La Pizarra: Brugman, Luismi y los demás

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Brugman y Luismi disputan un balón con Villalba durante el Sporting-Oviedo
Brugman y Luismi disputan un balón con Villalba durante el Sporting-Oviedo LFP

Analizamos el papel del centro del campo del Real Oviedo en la victoria de los azules en el derbi asturiano

21 abr 2022 . Actualizado a las 11:42 h.

Está el Real Oviedo en ese momento en el que todo fluye. En el derbi asturiano disputado en El Molinón, los oviedistas volvieron a demostrar que hay pocos equipos en la categoría tan buenos como el carbayón y que a la hora de mimar el esférico las ideas están cada vez más asentadas y las variantes son más numerosas. Y en el centro de todo esto —nunca mejor dicho—, el doble pivote azul. De Gastón Brugman ya nada sorprende, mientras que Luismi sigue su escalada hacia su mejor nivel. Frente al Sporting, los mediocentros del Oviedo supieron adaptarse a un primer tiempo en el que las transiciones tuvieron su cuota de protagonismo para luego, directamente, gobernar el partido con mano de hierro tras el descanso. 

Líderes en la presión

No es el Sporting el equipo con las ideas más claras en salida de balón y José Ángel Ziganda se aprovechó de ello. Los rojiblancos iniciaron el derbi queriendo salir desde atrás, con Rivera uniéndose a Berrocal y Babin y con Pedro Díaz esperando por dentro. El Oviedo, con su rocoso 4-4-2 de siempre, no tuvo grandes problemas para evitar el avance rojiblanco e, incluso, forzar varias pérdidas. Bastón y Javi Mier dejaban a la primera línea tocar y a su vez tapaban pase por dentro. Por detrás, el centro del campo se movía al unísono tapando líneas de pase y solo Brugman tenía la libertad para saltar a Pedro Díaz en caso de que recibiese. Pasó poco. ¿Qué era lo que terminaba sucediendo? Pase largo de Babin o Rivera buscando a Djuka, que salvo en un par de ocasiones le costó un mundo hacerse fuerte ante Tarín y Dani Calvo

1-Babin, con Berrocal a la derecha y Rivera a la izquierda. 2-Bastón y Javi Mier. 3-Centro del campo del Oviedo, con Brugman pendiente de Pedro Díaz
1-Babin, con Berrocal a la derecha y Rivera a la izquierda. 2-Bastón y Javi Mier. 3-Centro del campo del Oviedo, con Brugman pendiente de Pedro Díaz

Recuperar el balón para jugar después

El dominio posicional de la pareja Brugman-Luismi fue inuestionable durante casi todo el encuentro. Los oviedistas siempre estaban mejor colocados que Rivera y Pedro Díaz, aunque el primer tiempo fue distinto al segundo. Al comienzo del partido, el Oviedo utilizó también la transición, enlazando varios ataques rápidos tras robar en campo rival. La banda derecha fue protagonista de dichos ataques, con Viti y Lucas, que se aprovechó de las nulas ayudas del Puma, poniendo el picante azul. Poco a poco, el doble pivote carbayón fue sumando presencia con balón y acumulando recuperaciones en los balones divididos. 

1-Berrocal despeja. 2-Brugman y Luismi, ocupando la medular. 3-Pedro Díaz y Rivera, muy cerca de Berrocal
1-Berrocal despeja. 2-Brugman y Luismi, ocupando la medular. 3-Pedro Díaz y Rivera, muy cerca de Berrocal

Cuando cualquiera de los dos equipos jugaba directo, la segunda jugada acababa en las botas de Brugman o Luismi. Fue una constante. Si despejaban uno de los dos centrales del Sporting, Pedro y Rivera estaban demasiado cerca de ellos. Si era Femenías el que golpeaba en largo, Bastón, Mier o Borja disputaban con Pedro, Rivera y los centrales mientras que los dos mediocentros se preparaban para ganar la posesión. Lo cierto es que el balón siempre acababa en dominio carbayón, el pase de seguirdad aparecía —gran Luismi en esta faceta— y, a partir de ahí, el ataque en campo rival daba comienzo. 

1-Pedro Díaz va a la disputa de cabeza. 2-Brugman y Luismi, solos en la medular, preparados para ganar la posesión
1-Pedro Díaz va a la disputa de cabeza. 2-Brugman y Luismi, solos en la medular, preparados para ganar la posesión

Brugman y Luismi en campo rival

El futbolista uruguayo ya avisó en el primer tiempo de lo que acabaría haciendo una y otra vez tras el descanso. Cuando el Oviedo lograba asentarse en campo rival, el ataque miraba al perfil izquierdo y el nombre de Pierre Cornud apareció en el partido. El francés supo aprovechar las vigilancias sobre Borja Sánchez y el propio Brugman para atacar una y otra vez el espacio que se generaba en banda. Desde el primer ataque, además, mostró una precisión en el centro pocas veces vista esta temporada. Así llegaron las grandes ocasiones de Luismi primero y Javi Mier después. 

1-Brugman filtrando pase a la espalda de Aitor García. 2-Cornud
1-Brugman filtrando pase a la espalda de Aitor García. 2-Cornud

Pedro Díaz, Aitor y Bogdan no supieron ajustar. El Oviedo se asentaba en el perfil izquierdo y, con Brugman como gran líder en la toma de decisiones, encontraba la manera de progresar y dar continuidad a la jugada. Una opción era la más simple: un 2vs2 en banda en el que dos factores eran fundamentales: las dificultades de los extremos del Sporting (Aitor o Puma, daba igual) para seguir a su par y la capacidad de Borja Sánchez para atraer y soltar el pase en el momento preciso. Cornud salivaba. 

1-Borja Sánchez, con balón. 2-Cornud. 3-Brugman
1-Borja Sánchez, con balón. 2-Cornud. 3-Brugman

¿Si el cebo de Borja Sánchez no era mordido por Aitor y Pedro Díaz y estos tapaban pase por dentro? No pasaba nada, Brugman aguantaba, la escondía y acababa buscando en largo a Cornud, que siempre atacaba la profundidad libre aprovechándose de que Bogdan estaba pendiente de Borja Sánchez. El uruguayo siempre acababa encontrando la solución. 

1-Brugman, con balón. 2-Cornud. 3-Borja Sánchez. 4-Pedro Díaz y Aitor García
1-Brugman, con balón. 2-Cornud. 3-Borja Sánchez. 4-Pedro Díaz y Aitor García

Minutos antes de que entre Cornud, Berrocal y Pichu Cuéllar marcasen el tanto del Oviedo, los azules atacaban al Sporting de la misma manera. Una y otra vez: Brugman con balón, pase por dentro a un Borja perseguido por Bogdan y espacio generado para Cornud. Nadie seguía al francés, cuyo marcador se quedaba descolgado. Eso sí, al Oviedo siempre le faltaba algo en los últimos metros para acabar de hacer daño de verdad.

1-Brugman, con balón. 2-Borja, el que recibe el pase de Brugman. 3-Cornud, el que aprovechará el espacio
1-Brugman, con balón. 2-Borja, el que recibe el pase de Brugman. 3-Cornud, el que aprovechará el espacio

El origen del gol y el apoyo de Rama

Hugo Rama, más asociativo y, sobre todo, más con las piernas más frescas que el Javi Mier al que sustituyó, entró con una misión: sumarse a la fiesta del perfil izquierdo. Y tardó menos de diez minutos en hacerlo, al igual que un Sangalli muy participativo partiendo desde la derecha. La jugada del 0-1 comenzó como casi todas las anteriores, pero esta vez había un invitado más vestido de azul. 4 vs 4 en dicha banda, pase filtrado de Brugman y ya estaba armada. 

1-Brugman dando el pase por dentro. 2-Borja, el que recibe. 3-Hugo Rama, receptor de la dejada de cara de Borja. 4-Cornud
1-Brugman dando el pase por dentro. 2-Borja, el que recibe. 3-Hugo Rama, receptor de la dejada de cara de Borja. 4-Cornud

El pase del uruguayo desactivó de la jugada a Pedro Díaz y a Villalba, que ya estaba jugando en banda y que mostró las mismas carencias en las ayudas que Puma o Aitor. Borja Sánchez recibió, atrajo como siempre la marca de Bogdan y ahí estaba Rama para recibir de cara, obligando también a los centrales rojiblancos a estar más hundidos. El gallego solamente tuvo que controlar y el pase a Cornud ya estaba dibujado. El resto es historia de los derbis asturianos.

1-Hugo Rama, con balón. 2-Cornud. 3-Pedro Díaz y Villalba, ya fuera de la jugada. 4-Bogdan, con Borja Sánchez
1-Hugo Rama, con balón. 2-Cornud. 3-Pedro Díaz y Villalba, ya fuera de la jugada. 4-Bogdan, con Borja Sánchez