Camarasa no se guarda nada: «Hay que saber parar y permitirte estar mal»

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Camarasa golpea un balón en El Requexón
Camarasa golpea un balón en El Requexón Real Oviedo

«No fue cuestión de una semana y hubo un día en el que ya no podía más, sinceramente», dice el centrocampista del Real Oviedo

19 oct 2023 . Actualizado a las 12:04 h.

Minutos antes de que empezase el entrenamiento del Real Oviedo, el primero de los azules tras disfrutar de dos días de descanso, Víctor Camarasa analizó la actualidad azul en sala de prensa. Fue una comparecencia especial para el centrocampista valenciano. Camarasa, que volvió hace unas semanas tras estar de baja con el fin de cuidar su salud mental, habló de cómo vivió todo el proceso que todavía está en marcha y cómo está ahora. 

Cómo está y cómo vivió todo

«Estoy bien. Ya ha pasado ese tramo complicado y estoy en proceso de recuperación, pero me encuentro bien y con motivación. Creo que todo irá a mejor».

«Son muchas sensaciones: impotencia, no saber qué te pasa… No fue cuestión de una semana y hubo un día en el que ya no podía más, sinceramente. Lo más duro seguramente sea reconocerlo, es algo que hoy en día no se cuenta tanto y desde aquí animo a todo el mundo a que lo haga. Me sirvió y creo que le puede servir a mucha gente. Es algo muy importante».

«Había pasado días de llegar a casa y estar mal, pero enseguida encontraba la motivación. Mi lesión de rodilla la sufrí durante tres años, pero no llegué a pasar lo que pasé ahora con esto. Antes no podía entender cómo alguien con todos los medios, con todo de cara en la vida, podía sentirse así. Y en realidad es un cumulo de cosas lo que te hace estar mal. Ahora no podía, es que no podía».

La importancia de otras cosas para un futbolista

«Diría que no hay que aguantar tanto. No por ser futbolista o tener una vida idónea no puedes tener problemas, hay que saber parar y permitirte estar mal. No quiere decir esto que a la primera de cambio tal, pero cuando ves que no, parar y buscar ayuda. Esto último ayuda muchísimo. Ayer o anteayer me dieron el alta, pero seguiré trabajando con el profesional con el que estoy».

«Lo que más me ayudó fue aislarme completamente. Estaba muy atado al fútbol, no sé si también tuvo que ver estar tanto tiempo fuera por lesión y querer estar bien… Se juntan tantas cosas que no sabes. Lo que diría que más me ha ayudado es eso, aislarme totalmente con mi pareja. Y hablar con el psiquiatra con el que estoy hablando, claro».

¿Es un ejemplo?

«Puede ser, no sé. Espero que sirva a los demás, porque seguro que le pasa a mucha gente. Estamos sometidos a presiones, a nuestros problemas del día a día como cualquier persona. Es un mundo complicado en el que le bailamos todo al fútbol y, como dice el míster, hay cosas más importantes. Es un pilar muy importante y no sé a qué acusar este proceso que he vivido, sigo sin saberlo y simplemente pasa, pero hay que diferenciar. El fútbol es muy importante, pero hasta cierto punto, si hay que parar se para y no pasa nada».

Su proceso de recuperación

«Fue un proceso largo. El primer día que hablé con el profesional con el que estoy trabajando le dije que no encontraba motivación para entrenar. Me dijo que tenía que aislarme totalmente de lo que es el fútbol, pero yo pensaba que esto tendría que pasar, porque no puedo estar sin trabajar y sin jugar a futbol. Me marché fuera unos días con mi pareja y estuve entrenando, jugando a tenis y haciendo cosas que me ayudaron y que necesitaba. Gracias a ese aislamiento del futbol pude volver poco a poco. Cuando volví aquí a Oviedo ya dije que quería volver a entrenar y me dijo que calma. Hay que ir poco a poco, estoy bien, pero seguimos trabajando».

«Este es un mundo en el que haces lo que te gusta, tienes dinero, entrenas por la mañana y luego tienes tiempo libre… Hay gente que no entiende que pueda estar mal y no la culpo, pero somos personas y cada uno tiene sus problemas. Eso hay que entenderlo».

«La autoexigencia ha sido uno de los principales problemas. A lo mejor estaba dándole más importancia a una cosa mal que a cinco bien. Creo que siempre puedo dar más, pero a veces, sencillamente, no se puede. Por cualquier razón. Eso me afectó mucho, tengo esa confianza en mí y la perdí y luego ya vinieron cosas que no podía controlar».

«Jugar es lo que más me gusta, disfruto haciendo esto y soy un afortunado. Tengo que aprovecharlo. Estoy encantado de entrenar cada día, de jugar cuando tenga que jugar y seguir con esto».

El apoyo de todo el mundo y el tema de las redes sociales

«Me he sentido muy arropado por todo el mundo. Estoy agradecido a todo el club, a la afición, a la prensa, compañeros… Es de agradecer porque fueron momentos complicados. Me aislé totalmente de las redes sociales y me centré en mi familia y amigos, ellos me empujaron a solucionar esto».

«A mí, personalmente, las redes sociales no me afectan. No me afectan lo que hablen de mí o para mal. Yo soy el primero que sé cuándo juego bien o mal. El día que empatamos contra el Racing de Ferrol metí gol y no estaba contento. Mi pareja y un amigo me decían que estuviese contento, pero no podía porque sé cuándo lo hago bien o mal. Las opiniones de la gente, y no quiero que parezca chulo o algo, pero no me afectan. Me importa lo que piensen los que estén junto a mí».

Cervera y Carrión

«Cuando llegué hablé con el míster (Carrión) y me dio su confianza, no me metió ninguna prisa. Se puso a mi disposición y eso me ha ayudado, claro. Con Cervera hubiera sido similar, porque ya antes de parar me mandaron mensajes él y su cuerpo técnico. Él es una figura que me ha ayudado bastante».

El primer entrenamiento y sus primeros minutos en competición

«Tenía un poco de miedo a ese primer día de entrenamiento, la verdad. Por las preguntas que me podrían hacer, no sé. Llegué y los compañeros ya estaban al tanto porque iban hablando con el doctor y yo mismo les envié un mensaje, aunque no estaba en contacto con ellos. Desde aquí quiero pedir perdón a toda la gente que me escribió y no les contesté, pero es que no podía. Me sentí muy cómodo y fue genial volver a entrenar con el grupo, todos me lo han puesto muy fácil. Fue una alegría tremenda y quería jugar ese miércoles (vs Huesca) ya, pero no me dejaron [risas]. Puedo considerar que estoy bien, pero es un proceso y no hay que ir con prisa porque si no lo cuidas puede volver a pasar».

«Los partidos los viví con mucha ilusión. Ahora tenemos un modelo de juego diferente que creo que a mí me viene mejor. Tenemos jugadores para hacer este tipo de fútbol y me sentí muy a gusto tanto entrenando como los dos ratos en los partidos. Me emocionó mucho el recibimiento de la gente en el Tartiere y tengo ganas de más, de ayudar al equipo y todo lo que venga».

«En líneas generales, nuestro centro del campo es la hostia. Da gusto entrenar con ellos. Está caro jugar y estoy contento por ello, toca esperar mi oportunidad».