del cortolacismo, primero endeudando los clubes para salvar su período de gobierno puntual en el club hasta el punto de requerir de grandes aportaciones de dinero público y luego entregando todo el alma del fútbol única y exclusivamente a la carta de las televisiones sin valorar las implicaciones de largo plazo en el propio fútbol. En otros países sin embargo, como Alemania, han sabido ver  que el futuro del fútbol pasa por sus aficionados y lo han popularizado de tal manera que ver las gradas germanas partido tras partido es un auténtico espectáculo. Aquí sin embargo, aun con el dineral que ingresan los clubes por televisión, la entrada más barata para ver un derby madrileño cuesta 90 euros. El 14% del Salario Mínimo Interprofesional de 2016 por dos horas de ocio. ¿Estamos locos?

Internas

 La parte que más me duele de todo es que nosotros, los aficionados, también tenemos gran parte de culpa. Y la tenemos porque aún no hemos aprendido lo que reza el título del artículo. Que sí, que yo soy de mi equipo y tu del tuyo y es más, a mí el tuyo me cae bastante mal y a la inversa, pero los problemas de los que hablamos los sufrimos y sufriremos tanto tu como yo. Que se rían de mí, y de ti, con los horarios infames, con el precio de las entradas o con no poder llevar mi camiseta de mi equipo de fútbol cuando me desplazo a estadio ajeno, es algo que nos afecta a todos los aficionados independientemente del color de la misma.

 En estos congresos europeos que he tenido la oportunidad de conocer y en los que, como comentaba más arriba, he podido ver como se sentaban codo con codo seguidores del Manchester, del Chelsea, del WestHam, Liverpool... He visto como ultras alemanes de distintos equipos compartían foro y debate junto al oficial de policía exclusivo del país para estos asuntos, he visto como los aficionados daneses se reúnen sin excepción antes de los partidos con los representantes de los otros equipos y de la policía para preparar conjuntamente los desplazamientos de sus gentes, he visto infinidad de ejemplos que todos tienen un denominador común: “separados por colores, unidos por el fútbol”.

 Es aquí donde el fútbol español mejor dicho, el aficionado español, tiene una nota de muy deficiente que se decía en mi época de estudiante. No le veo otra solución que empujar todos juntos si queremos que la balanza del fútbol se vuelva a nivelar aunque sea mínimamente a nuestro favor.