¿Qué Real Oviedo queremos ver?

Miguel Cuartas
Miguel Cuartas DESDE EL TARTIERE

AZUL CARBAYÓN

09 may 2017 . Actualizado a las 11:46 h.

Cuatro encuentros sin conocer la victoria hacen que el Real Oviedo haya salido de los puestos de playoff en el tramo decisivo de la temporada. Los azules acabaron la jornada 37 a dos puntos del Huesca, sexto clasificado, pero perdieron una posición en la tabla tras la victoria del Valladolid en Almería y son octavos. Los otras tres plazas de playoff que ocupan Getafe, Cádiz y Tenerife parecen ya muy lejanas para los de Hierro a falta de cinco partidos.

Al Oviedo no le queda otra que salir a por el triunfo y traerse los tres puntos de Tarragona ante el Nástic (20:45, Nou Stadi). Para volver a soñar con el ascenso a Primera y no repetir la decepción de la temporada pasada en el último tramo liguero, no vale otro resultado que no sea el de la victoria. Ya no basta con competir. No es suficiente con dar buena imagen o con ir a por los partidos cuando el equipo va por detrás en el marcador.

La buena imagen ofrecida en Tenerife es el camino a seguir. El Oviedo debe y puede subir el nivel fuera del Carlos Tartiere. Después de una racha extraordinaria de siete encuentros consecutivos ganando en el municipal ovetense, esta llegó a su fin y las cuentas ya no salen venciendo todo en casa y puntuando (o más bien intentando puntuar), fuera. Dar un paso al frente, mostrar la personalidad y el hambre que hemos visto al equipo en muchos partidos en el Tartiere y que aún estamos esperando contemplar a domicilio.

El Nástic se juega la vida, salir del descenso. Pero el Oviedo no se juega menos que los catalanes. Se juega quemar sus últimas naves para poder entrar en la sexta plaza que le de acceso al playoff. El oviedismo ya tuvo ese caramelo en la boca la temporada pasada, pero se lo arrebataron a última hora por el paupérrimo final de liga de los azules.

Lo del sábado no es una final, es mucho más que eso. Un encuentro donde se va a ver el carácter de una plantilla que está obligada a dar mucho más de lo que ofrece habitualmente en sus desplazamientos. Un partido donde no valen las medias tintas, ni guardar la ropa, ni las dudas, ni el hacer números de si me vale este o aquel punto como en otras ocasiones a domicilio.

Que no será fácil sobra decirlo. Que el Nástic no le puede ganar al Oviedo en predisposición, intensidad y ganas de ganar, es una obligación. Michu lo advirtió en zona mixta tras caer con el Alcorcón: «hay que ir a ganar a Tarragona». Y si, del dicho al hecho hay un trecho. Pero el mensaje es claro y se lo debe grabar en la frente cada integrante de la plantilla carbayona. Sería muy duro repetir el fiasco del año pasado. El Oviedo está a tiempo de evitarlo y tiene cinco duelos para revertir la situación. Todo un desafío. Primera parada: el Nou Stadi.