Tablas en El Toralín

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Toché y Folch al acabar el partido
Toché y Folch al acabar el partido Real Oviedo

El Oviedo empata (1-1) en Ponferrada en un partido en el que mostró su solidez al mismo tiempo que su falta de fluidez

27 jul 2017 . Actualizado a las 08:55 h.

La pretemporada continúa y el Real Oviedo disputó en la tarde de ayer su cuarto encuentro desde que el equipo de Juan Antonio Anquela comenzara a entrenar el pasado 10 de julio. El escenario de dicho partido fue El Toralín, estadio mítico que presentó una entrada más que aceptable para las fechas en la que estamos. La Ponferradina, uno de los gallitos de su categoría y candidato claro al ascenso a Segunda era un rival no poco exigente para los carbayones.

Anquela volvió apostar por dos equipos totalmente diferentes para cada parte. En el primer tiempo Juan Carlos defendió la portería, con Diegui, Valentini, Carlos y Álvaro en defensa. Doble pivote, como en los tres partidos anteriores, para Rocha y Edu Cortina. Ortiz y Berjón en los costados y la pareja Asier-Linares en punta. El partido comenzó espeso y en los primeros 15 minutos ninguno de los dos equipos fue capaz de combinar con fluidez en campo rival. Los azules se mostraron sólidos atrás pero sin muchas ideas arriba, siendo un gol anulado a Linares la única oportunidad en dichos minutos.

Los de Terrazas llegaban únicamente tras centros laterales de sus extremos, siendo Caiado el más incisivo. El Oviedo subió el ritmo y en 12 minutos gozó de tres claras ocasiones. Primero Linares peinó un balón que dejó a Berjón solo ante Dinu, pero al estar algo escorado su disparo estuvo bien tapado por el portero rumano. Luego llegaría el segundo gol anulado al 10 azul: buen centro de Ortiz desde la derecha y Linares, con la mano en una jugada maradoniana, introduce el balón en la portería. Por último, en el 40', un gran pase largo de Edu Cortina volvió a dejar Linares solo ante Dinu, rematando el aragonés al larguero. Así acababa un primer tiempo donde Cortina volvía a demostrar lo cómodo que se está encontrando en este inicio de pretemporada. 

Tras el descanso y como dijimos antes, Anquela lo cambió casi todo. Alfonso en la portería, Viti, Prendes (Josín entró en el 67'), Carlos y Christian en defensa, Ánder y Rocha (Folch entró en el 80') doble pivote, Pucko y Aarón por bandas y Steven-Toche en la punta de ataque. Con las sustituciones el Oviedo cambió su forma de atacar y los costados se convirtieron en los grandes protagonistas. Ñíguez lo intentó casi siempre y se le vio con chispa. Pucko, por su parte, no paró de encarar a su par, contando con la inestimable ayuda de Viti, que con sus arrancadas puso en jaque a la defensa berciana. En una combinación de este tipo llegó el 0-1. Steven cae a banda y recibe el pase de Pucko, Viti desdobla por dentro, llega al área y da el pase de la muerte a un Toché que solo tiene que empujarla. 

Tras el gol el Oviedo tuvo otra clara oportunidad en los pies de Pucko, pero su disparo se fue rozando el palo izquierdo. Dicha llegada sería, prácticamente, la última con peligro de los carbayones. La Ponfe se estiró y comenzó a llegar a la portería de Alfonso, que se lució tras una volea de Jon García. Con el partido algo caliente tras un rifirrafe protagonizado, como casi siempre, por Christian, el Oviedo seguía teniendo a Viti y sus continuas subidas su gran arma para crear peligro. En el 77', Menudo empataría el partido con un golazo de falta directa. La Ponfe acabó mejor el partido, tirando de centros laterales para poner en apuros a Alfonso Herrero, aunque el resultado no se volvió a mover. 

De esta manera y ya con varias semanas de entrenamientos en las piernas, el Oviedo de Anquela sigue sin saber lo que es perder. El próximo encuentro será el sábado a las 20:30 horas, en Puente Castro y ante la Cultural, en el que será el segundo encuentro  de pretemporada de los azules ante un equipo de su misma categoría.