Jordi Fabregat: «Ramón Folch ve el fútbol en 3D»

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Jordi Fabregat en rueda de prensa
Jordi Fabregat en rueda de prensa De la PeñaTribuna de Salamanca

Azul Carbayón entrevista a uno de los entrenadores más influyentes en la carrera del nuevo jugador del Real Oviedo

15 nov 2020 . Actualizado a las 19:22 h.

En el mundo del fútbol se suele decir que los entrenadores nunca tienen vacaciones. Tras los diez meses de competición, en julio y agosto están pendientes casi siempre del teléfono o del ordenador, en contacto continuo con el club para diseñar la plantilla. En medio de estos días de falso descanso hemos tenido la oportunidad de charlar con Jordi Fabregat, entrenador del Guijuelo.

Muchos de nuestros lectores se preguntarán que qué tiene que ver esto con el Oviedo, pero resulta que Jordi es uno de los entrenadores más influyentes en la carrera de Ramón Folch, uno de los tres fichajes que hasta el momento han llegado al nuevo proyecto carbayón. Con el técnico catalán hemos hablado de la carrera del centrocampista y de lo que puede aportar al Real Oviedo 17/18.

Pregunta: Lo primero enhorabuena por la salvación. Nunca es fácil llegar en diciembre a un equipo en esta 2ªB tan igualada.

Respuesta: Al final nos pudimos salir. Esto del fútbol es así, unas veces no ganas un partido en 20 jornadas y al final ganas 7 de 8. Conseguimos el objetivo y además jugando bien, estamos muy contentos.

Tú te encuentras a Folch en 2010, en tu segunda etapa en el Amposta de la tercera división catalana.

Así es. Yo ya había entrenado anteriormente al Amposta, luego pasé por el Racing Portuense y la Rapitenca y, a mediados de la 09/10, el Amposta me vuelve a llamar. Es ahí conozco a Ramón Folch. Llego a falta de 12 jornadas y conseguimos salvar la categoría. Nos quedamos los dos y, tras un proyecto fallido, Ramón se va a jugar a Finlandia y yo me quedo sin equipo.

Luego te lo llevas a Cuenca.

Sí, en el verano de 2012. Diez días antes de empezar la Liga en 3ª, el entrenador del Conquense, Tino Cabrera, se marcha del club. Es ahí cuando yo llego. Necesitaba jugadores y llamo a Folch, que estaba todavía en Finlandia. Y se viene conmigo.

¿Cómo era aquel jugador?

Conmigo Folch jugó siempre de mediocentro, por delante de los centrales, actuando de vértice. Era un jugador para lanzar el ataque. Desde el principio vi que era un futbolista con una velocidad mental diferente a la media, para mí de élite. La velocidad corporal no es su fuerte, pero como piensa tan rápido y ve el fútbol en 3D, sabe siempre donde están sus compañeros. Eso le hace estar dos o más pasos por delante del resto.

Con el Conquense quedáis segundos por detrás del Toledo y ascendéis a 2ªB en el playoff. Cuentan que el Director Deportivo del Reus se fija en Folch en una de esas eliminatorias.

Sí, fue en la primera ronda, ante el Manlleu. Ganamos 0-2 en la ida y Ramón hace un partido espectacular. Luego, en la última ronda, ascendimos ante el Poblense.

Fue entonces cuando Folch vuelve a su ciudad para fichar por el Reus.

Si te paras a pensarlo es hasta gracioso. Qué hacíamos dos catalanes en la Castilla profunda, éramos como dos perros verdes (risas). El problema fue que Folch es de ese tipo de jugador del que se ven más los defectos que las virtudes. Además, al no tener ese colchón que te da haber venido de algún equipo puntero de 2ªB, la gente no le da importancia. Ascendimos y para mí, su renovación era indispensable. Pero el club no pensó lo mismo.

Y Ramón decide marcharse.

Así es. Con el ascenso pidió, lógicamente, cobrar más. Date cuenta que Folch en Cuenca no ganaba ni 700€ y vivía en un piso compartido. Eso para un club que asciende a 2ªB es muy poco. La directiva encuentra cara su renovación y firma por el Reus. Aun así él nunca perdió la calma. Como yo digo Ramón es muy persona, muy educado y equilibrado. Una de esas personas que cuando dejas de estar con ellas notas que las has perdido. 

En el Reus lo entrena Emili Vicente el primer año y luego llega Natxo González, con el que se asienta y consigue el ascenso. ¿Qué mejoró en esta etapa?

Se hace mejor futbolista. Ramón siempre aprende de todos los entrenadores porque los respeta, saca lo mejor cada uno. Además de jugar muy bien es muy humilde para aprender. No le cuesta nada rectificar si eso le hace mejorar.

A pesar de tener esas cualidades anteriormente mencionadas, esta temporada se adapta a lo que le pide Natxo y se destapa como un gran llegador.

Es que sin balón sorprende. Ningún rival le hace caso porque no llega a la portería rival mediante una pared o tras una jugada individual. Él ve que la jugada está yendo por una banda y, por sorpresa, se planta en el borde del área esperando el pase atrás. Es ahí cuando saca a relucir ese golpeo de interior tan característico. Coloca bien la cadera, acompaña el lanzamiento y la pone pegada a un palo.

Lo que más me sorprendió cuando vi este año al Reus es su capacidad para, con pocos toques, superar líneas y organizar el juego de su equipo.

Exactamente. Volvemos a lo de antes: ve el fútbol antes que los demás. La gente se piensa que jugar a esto es fácil, pero hacerlo al primer toque y con el sentido que lo hace Ramón es muy complicado. Sabe qué tiene que hacer en función de lo que sabe hacer, si tuviera otras cualidades haría otras cosas. Para mí eso es tener talento.

Y cuando su equipo tiene el balón, ¿qué características le describen?

Tiene una capacidad buenísima para saber girar el juego de un lado a otro, sacando así el balón de zonas de conflicto. Está la pelota en un espacio con muchos contrarios y, mediante un control orientado con esa pala que tiene (calza un 47), se abre hueco y te mete un pase en amplitud de 20 metros.

En su presentación, Folch habló de esa estadística que le cataloga como el mejor recuperador de Segunda la pasada temporada. Dijo que nunca se consideró eso, que lo que sí intenta siempre es estar en el sitio adecuado.

Es que es así. Ramón no es un pitbull, para que nos entendamos. No va detrás de nadie con la lengua fuera, se dosifica. Su gran toma de decisiones, que es en definitiva lo que le agranda como jugador, le permite ir o no a la presión. En función de la velocidad a la que va un balón, él lo va a presionar porque sabe que ese control se le puede ir al contrario. Roba balones porque sabe dónde van a caer. Y eso es una cualidad importantísima en un mediocentro.

Algo que se comenta mucho cada vez que el Oviedo ficha a un jugador es si sabrá aguantar la presión que supone jugar cada 15 días en un estadio como el Tartiere.

Ramón no se arruga. Si falla un pase a la jugada siguiente volverá a pedir el balón. No le importa el público. Estoy convencido de que en Oviedo va a rendir. Además es que el campo, mojado y que da velocidad al juego, le va al pelo. Cuando me preguntó para ir a un sitio u otro (Cádiz), yo le dije que tenía que ir al norte, donde corriera la pelota. Yo jugué en el Xerez y sé lo que es jugar a las cinco de la tarde y que no corra la pelota (ríe).  

¿Cómo crees que puede encajar en el método de juego de Anquela?

Yo creo que Anquela es uno de esos entrenadores que tienen un sentido muy agudo de lo que tiene que sacar a sus futbolistas. Lo veo un técnico de dar protagonismo a los jugadores y no a él mismo. Le puede sacar el máximo rendimiento a Folch.