Kily: «Soy carbayón, azul y moriré siendo así»

ALFONSO SUÁREZ OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Kily Real Oviedo Grisu

El exfutbolista del Real Oviedo repasa la actualidad del club y su momento personal

21 feb 2018 . Actualizado a las 21:51 h.

David Álvarez Aguirre, o Kily como se le conoce en el oviedismo, pasó un solo año en el primer equipo del Real Oviedo. Fue suficiente para ganarse el cariño eterno de toda una afición. El fútbol separó sus caminos, pero no sus sentimientos. Un jugador distinto y carismático que llegó a jugar una Copa de África con la selección de Guinea Ecuatorial. 

Actualmente juega en el Grisú tras haberse arrepentido de su decisión de cambiar las botas por el banquillo de entrenador. Él seguirá jugando al fútbol mientras «disfrute». Una filosofía de vida que ha aplicado en todas las categorías del fútbol, desde Segunda Regional hasta Segunda División B. 

Su momento actual, muy alejado del fútbol de primer nivel

-¿Qué tal van las cosas en el Grisú?

-Bien. Hicimos un equipo de amigos. Lo que intentamos es que ninguno se lesione porque todos tenemos nuestro trabajo. Es un hobby para nosotros más que otra cosa.

-Jugador, entrenador... ¿Se ven las cosas diferentes?

-Pues sí. La verdad que tras varias jornadas me di cuenta lo injusto que es el futbolista con el entrenador a veces. Siendo el mismo deporte creo que son dos cosas totalmente distintas.

Me acordé de muchos entrenadores que he tenido yo, la razón que tenían en muchas cosas… Me he dado cuenta que no estoy preparado para ser entrenador. Todavía me gusta tener el balón entre los pies. He vuelto a jugar otra vez. Le he pasado el testigo a un amigo y he vuelto a jugar con ellos y, sobre todo, divirtiéndome.

Siempre dije que el día que dejara de divertirme jugando al fútbol, lo dejaría de verdad. Todavía lo hago aunque sea 2ª Regional y espero estar un par de años más dándole a la pelota.

«Me he dado cuenta que no estoy preparado para ser entrenador. Todavía me gusta tener el balón entre los pies»

-La vocación en los banquillos todavía no te llama, ¿no?

-Me llamó en su momento y saqué el título. Pero cuando empecé a entrenar en el Grisú exigía cosas que muchos no me podían dar y me desesperaba. Decidí que era mejor seguir jugando al fútbol. Como todavía las piernas me daban para jugar, decidí dejar el banquillo. Mató el gusanillo con el femenino, ayudando a las chicas y al entrenador. Hago un poco de todo allí.

-Experiencias distintas en el fútbol has tenido unas cuantas, Copa de África incluida.

-Tuve la oportunidad y quizá no la supe aprovechar de poder llegar a algo más. La máxima categoría que he estado en Segunda División B. Pero por lo demás, he pasado por todas y en todas se aprende algo.

Luego ya es anecdótico que no siendo profesional haya jugado una Copa de África. Me lleve una de las mejores experiencias de mi vida: Ser internacional con un país, ver un estadio lleno, meter un gol en Copa de África, jugar contra gente como Didier Drogba…

Kily Drogba Real Oviedo Guinea Costa de Marfil.Kily y Drogba pelean un balon en un encuentro entre Guinea y Costa de Marfil de la Copa de Africa
Kily y Drogba pelean un balon en un encuentro entre Guinea y Costa de Marfil de la Copa de Africa

¿Qué sensaciones te deja el Real Oviedo?

-Pese a que en el primer equipo no estuviste muchos años, el oviedismo no te olvida. Te has ganado su cariño...

-Solo jugué un año en el primer equipo, en 2003. Lo que sucedió ese año es todo mágico. Para mí fue «bueno», entre comillas, que el Real Oviedo estuviera en esa situación porque me dio la oportunidad de jugar en el primer equipo. Me daba igual que fuese Tercera. Si hubiese sido Segunda Regional también hubiese disfrutado igual.

Tuve la suerte de meter el primer gol del Oviedo en Tercera. Al siguiente año, por circunstancias, tuve que salir. Habían firmado a Fradejas, que lo había hecho muy bien en el Langreo. Hicimos un cambio de roles. A él le salieron bien las cosas aquí y a mí en el Langreo. Me dio la oportunidad de dar el salto a un equipo grande como el Atlético de Madrid.

Toda la gente, la afición, nos trató muy bien a todos los que estuvimos aquel año allí. Las circunstancias fueron excepcionales. Agradezco que después de todos estos años la gente se acuerde de mí y me recuerden. Soy carbayón, soy azul y moriré siendo así.

«Dijimos que volveríamos y estamos volviendo. Somos de palabra»

-¿Cómo ves al equipo este año? ¿Qué se necesita para llegar a final de temporada arriba del todo?

-Le veo bien. A diferencia del año pasado, en cuanto a identidad de juego, sabemos a lo que jugamos. Anquela ha dado con la tecla. Somos un buen equipo. Nos ha costado al principio, pero sabemos a lo que jugamos, aunque este fin de semana perdimos algo la identidad.

Creo que el objetivo es playoff y subir y lo estamos consiguiendo. Si puede ser sin jugar playoff, sería maravilloso. Los oviedistas tenemos ya el corazón un poco que nos va a dar un infarto de tantos playoff que hemos jugado. Nos lo merecemos. Dijimos que volveríamos y estamos volviendo. Somos de palabra.

«Ser internacional con un país, meter un gol en Copa de África, jugar contra gente como Didier Drogba…»

-Parece que hay cosas distintas. Ha habido momentos de gran unión en el equipo, con la afición...

-Como afición, siempre se ha estado con el equipo. A veces, por haber pasado por momentos malos, apretamos al futbolista desde la grada. Venimos de unos años con problemas en el vestuario, cosas que han pasado raras, el entrenador que se va, con Hierro que el equipo los resultados no acompañaban…

Anquela ha conseguido lo que quizá el año pasado no se consiguió. Somos un equipo de verdad, una identidad de juego y los resultados acompañando. Al aficionado carbayón no se le puede poner ni un pero. Se suba o no se suba, me gustaría que siguiese Anquela porque ha dado con la tecla del equipo.

-El día del derbi fue memorable cómo se vivió desde la grada...

-Veníamos con ganas de derbi, de ver al Sporting en el Tartiere. El partido fue impresionante por parte de los azules, siempre hablo de mi equipo. Creo que fue claramente superior los 90 minutos del Tartiere. El aficionado lo festejó por todo lo alto incluso cuando se puso feo. Como futbolista, te lleva en volandas.

«Se suba o no se suba, me gustaría que siguiese Anquela porque ha dado con la tecla del equipo»

Polémica durante el derbi y tras él

-Aquel día ganaste un «amigo», ¿no?

-Por lo que veo sí porque no para de hablar todas las semanas de mí. Sinceramente, creo que las cosas del fútbol hay que dejarlas en el fútbol, tanto si eres futbolista como si eres aficionado o periodista.

Me hubiese gustado que me hubiese llamado por teléfono directamente a mí sin tener que hablar directamente en antena. Es un señor que hace las cosas así y cada vez que habla queda retratado. Yo solo intenté contestarle de la mejor manera posible con un vídeo. Él mismo ha quedado en ridículo.

Para mí, esto ya es pasado y sigue hablando de mí, pues él sabrá. Está claro que no es un profesional. Ha quedado retratado. Da igual que seas barrendero, abogado, médico o ingeniero de la NASA. La profesión de cada uno hay que respetarla y no tengo nada más que decir, ni pienso darle más publicidad a su programa.

«Da igual que seas barrendero, abogado, médico o ingeniero de la NASA»

-Desde aquel día también ha tenido otros encontronazos... Con Isaac Corrales, le lanzó alguna que otra chinita a otros periodistas... ¿No es algo que canse?

-Es que no sé hasta dónde quiere llegar este señor. Pasó lo que pasó. Dio su versión. Yo no quiero dar la mía. Creo que él mismo ha quedado retratado. Además, luego va de víctima con Isaac Corrales diciendo que le quiere echar las masas de Oviedo encima. No entiendo hasta dónde quiere llegar. Seguirá hablando porque quiere publicidad o audiencia. Será que le interesa. A mí no.