Hacía casi diez años que el ovetense no marcaba en el Carlos Tartiere
20 nov 2016 . Actualizado a las 09:49 h.Veinte años tenía Michu cuándo marcó el último gol de su primera etapa en Oviedo. Pocos podían esperar en aquel mes de febrero de 2007 que ese tanto que daba el empate frente al Zamora sería el último de esa temporada para el ovetense.
Al llegar el verano ocurriría algo que sí que se podían imaginar muchos. Miguel Pérez Cuesta abandonaba una casa que no le podía aportar la estabilidad necesaria para crear un proyecto fiable de futbolista. En un principio no se iría muy lejos. El filial del Celta sería su nuevo equipo y volvería a jugar en Segunda División B, pero esta vez, la estructura del club le permitía poner la mira mucho más alta.
Desde entonces ha jugado en LaLiga Santander, en la Premier League, en la Serie A, en la Europa League y en la Selección Española. Las lesiones no permitieron llegar más alto a este delantero que paseaba el escudo del Oviedo por el mundo entero. Las molestias le llevaron a reinventarse y volver al barro. Después de su paso por el Langreo en Tercera División, regresó al club de sus amores con la idea de volver a lo más alto y llevárselo con él.
Casi diez años después, el Carlos Tartiere pudo volver a celebrar un gol del hijo pródigo. Dos historias paralelas, las de Michu y Real Oviedo, que anoche se volvieron a cruzar para arrodillar ante sí a un líder que parecía invencible.