La importancia de las palabras

Manu Gutiérrez OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Alejandro Arribas durante su etapa en Pumas
Alejandro Arribas durante su etapa en Pumas Alejandro Arribas

Arribas rechazó ofertas económicamente más altas para ser carbayón

31 jul 2019 . Actualizado a las 10:35 h.

El mercado de Segunda División es un mercado muy peculiar, eso no se le niega a nadie. De hecho, lo es el fútbol actual donde raro es encontrar al jugador que rechaza unos cuantos ceros en su futura nómina por jugar en un equipo u otro. En eso se está convirtiendo, o se ha convertido ya, el fútbol moderno: en unos cuantos ceros de más. 

Si alguien no está de acuerdo con ello, que se lo digan al Real Oviedo, que de no ser por esos ceros de más tendría en sus filas a uno de esos centrocampistas que bien te pueden aportar el equilibrio necesario a la medular para luchar por todo. Diamanka se dejó llevar por el dinero y no cumplió con una palabra dada al conjunto carbayón. Y es que esos ceros, además de haber cambiado el fútbol, pueden cambiar algo tan opuesto como un sí en un no. 

Cabe aclarar que es entendible que los jugadores actuales miren antes para su interés personal que para el de su club futuro, y de ahí que acepten siempre la oferta más suculenta para su futuro. Eso lo haríamos todos. Sin embargo, aún resta una clase de jugadores que no se dejan llevar por los ceros, quizás porque durante su carrera han visto tantos que se han mareado con ello;, pero lo cierto es que en este fútbol moderno, marcado por las cifras que se mueven en fichajes y en salarios, aún quedan jugadores clásicos, de los que dan la palabra y encima la cumplen. 

Si el Oviedo se llevó un duro revés con el fichaje de Diamanka hace un mes, ahora le ha llegado su recompensa ganando la batalla a Rayo Vallecano y Huesca en el fichaje de Arribas. El club carbayón no puede competir con muchos de los equipos con los que comparte categoría, pero si los recién descendidos se entrometen en su interés por un jugador, ahí sí que la batalla está perdida. Sin embargo, siempre hay y habrá una excepción: la palabra. La que en su día tuvo Tejera para decantarse por el Tartiere y no por Riazor. La que el lunes tuvo Arribas para reencontrarse con Sergio Egea y Michu en el Real Oviedo, demostrando que en el fútbol actual también hay excepciones en las que las palabras vencen a los ceros.