El granadino está funcionando bien como revulsivo en los planes de Fernando Hierro
14 dic 2016 . Actualizado a las 08:55 h.Cuando las cosas pintan mal para los de azul, Varela demuestra dotes que hacen que pasen cosas distintas en los minutos más complicados del encuentro. El último ejemplo lo encontramos en el partido de Liga frente al Zaragoza, en el cual el andaluz anotó el único tanto carbayón del encuentro con el que dio esperanzas a un equipo que sólo esperaba que el árbitro pitase el final. Hierro siempre agradece que, se jueguen los minutos que se jueguen, un jugador lo de todo, y si alguien está aprovechando bien sus minutos ese es Varela.
Una falta desde la frontal del área local de la Romareda acabó en las redes de Irureta gracias a un tiro perfecto del defensa carbayón. Este sustituía a Susaeta en el minuto 76 de partido y se convertía en el mejor jugador sobre el terreno de juego en los minutos restantes hasta el pitido final.
El zaguero lleva jugados nueve partidos en lo que va de temporada con el Real Oviedo, de los cuales ha salido desde el banquillo en tres ocasiones, en las que ha demostrado su calidad independientemente del número de minutos sobre el terreno de juego. Un ejemplo más de su efectividad fue el partido frente al Tenerife en el Carlos Tartiere, en el que sustituyó a Michu en el minuto 81 para servir en bandeja el segundo gol de Linares que cerraría el partido.
La duda que ahora se plantea la afición azul, y probablemente el cuerpo técnico, es si se debe seguir usando la chispa de Varela desde el banquillo, o si se debe aprovechar ese buen hacer desde el minuto uno de juego. En el próximo encuentro (Real Oviedo-Córdoba) podremos ver si Hierro cambia su manera de jugar sus cartas o si prefiere dejar los ases escondidos.