La Pizarra: A fuego lento

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Ziganda, durante el encuentro
Ziganda, durante el encuentro LaLiga

Analizamos en cinco claves la victoria del Real Oviedo ante el Sabadell

08 dic 2020 . Actualizado a las 14:38 h.

Paciencia, mucha paciencia. Eso tuvo el Real Oviedo en la Nova Creu Alta. Paciencia pese a que la primera línea azul no acababa de creer en el plan del doble pivote. Paciencia pese a que Nahuel Leiva no estaba teniendo el día. Paciencia pese a que Samuel Obeng no estuvo ni cerca de acompañar, ya no digamos ayudar, al equipo cuando se instalaba en campo rival. El gol carbayón llegó de la única forma que podía hacerlo, y eso siempre reconforta. El escenario y el contexto eran propicios para encallar, pero los de Ziganda no lo hicieron.

Los inicios del Oviedo: sí, pero no

A lo largo de la temporada, el Real Oviedo se va a encontrar muy pocos partidos tan propicios para hacer daño desde la salida de balón como el del domingo en Sabadell. Los arlequinados, con una presión tímida y poco coordinada, pusieron la alfombra roja para que el conjunto de Ziganda se instalase una y otra vez en campo rival. No fue así. La circulación era buena, el Oviedo encontraba el pase de seguridad y casi no sumaba pérdidas, pero no había profundidad.

Javi Mier, que muchas semanas después sí ocupó su demarcación ideal, se ofrecía continuamente a los centrales, esperando a la espalda de presión o incrustándose entre centrales. Pero la primera línea del Oviedo no daba el paso. Ni Edgar, que estaba capacitado, ni mucho menos Arribas, que aprovechó en contadas ocasiones el espacio que se liberaba en la medular. La imagen de abajo es el mejor ejemplo. 

Inicio del Oviedo: 1-Javi Mier, entre centrales. 2-Arribas, con balón, con opciones para decidir. 3-Presión del Sabadell
Inicio del Oviedo: 1-Javi Mier, entre centrales. 2-Arribas, con balón, con opciones para decidir. 3-Presión del Sabadell

Riki, una aguja en un pajar

El partido avanzaba, pero ni rastro de la acción. La cocción era muy lenta y el Oviedo tampoco se puso nervioso. Riki, en una demarcación que no es la que explota de verdad su talento, esperaba agazapado entre líneas, preparado para acelerar la jugada en cuanto tuviera ocasión. Lo hizo un par de veces, siempre asistido por Jimmy o por Mossa. El mediocentro, que asumió un papel más controlador que desestabilizador, sí lo encontró por dentro. Mossa, directamente, acudía al '21' porque Obeng no aparecía y Nahuel no estaba acertado.

Cuando Riki recibía, era capaz de girar y ejercer de bisagra, uniendo el flanco izquierdo y el derecho. Quizás, si Sangalli y Nahuel hubiesen aparecido un poco más en ese primer tiempo, los espacios que se generaban en la frontal del área local hubiesen sido un caramelo para el trío de mediapuntas. El ataque azul, casi siempre, se quedaba a medio hacer. Obeng, con dificultades para ser referencia y ofrecerse tanto al espacio como a la corta, era un ente al margen del juego carbayón.

Ataque posicional del Oviedo: 1-Jimmy, rompiendo líneas con el pase. 2-Riki recibiendo de espaldas y girando. 3-Sangalli llegando
Ataque posicional del Oviedo: 1-Jimmy, rompiendo líneas con el pase. 2-Riki recibiendo de espaldas y girando. 3-Sangalli llegando

El único peligro del Sabadell

Stoichkov es uno de los futbolistas con más talento de la Segunda División, pero ante el Real Oviedo no compareció. Él no tuvo el día, pero, sobre todo, sus compañeros no le dieron nada. Cuando pudo aparecer, dejó un par de pases al espacio que puso en aprietos a los centrales oviedistas, pero Guruzeta no inquietó a Femenías.

El único peligro llegaba desde la izquierda, había jugado en el Vetusta y se llamaba Pierre Cornud. El Sabadell, en un par de ocasiones tras el descanso, atrajo al Oviedo al flanco derecho para, con un cambio de orientación, encontrar a Cornud en izquierda. El francés recibía, aprovechaba el repliegue interior de Sangalli para sacarle unos pocos segundos y arrancar en conducción. De esa manera llegaron un par de centros que los centrales, con ayuda de Lucas en el primer palo, consiguieron mandar lejos de la zona de remate.

El peligro del Sabadell: 1-Cornud, con espacio para atacar. 2-Sangalli, que cerraba dentro, llega tarde. 3-Lucas, cerrado, ayudando a centrales
El peligro del Sabadell: 1-Cornud, con espacio para atacar. 2-Sangalli, que cerraba dentro, llega tarde. 3-Lucas, cerrado, ayudando a centrales

El gol no podía llegar de otra forma

Estaba faltando acierto y veneno en los últimos metros, pero la idea era buena. Así que el Oviedo no cambió su manera de intentar arañar al Sabadell. Hasta que el arañazo se convirtió en mordisco. La jugada comenzó con Jimmy sacando una falta y el balón pasó por toda la defensa hasta que Edgar, con un muy meritorio pase de zurda, puso el balón en la cabeza de Mossa. Ahí la jugada superó el primer nivel.

Javi Mier y Jimmy, como habían hecho a lo largo del encuentro, asentaron la posesión azul y permitieron a Nahuel entrar en juego. Y, esta vez, el rosarino no falló. Regate desde la izquierda, conducción hacia dentro y, cuando todo era un laberinto de piernas, encontró el camino. Mossa, haciendo de Sangalli, rompió al espacio. Obeng no remató y Sangalli, que tiene muchos registros, hizo de Sangalli. 14 pases dibujaron una circulación que, por fin, acabó viendo puerta.

Gol del Oviedo: 1-Nahuel, fuera-dentro y pase al espacio. 2-Mossa haciendo el desmarque de ruptura. 3-Sangalli apareciendo
Gol del Oviedo: 1-Nahuel, fuera-dentro y pase al espacio. 2-Mossa haciendo el desmarque de ruptura. 3-Sangalli apareciendo

Sin sustos

Dejaron un regusto amargo los minutos posteriores al 0-1. Ziganda tenía la oportunidad de dar la estocada: controlar el esférico, como ya lo estaba haciendo, e insuflar veneno a los últimos metros, dibujando así un contexto ideal a Riki, demasiado sediento de socios. El técnico navarro decidió no hacerlo. El '21', precisamente, fue el primero en abandonar el rectángulo de juego.

El cambio de Rodri, en ese preciso momento, no enriqueció ni un ápice el juego del Oviedo, que seguía tuerto a la hora de mirar portería rival. La figura de Jimmy se hizo cada vez más grande, manejando el tempo del partido, llegando a todas las ayudas, asociándose con Nahuel y Sangalli e, incluso, dando aire a los carbayones con alguna que otra conducción. 

El Sabadell no amenazaba, aunque el Cuco, como es lógico, no se fiaba. Grippo al césped y defensa de tres centrales: superioridad por dentro ante la doble punta rival y Mossa y Lucas pendientes de los costados. Fue un final tranquilo para el Oviedo, VAR al margen. «¿Es penalti?», le preguntó Arribas a Borja, que negó con todas las partes de su cuerpo. Ahí se acabó el encuentro.

Últimos minutos del Oviedo: 1-Tres centrales, superioridad. 2-Mossa pendiente de la marca en banda. 3-Lucas, cerrando y pendiente de la derecha
Últimos minutos del Oviedo: 1-Tres centrales, superioridad. 2-Mossa pendiente de la marca en banda. 3-Lucas, cerrando y pendiente de la derecha