Saúl coge el timón

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Saúl Berjón
Saúl Berjón Ana Bravo Mediavilla

En su primer partido en el Tartiere, el ovetense fue el jugador más destacado del encuentro

16 ene 2017 . Actualizado a las 09:11 h.

El del sábado era un partido importante. El Oviedo acumulaba tres derrotas consecutivas y conseguir la victoria era fundamental para salir de la mala dinámica y encarar la segunda vuelta de la competición con más confianza. Por su parte, el Elche llegaba al partido con los mismos puntos que su rival, siendo la irregularidad una característica común en ambos equipos.

Berjón, que ya había disputado sus primeros minutos como jugador carbayón en el Sánchez Pizjuán, debutaba en el Tartiere como titular. El Oviedo lo notó. Ante la falta de ideas en ataque que el Oviedo había exhibido estos meses, el ex de Eibar y Murcia se echó el equipo a la espalda y de sus botas salió casi todo el peligro carbayón.

Desde el flanco izquierdo, Saúl fue el absoluto generador de juego. Bien recibiendo en parado o al espacio, el peligro llegaba por su banda. Cuando el Elche tapaba pociones de pase impidiendo jugar entre líneas, la solución era dársela a Berjón, que con sus conducciones atraía rivales consiguiendo así liberar a sus compañeros. Cuando esto no salía, el extremo directamente buscaba el tiro desde fuera al salir del regate. Si en la primera parte fue una pesadilla para el joven lateral ilicitano Luis Pérez, en la segunda aumentó su radio de acción al aparecer también por dentro, filtrando pases a los delanteros y combinando bien con Susaeta y Erice. Tras una de estas combinaciones, Berjón puso un centro medido desde el lateral del área que Toché se encargó de transformar en el 1-0.

Tras el gol del delantero murciano, llegaron posiblemente los mejores minutos en ataque de toda la temporada, en los que de nuevo Saúl fue protagonista. Esta vez desde la frontal del área, el 21 carbayón dejó solo a Linares delante de Juan Carlos, pero el maño no pudo rematar la jugada al hacer un mal control. A medida que Saúl bajaba su influencia en el juego debido al cansancio, el Oviedo se hacía menos peligroso en ataque. Un minuto después del gol de Nino, Hierro decidía cambiar al ovetense para dar entrada a Varela. Así llegó la primera gran ovación del Tartiere dedicada a Berjón, que se marchaba del campo tras ofrecer un más que ilusionante partido.

En 2003, en una época en la que no sobraba el talento, Saúl se marchaba al Berrón sin la oportunidad de debutar con el primer equipo. El sábado, 14 años después, Berjón dio la primera tarde de gloria a un Tartiere que llevaba mucho tiempo esperándole.