Tanto Anquela como sus jugadores conocen a la perfección dónde está el punto fuerte del Cádiz
08 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«Tenemos que vigilar bien los contraataques. Tienen jugadores en banda que quizá son los más rápidos de la categoría. Intentaremos minimizar esas contras». Esto es una frase de Ramón Folch, que tras el primer entrenamiento de la semana no dudó en señalar el punto fuerte del Cádiz, próximo rival del Real Oviedo. Si el derbi asturiano fue una batalla de alto voltaje, el partido del sábado en el Carranza va por el mismo camino.
Los azules se recorrerán España para jugar ante un rival con el que están empatados a todo. Ambos comparten la segunda plaza de la tabla (aunque los gaditanos van por delante al tener mejor diferencia de goles) gracias a sus 44 puntos, fruto de 12 victorias, 8 empates y 5 derrotas. Es en el juego donde están las diferencias entre andaluces y asturianos. Mientras que el Oviedo es un equipo que presiona cuanto más arriba mejor e implica en el ataque a muchos de sus jugadores, el Cádiz prefiere esperar a su rival en campo propio, cerrar los huecos de dentro y aprovechar las contras para hacer daño.
Es ahí, en los costados, donde están los que para Folch son los jugadores más rápidos de la categoría: Álvaro García y Salvi. Ya desde la temporada pasada, el de Utrera y el de Sanlúcar de Barrameda son las grandes estrellas del conjunto de Álvaro Cervera. Su potencia, verticalidad y gol les hacen ser un dúo temible, cuyo peligro aumenta cuando el delantero centro que les acompaña (Carrillo, Barral o incluso Jona) tiene el día de cara a puerta. Entre los dos suman nueve goles y ocho asistencias, y equipos como el Barcelona B, Sporting, Córdoba o Zaragoza ya han sido víctimas de sus asociaciones.
La fórmula para intentar frenarles parece clara y Juan Antonio Anquela y sus jugadores la conocen: «Son rápidos, más que nuestros defensas. Hay que estar juntitos, repliegue rápido y atentos a las ayudas. Ya nos ha comentado el míster cómo quiere trabajar cuando se pierde el balón», decía Carlos Hernández ayer en la sala de prensa de El Requexón. Presión tras pérdida, ayudas continuas y evitar los unos contra unos a campo abierto. El Oviedo ya ha demostrado que puede competir perfectamente ante rivales que optan por un juego más elaborado, ahora toca hacer lo mismo contra un equipo diferente.
