El acuerdo entre Reny Picot y China, un alivio para ganaderías mariñanas

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

COMARCAS

Leche recogida en A Mariña será procesada en Navia para alimentar a bebés chinos

26 oct 2017 . Actualizado a las 07:33 h.

El acuerdo firmado ayer en Anleo (Navia) entre Industrias Lácteas Asturianas (ILAS), que comercializa sus productos bajo la marca Reny Picot, con la importadora Europasia y la distribuidora Zhongrui para la venta de leche en polvo en el mercado chino, tiene consecuencias directas en un buen número de ganaderías de A Mariña que suministran su producción diaria a la factoría de Anleo. ILAS es uno de los grupos con más presencia en A Mariña lucense, con ramificaciones por toda Galicia. Y este acuerdo, además de consolidar su política de internacionalización, hará que ILAS previsiblemente tenga que incrementar su producción de leche en polvo, que se elabora precisamente en la fábrica de Anleo, donde trabajan en la actualidad 600 personas. Así pues, el acuerdo rubricado ayer es una muy buena noticia también para el sector lácteo de A Mariña.

Las previsiones de la demanda de leche en polvo en China son muy elevadas, después de que el gobierno de Pekín abandonase la política del hijo único. En China nacen 15 millones de niños al año, y se estima que con la posibilidad de tener un segundo hijo la cifra se elevará a 20 millones de niños. Solo 40 lácteas en todo el mundo han sido homologadas para comercializar su leche en polvo en China. Una de ellas ha sido ILAS. Otro dato que avala la importancia del acuerdo es que China consume anualmente 600.000 toneladas de leche infantil. En 2016 importó 220.000 toneladas, con un valor estimado en unos 3.000 millones de dólares, con un incremento de en torno al 25% respecto a 2015. La conclusión es que China es uno de los principales demandantes de leche en polvo del mundo, a donde a partir de ahora llegará también la leche que se produce en A Mariña, para alimentar a los bebés chinos.

La trascendencia del acuerdo rubricado ayer en Anleo provocó que asistiesen el embajador de la República Popular China en España, Lyu Fan; el director general de Industrias Alimentarias del Ministerio de Agricultura y Pesca, Fernando José Buzgaz; el representante de la Oficina en España de la Comisión Europea, Dimitri Barua, y el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, entre otras autoridades. La firma del acuerdo corrió a cargo del presidente de ILAS, Francisco Rodríguez, y de los de las compañías involucradas: Europasia y Zhongrui.

Un paso más para ILAS, que inició su relación con China en 1994 y que ahora no descarta incluso abrir una fábrica allí, según avanzó ayer Francisco Rodríguez.

«Es difícil hacer previsiones, pero si se hace bien el crecimiento puede ser infinito»

En declaraciones a La Voz de Asturias, Juan Rodríguez, vicepresidente de ILAS, explicó que ya han enviado a China tres contenedores con leche en polvo y ahora van a enviar otros cuatro: «Es una cantidad simbólica desde el punto de vista de volumen de negocio». Y añadió: «No nos preocupa tanto el volumen como hacerlo todo sin prisas y con prudencia. Un error en China no se soluciona tan fácil». Sobre la posibilidad de abrir una fábrica en China, no lo descartó: «Nuestra vocación es fabricar in situ, estar cerca del consumidor final, ya que esa es la tendencia del mercado. Primero hay que abrir mercado y si el volumen de venta es bueno, podemos dar el paso. Si vemos que, por ejemplo, en cinco años la marca está implantada y tenemos un buen volumen de negocio, podríamos hacerlo»

«Hemos visto una oportunidad de negocio y, con el permiso para tener un segundo hijo, se esperan unos 22 millones de nacimientos al año», añadió. Y concluyó: «Es difícil hacer previsiones porque si se hace bien el crecimiento puede ser infinito. Si no tocamos la tecla adecuada, el crecimiento será mucho más limitado».

Ayer, Javier Fernández, presidente asturiano, elogió el carácter ejemplar de ILAS: «Probablemente las líneas de producción más avanzadas de Europa están aquí, en Anleo, con poco más de 500 habitantes. En un contexto de despoblamiento, además de obsesionarnos con pasados ideales que nunca existieron, debemos fijarnos en los territorios donde las cosas van bien, se mantiene el paisaje y la población y la gente vive dignamente»