El Real Oviedo supera al Mirandés en la prórroga (3-1) y regresa a la élite del fútbol español 24 años después de su caída a los infiernos.
22 jun 2025 . Actualizado a las 12:02 h.Ya está. El fúbol, ese deporte que acostumbra a no saldar deudas ni con su madre, saldó una muy importante este 21 de junio de 2025. Mucho sufrimiento, no podría ser de otra forma. Pero el Real Oviedo lo consiguió. La épica durante los 90 minutos, el gol de Portillo, la prórroga de Lucas Ahijado. Todo en la retina de una afición que por fin llora, pero de alegría. El «Volveremos» que cantó el Carlos Tartiere, Oviedo y Asturias en el último minuto de la prórroga ya es historia del fútbol español.
El mismo error y la aparición de Cazorla
Que la primera acción del partido fuese un balón largo en el que Costas no salió a vencedor ante Izeta suponía un aviso para todo el Carlos Tartiere. El Mirandés también quería el ascenso y al Real Oviedo le iba a costar. Los azules empezaron queriendo darle un ritmo alto al encuentro. Poco fútbol, seguramente, pero mucha fuerza en los duelos, mucha fuerza en el intercambio de palabras y presión sobre los jóvenes jugadores jabatos. A los cuatro minutos, córner para el Oviedo. Dani Calvo estuvo minuto y medio tras dicho saque de esquina esperando un nuevo centro, así que Paunovic quería aprovechar cualquier cosa parecido a una ocasión que se gestase cerca del área.
Diez minutos ya y el dominio territorial era carbayón, pero sin ocasiones. Raúl Fernández casi no se había tirado al suelo y eso era una mala noticia. El Mirandés lo aprovechó en la primera que tuvo. En la primera. Pérdida de Colombatto en el centro del campo, es decir, duelo ganado por el Mirandés en el carril central. El resto, similar a lo de Anduva. Balón rápido a la izquierda, Benito controló, se fue al interior y centro perfecto al segundo palo para que Panichelli, superando a Dani Calvo en la marca, pusiese el 0-1 con un gran cabezazo. Lo que nadie quería y todo el mundo temía acababa de pasar en el Carlos Tartiere. El Oviedo encajó en la vuelta casi el mismo gol que encajó en la ida. En el otro campo, todo lo peligroso de los azules tenía a Fede Viñas como protagonista. Como pasó en sus anteriores partidos, el delantero uruguayo transmitía miedo. Y eso en un Oviedo plano ya es mucho.
Antes de la media hora, el charrúa se inventó una ocasión cuando estaba de espaldas, pero tras realizar una pared con Colombatto el argentino no fue capaz de conectar el remate. El Mirandés pisó campo rival solo en un par de ocasiones, aunque todas suponían un problema para el Oviedo. Santi Cazorla se puso al frente y los carbayones volvieron a encerrar un poco a su rival. En el 37’, cuarto saque de esquina para los de Paunovic. Cazorla la puso, Costas cabeceó y el balón le dio en la mano a Reina. Penalti clarísimo. Tras la pena máxima fallada por Colombatto en Anduva, Cazorla asumía la responsabilidad. No fallaba, claro. 1-1. El Mirandés volvió a asomarse, pero una carrera de Hassan puso patas arriba al Tartiere. Ni ocasión, pero la eliminatoria seguía viva. Y ya era mucho tras lo visto sobre el césped.
De la euforia al miedo
Fue cuando menos pensaba la gente que podía ser. El Oviedo quiso empezar mandando el segundo tiempo, pero dicho dominio territorial fue inferior al del primer tiempo. El Mirandés arañaba con un saque de banda e incluso con un córner, poco pasaba en el otro lado. Hasta que pasó. Hassan recibió en banda derecha, condujo hacia el interior caño mediante y su zurdazo lo repelió Tomeo con la cara. La jugada siguió en la izquierda, Rahim la puso en carrera, Viñas la disputó con Egiluz y el balón quedó muerto. El tiempo se paró, el Tartiere calló y Ilyas Chaira vio red en el corazón del área. La locura. Muchos minutos después -139, concretamente-, la final del playoff estaba igualada.
Parecía que el partido estaba para el Oviedo, pero qué va. Tras el 2-1 se vieron los mejores minutos de fútbol del Mirandés en toda la final. Los mejores. El equipo de Lisci empezó a jugar en campo rival y los jabatos llegaban por todos lados. Los de Paunovic, blandos en los duelos que originaban dichas llegadas, solo podían achicar agua. Quedaban 20 minutos y el banquillo carbayón entraba en escena. Alemao y De la Hoz, dentro. Viñas y Cazorla, fuera. Solo cuatro minutos después, cambio del técnico serbio que sorprendió al Tartiere: Luengo entraba para hacer defensa de cinco, pero es que el que se iba del campo era Hassan. El único que estaba consiguiendo estirar al Oviedo. Quedaba menos de un cuarto de hora y el 2-1 mandaba el partido a la prórroga.
Minuto 80. El Oviedo hundido en su área, balón a la izquierda, Benito la ponía y Panichelli le volvía a ganar el salto a Dani Calvo. Esta vez, Aarón Escandell ganó la partida y salvó el gol. Tres minutos después, réplica del Oviedo. Por fin. Sibo jugó en largo y Alemao corrió. El brasileño amagó un par de veces y finalizó la conducción con un disparo que se fue por encima del larguero de Raúl Fernández. El Oviedo seguía aguantando y el Mirandés seguía sin hacer cambios. El Tartiere gritaba y, de la nada, Lucas y Portillo sacaban córner. Al menos los de Paunovic respiraban, aunque es cierto que el Mirandés ya llevaba casi diez minutos sin asomarse. Cinco minutos de descuento... y prórroga.
El hombre ascenso, el ascenso de todos
Joel Roca por Lachuer, primer cambio de la prórroga y primer cambio del partido para el Mirandés. El Oviedo seguía peor que su rival, pero la defensa carbayona aumentó la intensidad y ya las segundas jugadas eran más azules que rojinegras. Otro cambio del Mirandés y el último del Oviedo: Paulino por Ilyas Chaira. Paulino, más Paulino que nunca. El primer balón lo perdió, el segundo lo hizo suyo. Los de Paunovic fueron cogiendo aire y todo estalló por los aires a dos minutos del minidescanso. Lucas corrió a un balón perdido en la izquierda, Alemao y Paulino lo pudieron hacer bueno y cuando parecía que el Mirandés despejaba, el balón quedó muerto. Portillo, el hombre ascenso, no se lo pensó y se sacó una volea directa a la escuadra. El gol de toda una generación.
Quedaban 15 minutos y el Mirandés necesitaba dos goles para impedir el ascenso carbayón. El Tartiere no lo iba a permitir y desde el descanso la capital del Principado estaba en llamas. Todo era un sueño. Un sueño por fin real. En cada escalera del Carlos Tartiere, en cada pasillo, en cada espacio, había un oviedista sentado, con las manos en la cara y mirando al suelo. En el césped, Portillo y Lucas Ahijado lideraban al Oviedo de una forma implacable. Seis minutos quedaban de temporada en Segunda División. Alemao hacía bueno cada balón que le llegaba y Raúl Fernández le negaba el gol a Paulino. A solo tres minutos del desenlace, tángana en el centro del campo. Y de las serias: roja para Egiluz y roja para Costas.
Final. «El Oviedo en Primera, en Primera, en Primera. El Oviedo en Primera». Aquella frase histórica que el narrador Luciano García cantó tras el ascenso en Mallorca de 1988 y que sigue poniendo los pelos de punta a no pocas generaciones de oviedistas ya tiene heredera. Elijan ustedes la radio que quieran y escuchen a su narrador favorito. O enciendan la televisión. Coleccionen todos los diarios de este domingo. Ya está, todo se acabó. Bueno, o todo empezó, claro. Disfruten.
Ficha técnica
Real Oviedo: Aarón Escandell; Nacho Vidal (Lucas, min 82), Costas, Dani Calvo, Rahim; Sibo, Colombatto (Portillo, min 82); Hassan (Luengo, min 76), Santi Cazorla (De la Hoz, min 72), Ilyas Chaira (Paulino, min 96); Fede Viñas (Alemao, min 72).
CD Mirandés: Raúl Fernández; Hugo Rincón (Carlo Adriano, min 103), Tomeo (Tachi, min 115), Egiluz, Parada (Martín, min 103), Iker Benito; Reina (Alex Calvo, min 105), Gorrotxategi, Lachuer (Joel Roca, min 91); Izeta (Butzke, min 96) y Panichelli.
Goles: 0-1 Panichelli (min 16); 1-1 Santi Cazorla, de penalti (min 39); 2-1 Ilyas Chaira (min 52); 3-1 Portillo (min 103)
Árbitro: Sesma Espinosa (comité riojano). Amonestó a los locales Fede Viñas (49'), De la Hoz (117') y a los visitantes Reina (85') y Lachuer (90'+4) y Gorrotxategi (117') y Egiluz (117'). Expulsó con roja directa al local Costas (119') a los visitantes Postigo (74') y Egiluz (119')
Incidencias: Estadio Carlos Tartiere (Oviedo). 29.624 espectadores.