El festival de la ostra de Castropol, pendiente del cierre de la ría por la marea roja

G.R., J.A. CASTROPOL / LA VOZ

COMARCAS

PEPA LOSADA

La fiesta se celebrará entre el 28 de abril y el 1 de mayo, si se levanta el veto a comercializar marisco

21 abr 2018 . Actualizado a las 10:08 h.

Los mariscadores están hoy a la espera de conocer los resultados del análisis realizado el jueves en la ría de Ribadeo, que determinarán si persiste la marea roja que mantiene cerrado al marisqueo el estuario ribadense, tanto en la franja gallega como en la asturiana, provocando importantes pérdidas económicas en empresas de comercialización de ostra. Se ha detectado un leve incremento de esta toxina en el último análisis de mejillones de la ría, una especie especialmente sensible. Por precaución, se decidió cerrar al marisqueo la totalidad de la ría hasta conocer los resultados que desvele hoy un laboratorio de Vigo.

Inquietud

Esta medida ha provocado inquietud en Castropol, donde el próximo fin de semana está previsto que se celebre el Festival de la Ostra. Se trata de uno de los grandes eventos gastronómicos de la zona y sus organizadores esperan que el cierre del marisqueo se levante cuanto antes y no se ponga en riesgo su celebración. En estos momentos no se puede comercializar nada de lo salga o haya salido de estas aguas. Eso afecta también, por ejemplo, a las ostras que se encuentran en estos momentos en la depuradora y que están libres de los efectos de la toxina. Pese a ello, venderlas no está permitido, por lo que si persiste la marea roja en la próxima semana la celebración del Festival de la Ostra de Castropol estaría claramente en entredicho, al menos en las condiciones habituales.

Con todo, en Castropol hay confianza en que no se llegue a este extremo. Los responsables de AcuEo, la mayor empresa de venta de ostra en el Eo, están convencidos de que esos niveles de toxinas bajarán y que los amantes de este manjar podrán degustarlo con normalidad durante el puente festivo del 1 de Mayo.

La ría de Ribadeo están habitualmente a salvo de este tipo de toxinas, si bien en la última década se han registrado casos puntuales. El último fue en 2016, cuando de cerró el estuario al marisqueo varios días.