Las olimpiadas de Barcelona 92 y la Expo de Sevilla son dos referentes del deseo del país por entrar, de una vez por todas, en la modernidad
02 may 2023 . Actualizado a las 17:45 h.Esta década amanece pronto de luto. Uno de los personajes emblemáticos de la modernidad que eclosionó en la década anterior, los locos 80, fallece en accidente de tráfico en septiembre de 1991: era Tino Casal, un artista surgido de un pequeño pueblo de Oviedo que construyó él solo su carrera y su imagen.
En el año 1992, España alcanzaba dos hitos: la organización de los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla, que proyectaron esa deseada imagen de modernidad hacia el exterior. Sin embargo, en casa seguía habiendo problemas, especialmente en cuanto a la economía. El paro es algo y la reconversión industrial y minera deja sus cicatrices tanto en España como en Asturias.
Una portada de septiembre de 1995 nos recordaba que, pese al declive del sector (que redujo drásticamente el empleo en pocos años), la mina seguía cobrándose sus víctimas. «Trampa mortal», titulaba LA VOZ aquel 1 de septiembre, sobre la tragedia de la madrugada del día anterior. El pozo Nicolasa se cobraba 14 vidas por una explosión de grisú, la peor tragedia en la historia de Hunosa.
En junio de 1996, Oviedo ve con asombro cómo la antigua plazuela porticada de El Fontán desaparece bajo la piqueta. Su deterioro era evidente y el derribo y posterior reconstrucción, que apenas dejó nada de los elementos originales, fue muy polémica. Eran tiempos de piqueta, hormigón y peatonalización, en los que también se derribaron el antiguo Carlos Tartiere, el matadero, los depósitos de agua de El Cristo y muchos de los antiguos edificios del casco antiguo.
En las noticias económicas, la privatización de Ensidesa ocupa un lugar destacado en estos años. En 1997 culmina el proceso con la venta a un grupo europeo (Aceralia), que posteriormente venderá al gigante indio Mittal.
En 1998 se celebraba la primera boda gay en Asturias y, también ese año, moría uno de los referentes del arte asturiano, Joaquín Vaquero Palacios. El país bullía de actividad económica un tanto descontrolada de privatizaciones e inflación inmobiliaria, como se verá (y se pagará muy caro) solo una década más tarde.