El guardameta mallorquín se ha ganado el cariño de la grada gracias a sus grandes actuaciones
25 oct 2016 . Actualizado a las 00:45 h.Juan Carlos aterrizó en Oviedo en el pasado mercado de verano con el fin de reforzar la portería tras la marcha de Rubén Miño. El de Calviá llegaba para disputarse uno de los puestos más complicados del once y más controvertidos para el entrenador.
Su rival directo por un puesto en la portería del Carlos Tartiere sería Esteban. Un jugador en el tramo final de su carrera pero que llevaba dos años demostrando que aún tenía nivel para la competición profesional. El avilesino había regresado dos años antes al club que, hace 19 temporadas, le vio debutar como profesional. El objetivo del 1 de los azules era devolver a su equipo al fútbol profesional y para ello rechazó un contrato de primera división con el Almería. Esteban consiguió su objetivo y, hasta que cayó lesionado en la jornada 29 de la pasada campaña, fue titular indiscutible en la portería del Real Oviedo.
La situación era complicada para Juan Carlos sobretodo en caso de que no fuese capaz de manejar la presión. Cuándo se produjo el anuncio oficial de su contratación hubo un sector de aficionados del conjunto carbayón que no confiaba en él. Llegaba procedente de un Albacete descendido y sus actuaciones contra el Oviedo en la pasada campaña dejaron bastante que desear.
En esta pretemporada ya se podía entrever la intención de Fernando Hierro de darle la portería al balear. Juan Carlos mostró sus dotes y se ha convertido en indiscutible en la portería.
Hasta el momento, el 13 azul ha conseguido dejar la portería a cero en siete ocasiones y en los otros cuatro partidos ha recibido seis goles. La pasada temporada, a estas alturas, había recibido 15 goles con el Albacete.
Sus buenas sensaciones no se limitan a las estadísticas. Al margen de la labor de la defensa, Juan Carlos está resultando decisivo en cada encuentro de los azules. Ante el Tenerife vimos una nueva exhibición del meta que consiguió dejar los puntos en Oviedo. La grada del Tartiere, escéptica en un inicio ante la llegada de alguien de fuera que destronaría a alguien de la casa, ya se ha convencido de las virtudes de este portero que ha llegado para quedarse. Mientras tanto, Alfonso Herrero brilla con el filial oviedista a la espera de su oportunidad en próximas temporadas. La portería del Tartiere parece estar en buenas manos para los próximos años.