Nueve meses de cárcel para los acusados por la intoxicación por mercurio en AZSA

LA VOZ CASTRILLÓN

COMARCAS

Protesta de los intoxicados por mercurio en Azsa
Protesta de los intoxicados por mercurio en Azsa

Al menos cinco trabajadores sufren secuelas psiquiátricas o síndromes parkinsonianos que les producen una grave patología.

03 abr 2017 . Actualizado a las 16:37 h.

Los dos acusados del accidente ocurrido en 2012 en la factoría que Asturiana de Zinc (AZSA) tiene en San Juan de Nieva (Castrillón), en el que 49 empleados resultaron intoxicados por mercurio, han aceptado penas de nueve meses de prisión por delitos contra la salud de los trabajadores y lesiones, con la atenuante muy cualificada de reparación del daño.

Los acusados, según informa la Fiscalía, asumieron su responsabilidad y aceptaron la pena solicitada por el ministerio público, a sustituir por una multa, tras abonar indemnizaciones por valor de dos millones y medio de euros a los empleados afectados, además de otros pagos realizados por diferentes conceptos, como reconocimientos médicos.

La vista oral estaba señalada para hoy en el Juzgado de lo Penal número 2 de Avilés, aunque la misma se limitó a la ratificación del acuerdo alcanzado entre las defensas y la Fiscalía.

Los dos han reconocido que, con ocasión de la parada general programada entre el 19 de noviembre y el 3 de diciembre de 2012 en las plantas de tostación de blenda de Zinc para que una empresa subcontratada llevase a cabo la revisión de equipos, «el riesgo de exposición al mercurio no fue correctamente evaluado».

En la información transmitida a los trabajadores, se recogía el riesgo de exposición a sustancias nocivas o tóxicas, con particular referencia al óxido de azufre y al dióxido de azufre, si bien sin referencia expresa al mercurio.

Posteriormente, el técnico superior de prevención de riesgos laborales condenado hizo constar en otro protocolo que sí había riesgo de exposición a mercurio, y la necesidad de utilizar mascarillas con filtros para mercurio en las denominadas por la empresa operaciones en caliente.

No obstante, aunque no son técnicamente incorrectos, los filtros si presentaban ciertas limitaciones que no los hacían idóneos para prevenir el riesgo, puesto que presentaban un límite de concentración de mercurio.

Hubo también deficientes condiciones de limpieza y hábitos higiénicos incorrectos que trasladaron la contaminación a otras zonas no expuestas inicialmente.

Como consecuencia de la sobreexposición de los trabajadores al mercurio, 49 trabajadores resultaron intoxicados por mercurio, y como mínimo hubo 51 expuestos a dicho riesgo.

Las lesiones que se causaron fueron intoxicaciones agudas y subagudas por mercurio, lesiones todas ellas que precisaron, además de una primera asistencia facultativa, tratamiento médico.

Al menos a cinco trabajadores les quedaron como secuelas sintomatologías psiquiátricas, parestesias, disestesias o síndromes parkinsonianos, que les producen una grave patología.

Todos los trabajadores lesionados fueron indemnizados y renunciaron al ejercicio de acciones penales tras un proceso de reparación integral de las consecuencias del accidente llevadas a cabo por las empresas implicadas, sus aseguradoras y el personal de dirección de las mismas.

La Fiscalía reconoce también que las empresas desplegaron esfuerzos para que el estado de los intoxicados mejorase y pudiera ser objetivado a la mayor brevedad posible para su debida compensación, incluso sin necesidad de esperar al resultado del procedimiento judicial.

Asimismo, se pactó con los trabajadores la firma de un protocolo con cada uno de ellos, a fin de determinar y reconocer extrajudicialmente las indemnizaciones a que tuviesen derecho y abonar los recargos de prestaciones, incluyendo en su caso reconocimientos médicos de alta especialización, por lo que ha apreciado que en ambos acusados concurre la atenuante muy cualificada de reparación del daño.