El nuevo Oviedo muestra su potencial ante el Deportivo

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Saúl, Tejera, Ibra y Mossa celebran el 1-1
Saúl, Tejera, Ibra y Mossa celebran el 1-1 Real Oviedo

El conjunto carbayón se lleva el Villa de Foz al vencer al Deportivo en los penaltis tras empatar en los 90' (1-1)

12 ago 2018 . Actualizado a las 20:47 h.

Aunque sea pretemporada y todo haya que cogerlo con pinzas, la última prueba del verano para el Real Oviedo prometía ser la más realista de cara a lo que empezará el fin de semana que viene. Y así fue.

El conjunto azul y el Dépor jugaron un partido serio, competido y que si no fuera por los aficionados en bañador y el carrusel de cambios podría pasar como un duelo oficial.

Juan Antonio Anquela y Natxo González sacaron un once muy similar al que comenzará el curso ante Extremadura y Albacete, respectivamente, y mostraron en el verde del Martínez Otero de Foz todo lo trabajado durante el verano.

El Oviedo de los centrocampistas

Anquela no quiso dar pistas en la portería y, como ya hiciera Alfonso el miércoles ante el Huesca, Nereo Champagne disputó los 90 minutos.

El técnico jienense puso en liza el siguiente once: Champagne; Carlos Martínez (Cortina 76'), Carlos Hernández, Christian (Forlín 69'), Mossa; Boateng, Tejera (Borja Sánchez 76'), Javi Muñoz; Diegui (Sandoval 2') (Steven 76'), Toché (Ibra (67'), Saúl Berjón (Javi Hernández 76').

El partido no pudo empezar peor y, pasado el primer minuto, un pisotón fortuito de Carles Gil a Johannesson acabó con el canterano azul en el vestuario. Su sitio lo ocupó un Sandoval que con el paso de las semanas se ha ido haciendo un hueco en el primer equipo.

El Oviedo puso en práctica todo lo entrenado en esta pretemporada y no le tembló el pulso para mover el balón en campo de un Dépor más tímido. Los de Anquela circulaban con fluidez y, como casi siempre, encontraban en Saul Berjón al jugador con más veneno. Ya en el 7' el ovetense estrelló un balón en el palo izquierdo de Ortolá. 

Los coruñeses, ordenados en el 4-3-1-2 característico de Natxo González, buscaban a la espalda de la defensa azul a unos siempre combativos Pedro y Quique. El Oviedo era superior en la medular, donde Tejera, Javi Muñoz y Boateng robaban rápido para luego llevar el balón de banda a banda buscando las superioridades.

El ghanés era un auténtico incordio para el ilustre centro del campo coruñés, formado por jugadores de amplia trayectoria en Primera como Mosquera, Bergantiños y Krohn-Dehli. Los carbayones encontraban pase en todo el ancho del campo, con Mossa y Carlos Martínez ofreciéndose constantemente y buscando a Saúl y a los dos interiores por dentro.

El primer tiempo moría y las ocasiones claras no aparecían. Champagne se estiró con maestría para blocar primero y desviar después dos lanzamientos de Quique y Pedro. Por su parte, en el 32' el colegiado anulaba un gol a Toché por fuera de juego tras finalizar una gran jugada cosida entre Mossa, Javi Muñoz y Saúl.

Ya en el 45', una combinación entre Berjón y Boateng acababa con el árbitro señalando penalti por mano, pero Toché erró el lanzamiento y el 0-0 reinó al descanso.

Goles y la intensidad, protagonistas del segundo acto

Tras el paso por los vestuarios, el Oviedo siguió jugando más tiempo en campo del Dépor que viceversa. Pero con este deporte nunca se sabe y fue el conjunto coruñés el que se adelantó en el marcador: falta botada por Pedro en el 60', Pablo Marí prolonga y Duarte en el segundo palo fusiló a Champagne.

Un aviso de Saúl a la escuadra izquierda de Ortolá y la entrada de Ibrahima por Toché fueron las acciones que precedieron al empate del Oviedo. Berjón, Javi Muñoz y Tejera masticaron con paciencia una jugada en el borde del área del Dépor, el balón le llegó a Carlos y su fantástico centro lo remató con potencia Ibra. Segundo rato del senegalés con la camiseta carbayona y segundo gol.

Llegó el carrusel de cambios y el partido elevó su intensidad en las disputas. Una accidentada jugada entre Cortina, Forlín y Carles Gil acabó con el canterano expulsado tan solo un minuto después de haber entrado al césped. Anquela corrigió y los azules pasaron a jugar con un 4-4-1 de urgencia.

Boateng pasó al lateral derecho, Steven por delante y Borja Sánchez haciendo pareja con Javi Muñoz en el doble pivote. El Dépor aprovechó la superioridad y se hizo dueño de los minutos finales, pero no pudo sobrepasar a un Champagne muy seguro en el juego aéreo.

Con el 1-1 como resultado final, los azules se llevaron el trofeo Villa de Foz en los penaltis, gracias a los goles desde los once metros de Javi Muñoz, Borja, Steven y Boateng y a la pena máxima parada por Champagne a Cartabia, después de que Gil mandara el balón al larguero.

La pretemporada del Real Oviedo termina y las sensaciones son buenas, pero como dice Anquela, lo importante llega el domingo. El conjunto azul cierra unas semanas en las que ha conseguido automatizar una idea nueva y el oviedismo espera con ansia el duelo ante el Extremadura del próximo domingo. Veremos si con Joselu vestido de corto.