Más luces que sombras

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Los jugadores del Vetusta saltan a uno de los campos de El Requexón
Los jugadores del Vetusta saltan a uno de los campos de El Requexón Real Oviedo

Analizamos la temporada de un Vetusta que finalmente no pudo entrar en el playoff de ascenso

17 may 2017 . Actualizado a las 14:24 h.

El curso 16/17 finalizó en Tercera División y es momento de sentarse y analizar lo que ha pasado durante el año. El Real Oviedo B acusó el bache de resultados sufrido entre diciembre y enero y no pudo meterse entre los cuatro primeros, acabando en quinta posición a nueve puntos del cuarto. A pesar de no haber conseguido el objetivo, la temporada deja buenas sensaciones y un equipo con varios nombres que en un futuro podrían tener una oportunidad en el primer equipo.

Antecedentes

El verano de 2016 se presentaba difícil en las oficinas del Requexón. Tras una temporada muy floja en la que el filial carbayón terminaba séptimo, tocaba restructurar el equipo. Juan Fidalgo no siguió al mando y los Edo, Shaq, Torrent y compañía, todos ellos fichajes de Carmelo del Pozo, abandonaban también el club azul. Además, el capitán Héctor Nespral subía al primer equipo, mientras que otros nombres importantes como David González (cesión) y Colo hacían las maletas rumbo al Caudal de Iván Ania.

Así las cosas, el proyecto empezaba casi de cero. Edu Cortina, Jaime Serrano, Lula y Lucas fueron los únicos que continuaron del equipo de Fidalgo. Emilio Morilla y Jimmy volvieron tras finalizar su cesión en Caudal y Astur respectivamente y hasta siete jugadores (Prendes, Josín, Álvaro, Rober, Steven, Asier y Viti) llegaron del exitoso División de Honor que acababa de jugar la Copa del Rey juvenil. La plantilla se completaría con otros siete fichajes: Alfonso Herrero, Santi, Iker Berruezo, Álvaro Casas, Marcos Remeseiro, David Álvarez y Ánder Mediavilla. 

Luis Arturo, una grata sorpresa

Al mando de todo, la dirección deportiva carbayona decidió poner a Luis Arturo Ruíz-Capillas. A priori, la elección del entrenador sorprendió a propios y extraños. Luis Arturo, que llegaba tras ascender a Preferente con el Ribadesella, tenía experiencia en la categoría tras pasar por Urraca o Llanes, pero no conocer la cantera azul y venir desde Primera Regional no era buena carta de presentación. El santanderino se puso a trabajar con la firme intención de dotar al Vetusta de una identidad propia, algo nada fácil teniendo en cuenta que el equipo era casi nuevo.

Durante el curso, Luis Arturo ha demostrado saber aprovechar la plantilla (múltiples rotaciones) y manejar diferentes registros a la hora de plantear los partidos. El Vetusta podía dominar el balón acumulando muchos futbolistas por dentro ante equipos de la zona media baja y luego ser aguerrido ante los gallitos de la categoría, compitiendo de tú a tú (ninguna derrota ante Sporting B, Langreo y Tuilla) y exprimiendo a la perfección los recursos disponibles. Si a principio de temporada el 4-3-3 era el esquema más utilizado (muchas veces con falso nueve), en marzo el equipo viró a un dibujo con tres centrales y dos carrileros en el que los jugadores encajaron a la perfección, demostrando así una variedad táctica pocas veces vista en un filial.

Un bache clave

El inicio de temporada fue inmejorable. El Vetusta llegó a la jornada 10 sin perder un partido y a la 9 sin encajar ni un gol, siendo el único equipo en categoría nacional en llegar a esas alturas de competición sin recibir un tanto. Tras esto, el equipo estuvo hasta noviembre en el tren de cabeza, entrando y saliendo del playoff pero siempre en un margen de cinco o seis puntos.

Llegó diciembre y el filial sufrió una crisis de resultados. Dos derrotas y un empate en diciembre, unidos a otra derrota y otro empate en enero dejaron al equipo séptimo, a seis puntos del cuarto clasificado y a más de 12 del grupo formado por Sporting B, Avilés y Langreo, una desventaja casi irrecuperable.

Sprint final insuficiente

Fue entonces cuando el Vetusta se lanzó a la remontada. Entre finales de enero y finales de abril, los azules sumaron 11 victorias, dos empates y tan solo una derrota (en casa ante el Avilés) en 14 jornadas. Durante esta racha el filial carbayón logró una victoria de prestigio en Mareo, llevándose el derbi ante el Sporting B y siendo el único equipo del grupo que consiguió llevarse puntos del Pepe Ortiz. Pero este fantástico final no fue suficiente para entrar en playoff.

En marzo Luis Arturo le dio un giro al equipo. Con la lesión del lateral Lula, el Vetusta pasó a jugar con tres centrales y dos carrileros, Remeseiro por la izquierda y Lucas por derecha. La calidad y proyección ofensiva de ambos dotó a los azules de una nueva arma para atacar, sin perder en ningún momento la capacidad asociativa que daban Ánder, Cortina, Jimmy y Asier

El último paso

Acabado el año, toca pensar en qué jugadores pueden tener una oportunidad en el primer equipo. El más veterano de la plantilla es Marcos Remeseiro. El gallego de 24 años (25 en julio) ha ido de menos a más durante la temporada. Con experiencia en Segunda B, llegó para ser diferencial y sus primeros meses supieron a poco, pero fue de los jugadores más beneficiados con el cambio de esquema. Desde el carril izquierdo, el canterano del Dépor aportó mucho al equipo, demostrando una gran versatilidad y acabando el año con 10 tantos.

Otro “veterano” es David Álvarez. El atacante volvió este año tras un gran curso en Zamora y ha cumplido con creces. 16 goles marcados que le convierten en el máximo goleador del equipo, pero al igual que Remeseiro, la edad podría ser un problema y su continuidad en el filial no está del todo clara. Sí podrían jugar un año más jugadores como Álvaro Casas o Lucas. Ambos han firmado un año notable (Casas de menos a más) y su edad (22 y 23) les permitiría liderar otra temporada al Vetusta.

Por último, Alfonso Herrero es un caso especial. El arquero, que ha entrenado durante todo el curso con el primer equipo, ha demostrado tener nivel suficiente y ha sido uno de los grandes porteros de la categoría. A expensas de lo que diga su contrato, no sería extraño que la temporada que viene ascendiera al primer equipo

A seguir en el futuro

El rendimiento de Ánder Mediavilla y Edu Cortina ha sido una de las grandes noticias del curso. El vasco, canterano del Athletic, ha sorprendido a todos. Centrocampista, lo tiene todo para sumar en un futuro en el primer equipo. Aporta en la posesión y se incorpora con facilidad al ataque, buena muestra son los ocho goles con los que ha acabado la temporada.

Lo de Cortina ya sorprende menos. El capitán lleva en El Requexón desde alevines y este curso ha vuelto a demostrar que se puede contar con él. Mediocentro con jerarquía, puede ser tanto posicional como interior. Ambos son de 1996 (20-21 años) y aunque lo más lógico es que se queden un año más en el filial, están preparados para tener una oportunidad más arriba. 

La quinta de Viti

Los que seguro liderarán el proyecto 17/18 son los que llegaron este año procedentes del juvenil. A esta generación pertenecen Viti y Josín, que ya debutaron la temporada pasada con el primer equipo. Mientras que Josín ha firmado un año espectacular en el centro de la zaga, el de Laviana no ha participado mucho (tan solo seis partidos) debido a una lesión en el tobillo. El talentoso Asier, Prendes o Steven, delantero de gran potencial que a pesar de estar lesionado dos meses ha marcado 15 goles, completan un grupo llamado a dar que hablar en el futuro.

Para reforzar dicha quinta, desde el juvenil llegan Pinín, Bene o Dani Sandoval (internacional sub 17), jugadores que han realizado un gran año en el Juvenil A y que lo más probable es que formen parte del Vetusta que viene.

La gran incógnita del momento es si Luis Arturo volverá a liderar al equipo más importante del Requexón. Desde luego esta 16/17, aunque muchos piensen lo contrario, no ha sido una mala carta de presentación.