Un hombre que cambió un equipo

ALFONSO SUÁREZ OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Francesc Arnau Real Oviedo.Francesc Arnau, en la sala de prensa del Carlos Tartiere
Francesc Arnau, en la sala de prensa del Carlos Tartiere Real Oviedo

El fallecimiento de Francesc Arnau deja en shock al club y familia oviedista

24 may 2021 . Actualizado a las 09:25 h.

En el imaginario popular, Francesc Arnau quedará como un guardameta que completó su carrera deportiva entre el FC Barcelona y el Málaga. Para el oviedismo, será la persona que llegó en el peor momento posible y que tuvo la capacidad para rediseñar un equipo a contrarreloj y de manera exitosa. Tomó decisiones, acertó, también se equivocó, trabajó hasta el último día y se marchó dejando un gran vacío.

La noticia corrió como la pólvora en las primeras horas del sábado por todo Oviedo. Solo cuando el propio club lo confirmó de manera oficial, los susurros se convirtieron en realidad. De ahí, al drama. El de una familia que queda rota. Mujer, dos hijos, padres y muchos amigos y excompañeros que hoy lloran su pérdida.

Formado en las categorías inferiores del FC Barcelona, Francesc Arnau Grabalosa (Les Planes d'Hostoles, Cataluña; 23 de marzo de 1975-Oviedo, Asturias; 21 de mayo de 2021) llegó al primer equipo catalán de la mano de Bobby Robson. El técnico inglés le hizo debutar en un choque ante el Atlético de Madrid que terminó con un abultado 3-3. Era una época en la que defender la meta del Barcelona era un oficio de mucho riesgo. Tras la salida de Andoni Zubizarreta, junto a Francesc, pasaron Carlos Busquets, Vitor Baía, Julen Lopetegui, Ruud Hesp, José Manuel Reina, Richard Dutruel o Roberto Bonano. Ninguno de ellos triunfó. Ninguno perduró hasta la aparición de Víctor Valdés.

Cansado de tantos vaivenes y de apenas disfrutar de una temporada con cierta continuidad (16 partidos en la 99/00), el catalán hizo las maletas rumbo a Málaga, ciudad y equipo que marcarían de forma definitiva su carrera deportiva, tanto en el terreno de juego como en los despachos.

Las cosas no empezaron bien en la capital de la Costa del Sol. Primera temporada en blanco y en la segunda, apenas tres partidos. Las cosas cambian a partir de la 2003/04 en la que se afianza tres temporadas como titular en Primera División. Se mantiene en el club malaguista pese al descenso de la 05/06 y consigue ascender dos temporadas después. Se retiraría en 2011 tras diez temporadas defendiendo la portería de La Rosaleda.

Del campo a los despachos

Apenas pasó tiempo parado y Francesc colgó los guantes para enfundarse la americana. Del césped a formar parte de la dirección deportiva andaluza. Desde la academia del club a convertirse en el líder del área. Solo la llegada del jeque Al-Thani lo apartó de su puesto en 2018.

Tardó un tiempo, pero pronto le llegó una nueva aventura. Un desafío mayúsculo en la capital del Principado. Arnau aterrizó en Oviedo y se encontró a un equipo que se desangraba en el descenso, sin liderazgo interno y sin una estructura profesional.

Sus primeros meses fueron frenéticos. Hasta la llegada de David Comamala, su mano derecha, apenas tuvo apoyo. Eso no le impidió completar un mercado de invierno tremendamente exitoso. La primera piedra para una salvación que parecía imposible. Las llegadas de Luismi, Lunin, Grippo o Rodri Ríos fueron fundamentales, como también lo fue la apuesta personal por José Ángel Ziganda.

Esta campaña las cosas no salieron tan de cara y el equipo no fue capaz de cumplir con los deseos más ambiciosos de club y afición. El director deportivo ya se encontraba inmerso en la planificación del curso que viene y en la jornada del viernes se le vio departir con miembros del consejo de administración. El foco puesto en la continuidad del entrenador oviedista.

Las muestras de dolor y los mensajes de pesar no han cesado desde el mismo momento que la noticia se hizo pública. Toda marcha causa desazón. Cuando se trata de una persona joven, ese desconsuelo se mezcla con incomprensión y rabia. Descanse en paz.