Un cambio que empezó a fraguarse el miércoles: la pizarra de Paunovic en el Tenerife-Oviedo

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Paunovic, con la pizarra, da instrucciones a varios jugadores del Oviedo antes del comienzo del segundo tiempo
Paunovic, con la pizarra, da instrucciones a varios jugadores del Oviedo antes del comienzo del segundo tiempo

El entrenador oviedista ensayó el dibujo de tres centrales y carrileros durante la semana en El Requexón. Después de 60 minutos muy flojos, el equipo carbayón mejoró tras el cambio

27 may 2025 . Actualizado a las 10:51 h.

Miércoles de la semana pasada, El Requexón. Sobre el césped del campo nº4 de la ciudad deportiva, Vejko Paunovic y su cuerpo técnico ensayan algo que no habían ensayado nunca desde su llegada al Real Oviedo. En el habitual partidillo de once contra once a campo entero en el que el entrenador serbio prueba diferentes aspectos de juego, uno de los equipos luce una estructura de tres centrales, carrileros y dos delanteros. Y no, no era como en la semana del partido en Huesca, cuando también se pudo ver dicho dibujo, pero para imitar los comportamientos del equipo oscense. En este caso, Paunovic estaba preparando a su Real Oviedo. 

En la rueda de prensa previa al partido en Tenerife, el técnico carbayón ya dejó una pista de lo que luego se pudo ver el domingo. «Las cosas las tengo claras, pero estamos creando y trabajando muchos escenarios de partido. Muchas veces no puedes hacer lo que tienes planteado y poco a poco introducimos alguna fase de juego que se puede dar durante el partido. Algún cambio de dibujo, jugar con uno más o jugar con uno menos. Todo eso lo trabajamos», dijo Paunovic en El Requexón. Y fue tal que así. Cuando su Real Oviedo estaba jugando uno de sus peores partidos de esta recta final de curso, el serbio acudió al plan B. Y funcionó. 

Segundos antes de que empezase el segundo tiempo, mientras el colegiado del encuentro esperaba a que en el resto de campos de la Segunda División todo el mundo estuviese listo y así reanudar la jornada unificada, Paunovic sacó la pizarra a relucir. De forma literal, vamos. En el banquillo, rotulador en mano, el entrenador del Oviedo enseñaba a Paraschiv, Cazorla, De la Hoz, Paulino, Sebas Moyano y Pomares el cambio de dibujo. Todos menos Moyano y Pomares formarían parte de dicha nueva estructura. Fue en el minuto 60 cuando Luengo, Cazorla y Paraschiv entraron a la vez y el cambio se hizo realidad. 

El Real Oviedo, hasta dicho momento un equipo demasiado largo, con muchos metros entre sus líneas y sin dinamismo alguno a la hora de tener el balón, pasó a ocupar mejor los espacios. Nacho Vidal y Rahim podían ser más agresivos yendo hacia arriba, tanto con como sin balón, ya que Luengo y Calvo tenía libertad para perseguir su marca. Sibo ejercía de ancla, Colombatto ganaba libertad y Paraschiv y Alemao se emparejaban con los centrales del Tenerife. Agitar el árbol y que pasasen cosas. Primero vino una ocasión del brasileño que fue anulada por fuera de juego, después vino el gol. Todo fruto de un saque de banda en el que los dos delanteros azules pudieron rascar algo para que Nacho Vidal hiciese el resto. 

Tras el 0-1 la estructura se mantuvo y el Real Oviedo, por primera vez en todo el domingo, controlaba el partido. Un cambio táctico que se fraguó el miércoles y que llega para quedarse en el abanico táctico de Veljko Paunovic. En unas semanas en las que las cargas de trabajo disminuyen y el descanso suele vencer a la pizarra, siempre hay tiempo para introducir nuevos matices.