Un buen carro que espera más

JORGE REGADERA OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Anquela Real Oviedo Tartiere Horizontal.Anquela da ordenes durante el encuentro
Anquela da ordenes durante el encuentro Real Oviedo

Artículo de opinión de Jorge Regadera

04 dic 2017 . Actualizado a las 23:55 h.

¿Por qué no llenar más el carro? Si hace nada primaba la escasez en el mismo, ahora que domina el material de calidad, con buenos acabados, ligero y veremos si duradero en el tiempo, no parece descabellado. Juan Antonio Anquela, sus futbolistas y la afición han realizado un arduo trabajo de investigación y actuación que ha finalizado con éxito. Eso sí, la operación en torno al Real Oviedo sigue abierta y no se descarta que en los próximos días haya más novedades. El remolque está en buen estado y con espacio disponible para nuevas piezas que lo hagan rodar con más facilidad y fiabilidad.

Analizando las novedades, en primer lugar, nos encontramos con un nuevo sistema en el equipo. La disposición con tres centrales, dos carrileros, doble pivote y tres hombres arriba con libertad no ha hecho otra que generar beneficios. Es claro que así se están viendo las mejores versiones de algunos de los futbolistas azules. Diegui y Mossa destacan en la zona ofensiva por banda, la defensa está más arropada y con Forlín como líder desde el centro de la zaga, el doble mediocentro parece que ha encontrado la manera de generar equilibrio con Rocha y Folch como actores principales. El primero trabaja, juega, colabora puntualmente con goles y el segundo parece más liberado. Arriba lo que prima es la libertad. Los buenos, como afirma el técnico, principalmente sólo tienen la misión de mostrar su calidad para que los azules generen peligro y ganen partidos. Con menos responsabilidades defensivas es más fácil, aunque como se vio el sábado, algunas tienen, son innegociables, y han demostrado que pueden cumplir con ellas. Si Aarón y Saúl ya eran viejos conocidos, nunca hay que negarse a nuevas amistades y ahí está Yeboah. El ghanés ya aporta, está suelto y ha entendido que jugando para once también se puede destacar. Además, Linares, que no negocia el trabajo, pone dentro lo que toca. Es raro que la mejoría individual no repercuta en una colectiva. La recuperación de efectivos también ha ayudado a aumentar el nivel de confianza. 

«La disposición con tres centrales, dos carrileros, doble pivote y tres hombres arriba con libertad no ha hecho otra que generar beneficios»

Del carro tira Anquela. Cuesta empezar, como en casi todo, especialmente cuando hay mucho que ensamblar y gran parte de los recursos no han estado disponibles durante el tramo consumido de temporada. Y oye, ha podido sacarlo del barro. «Mi sistema normal sería un 4-2-3-1 o un 4-4-2 con un segundo punta. Lo he hecho siempre en todos los equipos, pero si no se tiene esa figura, hay que buscar otra historia». El técnico pronunciaba estas palabras el 23 de noviembre en la previa del choque frente al CD Numancia en el Carlos Tartiere. El Real Oviedo salía con ese nuevo sistema, vencía por tres goles a uno y quien comanda el proyecto deportivo decía en sala de prensa que «habían sido mejores durante más tiempo».  Ahí esta el mérito del jienense. Ha sabido dar el paso para no morir con sus ideas, ha tenido la capacidad de adaptar su forma inicial de pensar para que el equipo creciese. El estirón ha sido contundente, rápido, y su discurso, el de seguir trabajando, la única manera de poder ganar algún centímetro más.

Abriendo otra bolsa, nos encontramos con el balón parado y la estrategia ofensiva. El equipo ha sacado muchos puntos en esa parcela. Carlos Hernández se ha destapado como un gran cabeceador y este sábado quedó patente que no todo es ponerla y buscar un testarazo. El centro plano y duro de Saúl frente al Lorca y el remate de volea de David Rocha desde la frontal del área es la demostración de que el equipo trabaja la pizarra e incluso se atreve a improvisar cuando la jugada inicialmente marcada no es la que, a posteriori, genera que los oviedistas se pongan por delante en el marcador. En un deporte en el que casi todo está inventado, nunca está de más sorprender. La conclusión es que los azules han anotado veintiséis tantos y doce han llegado a pelota quieta. Casi nada…

Aun así, parece que el carro tiene buenos apoyos y la capacidad de resistir con más cosas encima. Con un poco de organización y de buen hacer a la hora de buscar las esquinas, quedan huecos para más introducciones. Un ejemplo, la defensa del balón parado, donde el equipo sufre. Los rivales siguen ganando la partida en demasiadas ocasiones. Falta contundencia en las marcas y en los despejes. También es posible tirar lo que no vale. No parece mala idea dejar fuera esas breves lagunas de tiempo en las que los carbayones pierden el control del encuentro. Con algo más de posesión y un poco más oficio, la lectura ya puede ser más correcta.