Oro parece...

MIGUEL VICENTE OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

tebas
JuanJo Martín

Artículo de opinión de Miguel Vicente

12 oct 2017 . Actualizado a las 18:00 h.

España es el país de la picaresca, probablemente el que tiene más trileros por metro cuadrado. El fútbol por desgracia, no escapa de sus garras. La Liga de Fútbol Profesional es buen ejemplo de ello.

Una de las últimas miserias de la LFP son sin duda, las multas impuestas a los equipos que tengan baja ocupación en su U televisiva.

Para quienes no sepáis qué es, se puede denominar la zona de grada a la que alcanza el tiro de cámara en la retransmisión de un partido.

Es una medida absurda a la vez que mezquina, pues para la LFP queda claro que no importa que haya buena ocupación, sino que lo parezca. Me recuerda una parte de un libro de mi infancia en el que a Fray Perico le vendían lo que parecía un bello corcel con fuerte dentadura y en realidad había adquirido un borrico con dientes de cera.

Otra muestra y van muchas de la inoperancia en la LFP ya no sólo de crear una competición equitativa, sino atractiva para el público nacional y también para su venta al extranjero.

Llevamos muchos años escuchando que somos la mejor liga del mundo, con los mejores jugadores. Para mi, la reflexión está clara. A sabiendas de que la Premier del Reino Unido nos pasa por encima en cuanto a ingresos, una de dos: o nos mienten a la cara o confirman que son incapaces de vender el producto que tienen, a su precio de mercado. Está claro que en cualquiera de los supuestos deben irse y dejar su sitio a gente que no mienta o sea más capaz. Aunque tampoco debemos olvidarnos de los clubs que tienen su parte de culpa, ya que son quienes les eligen  y siguen sus normas absurdas.

Estoy de acuerdo en que los ingresos televisivos para los clubs son su principal fuente de financiación y deben cuidar parte de sus propuestas y necesidades, pero hay que tener claro que deben plantarse cuando esas necesidades confronten con las de las aficiones que a final de cuentas son los que siempre están en los momentos complicados, cuando todo el mundo mira hacia otro lado. Que nadie dude que si las televisiones encuentran otra herramienta más beneficiosa para ellos que el fútbol, lo dejarán de lado. Cuiden a sus aficionados que son los que seguirán ahí cuando eso pase.

Cuiden de sus aficionados unos y de sus negocios otros, antes de que no quede nadie a quién cuidar.