Las explicaciones de la dirección de Enfermería del Valle del Nalón

Pilar Campo OVIEDO

COMARCAS

Urgencias

El responsable de Gestión de Cuidados del área sanitaria VIII enmarca la espera de pacientes en los pasillos del hospital como «parte del proceso asistencial»

10 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos versiones contrapuestas para describir una misma situación. Mientras los familiares de algunos pacientes han denunciado que en el hospital Valle del Nalón, en Riaño, se han dado casos de enfermos que se han visto obligados a permanecer hasta 48 horas en los boxes del área de Urgencias a la espera de poder pasar a planta, ante la falta de camas de hospitalización debido al cierre de tres plantas, la dirección de Gestión de Cuidados y Enfermería del Área Sanitaria VIII enmarca esta actuación en el desarrollo del «proceso asistencial».

El pasado martes, día 8 de agosto, La Voz de Asturias recogía las quejas mostradas por familiares de pacientes ante la saturación del servicio que se vivía la víspera, con una quincena de enfermos esperando en los boxes de Urgencias para conseguir una cama en planta, a lo que se sumaba la saturación por el trajín de los pacientes que acudían ese mismo día para ser atendidos por una emergencia médica a este área. Esta versión era corroborada por fuentes del centro que confirmaban que el personal de Enfermería y auxiliares y celadores se veían «sobrecargados de trabajo» y debían redoblar esfuerzos al tener que asumir además de todos los pacientes que estaban ingresados a aquellos que llegaban a Urgencias.

El cierre de tres plantas

Sin embargo, el responsable de la dirección de Gestión de Cuidados y Enfermería, Sergio Valles García, dibuja una realidad bien diferente. En un informe dirigido a la Gerencia rechaza que haya habido tanto «en el mes de julio como en lo que llevamos de mes de agosto», quince pacientes «pendientes de ingreso» en el Servicio de Urgencias.

A su juicio, el cierre estival de tres plantas en el hospital Valle del Nalón, dos por razones de optimización de recursos económicos y una tercera por la realización de unas obras, no ha repercutido en el trabajo de los profesionales, ni en la atención a los pacientes. En su informe, Sergio Valles advierte de que los pacientes atendidos en el Servicio de Urgencias pueden requerir «como parte de su proceso asistencial», hasta un máximo de 48 horas en observación, «antes de decidir su alta o ingreso hospitalario».

Para rebatir las críticas, recurre a la estadística de meses anteriores. Así, el director de Gestión de Cuidados y Enfermería asegura que los pacientes que requieren ingreso en una unidad hospitalaria, en un estudio efectuado durante los meses de marzo y abril, esperaron «una media de 6 horas para realizar el mismo. En este tiempo se incluyeron pacientes que necesitaban permanecer más tiempo en el Servicio de Urgencias por razones asistenciales (monitorización cardíaca, acceso a unidad de corta estancia) u organizativas (gestión de camas). Si excluimos estos pacientes, la media de espera fue de 2 horas y 40 minutos. Este tiempo de espera se realiza en los boxes del Servicio de Urgencias».

Los pacientes pendientes de ingreso

Sergio Valles puntualiza la definición de pacientes pendientes de ingreso y matiza en su informe dirigido a la Gerencia que son «aquellos que figuran en el servicio de urgencias a las 8 de la mañana pendientes de su ubicación en la unidad de hospitalización, bien por razones organizativas (gestión de recurso físico, evitar ingresos a horarios intempestivos) o bien por razones asistenciales (monitorización cardíaca, acceso a corta estancia, priorización de pruebas). Y, en función de esta definición, se refleja una media anual en lo que va de año de «4,28 pacientes al día». Por meses, se registraron los siguientes datos: en enero, con un pico de epidemia de gripe 7,90, en febrero (5,10), en marzo (1,40), en abril (4,50), en mayo (1), en junio (5) y en julio (5,03).

El cierre temporal de estas tres plantas implica, al parecer, la supresión de 72 camas de hospitalización. Los picos con mayor saturación se producen en las vísperas de festivos y en los fines de semana, especialmente en las épocas de verano y en Navidad, por lo que la situación denunciada afecta a los pacientes que están pendientes de una cama de hospitalización una vez que se decide su ingreso y no a los pacientes que acuden al servicio de Urgencias.