Empate a uno en un partido en el que los locales fueron superiores ante un decepcionante Lugo
07 nov 2016 . Actualizado a las 16:35 h.Real Oviedo y Lugo llegaban al Carlos Tartiere con dinámicas opuestas. Los lucenses, que habían firmado un gran arranque liguero, visitaban la capital del Principado tras cinco encuentros sin conocer la victoria. Por otro lado, los locales se plantaban en esta jornada 13 después de seis partidos invictos.
Fernando Hierro decidió apostar por el mismo once de los últimos dos partidos para dar continuidad a la dinámica positiva. El planteamiento del Oviedo en los primeros minutos era claro y estaba condicionado por el estado del terreno de juego. Los azules comenzaron realizando una presión alta que entorpecía la salida de balón de los visitantes y buscando las segundas jugadas.
Los azules salieron enchufados y en tan solo 5 minutos puso dos veces el ¡uy! En la grada. En la primera, Linares recibía el balón dentro del área y, tras un buen control, caía dentro del área. Gran parte de la afición pedía penalti sobre el 10. Tan solo un minuto después era el propio delantero maño quién mandaba un balón al fondo de la red tras recibir un rechace. El colegiado invalidó el tanto por fuera de juego.
Poco duraron las buenas sensaciones de los de Fernando Hierro. El Lugo cambió su planteamiento del encuentro y comenzó a dominar combinando el juego en largo con buen trato del esférico. Cinco minutos después de que se anulara el gol a Linares, el Oviedo recibía un palo en forma de gol. Un disparo de Seoane, que se incorporó bien desde segunda línea, golpeaba en David Fernández y despistaba a Juan Carlos. El 0-1 subía al marcador.
Desde ese momento, el partido se tiñó de rojiblanco durante varios minutos. Los lucenses se encontraban más cómodos sobre el terreno de juego y al Oviedo le costaba encontrar su sitio. No fue hasta el minuto 30 cuando los azules volvieron a dar la cara después de una clara ocasión en la que parte de la grada pidió penalti sobre Rocha. Durante diez minutos fue el conjunto carbayón quién impuso su ritmo pero sin aportar ocasiones claras.
En los últimos minutos del primer periodo se pudo ver poco fútbol. El colegiado se mostró nervioso y permitió que se le fuese de las manos un partido cómodo hasta el momento. Fruto de la dureza de este tramo del partido Héctor Verdés se llevó una merecida tarjeta amarilla.
Segunda parte
Mucha intensidad tras la reanudación. El Oviedo buscaba el gol por medio de Toché y quien conseguía rematar en el minuto 52 y 54. El murciano buscó la portería de José Juan con un buen remate de cabeza y después con una vaselina que se marchó lejos. Los lucenses aguantaban como podían los arreones de un Oviedo que salió decidido a por el empate.
El debut de Ortiz
Los de Sampedro optaron por la dureza defensiva mientras los azules continuaban teniendo ocasiones por medio de Linares y Toché. Continuaban los de Hierro buscando el gol y, en el minuto 68, Fernando Hierro decidía dar entrada a Jorge Ortiz en lugar de Susaeta para aprovechar su desborde.
Con el debut del 16 los azules comenzaron a mostrar su mejor juego ante un Lugo que se veía arrinconado en su campo. A punto estuvo de marcar Ortiz en el 76 tras una jugada llena de rechaces. En el 77 Fernando Hierro, en un claro intento de dejar los tres puntos en casa, dio entrada a Michu y Jonathan Pereira en lugar de Linares y Christian Fernández. Los azules pasaban a jugar con defensa de tres.
A partir de ese momento, los jugadores del conjunto carbayón comenzaron a acusar el cansancio pero continuaban buscando el empate. La grada premiaba el esfuerzo de los suyos hasta que, en el minuto 88, Verdés ponía el empate en el marcador.
El colegiado añadía tres minutos y el Real Oviedo se volcaba arriba pero no conseguía mover el marcador. Empate a unos en un encuentro en el que los locales fueron superiores.