La familia de Severo Ochoa, clave para el cambio de nombre del aeropuerto

Noelia Rodríguez REDACCIÓN

COMARCAS

Aeropuerto de Asturias
Aeropuerto de Asturias

Fomento tramita la modificación a expensas de que no haya objeciones y el Ayuntamiento de Valdés aporte 45.000 euros

17 may 2018 . Actualizado a las 20:20 h.

La terminal de Santiago del Monte podría pasar a llamarse próximamente Aeropuerto de Asturias-Severo Ochoa en memoria del Premio Nobel de Química y a iniciativa de su municipio natal, Valdés. El Ministerio de Fomento ha iniciado la tramitación del cambio de nombre que ahora mismo depende de que el consistorio firme un convenio con Aena y de que ninguna administración u organismo implicado pueda presentar pegas al cambio de denominación. Además, los familiares y personas físicas o jurídicas que ostenten derechos sobre su nombre y/o imagen deben autorizar la denominación. Una vez cumplidos estos trámites las previsiones de Fomento, que ha de emitir una orden ministerial al respecto, son que en un par de meses se pueda hacer efectivo el cambio de nombre. El pleno de Valdés aprobó el pasado septiembre, por unanimidad de todos los grupos, una propuesta pactada previamente y en que se pedía el cambio de nombre del aeródromo para honrar a su paisano más conocido, «es uno de los dos premios Nobel de Medicina de España y el único Nobel que tiene Asturias y bien se lo merece», asegura el alcalde, Simón Guardado, que ve como la iniciativa ha sido tenida en cuenta por parte del Ministerio de Fomento.

La propuesta venía acompañada, además, de otra económica y por la que el consistorio valdesano se encargaría de asumir los costes que lleva asociados el cambio de nombre. Según las estimaciones que les habían trasladado desde Fomento podríamos estar hablando de unos 45.000 euros, dinero que estaría dispuesto a costear el Ayuntamiento de Valdés para que Severo Ochoa dé nombre al Aeropuerto. Para hacerlo habría que firmar un convenio con Aena, en que se detallaría cómo sería ese desembolso y para qué, aunque inicialmente se cree que con esa partida sería suficiente para todos los gastos que hubiera. Es una práctica habitual que los gastos corran a cargo de la entidad que propone cambiar el nombre. Hace tiempo ocurrió así en la vecina comunidad de Cantabria, donde Severiano Ballesteros dio nombre al aeródromo y lo pagó el Gobierno autonómico, puesto que fue el que propuso honrar así la memoria del golfista.

Además de un convenio entre Aena y Valdés el cambio de nombre requiere que no haya nadie que se oponga, o no al menos administraciones y autoridades implicadas. El Ministerio de Fomento ha remitido a algunos ayuntamientos una comunicación en que les habla de la propuesta del de Valdés y les pregunta si tienen algún tipo de objeción. La carta ha llegado, entre otros, al de Castrillón, donde aún están estudiándola porque aquí se da una curiosidad un tanto peculiar. Hace un año el pleno vio una moción similar a la de Valdés, pero no tuvo el mismo efecto, sino el contrario. La presentó Foro Asturias y fue rechazada por el resto de grupos que no veían con buenos ojos meterse en una cuestión que entendían, no les atañaba. Aunque las instalaciones aeroportuarias se encuentran en terrenos castrillonenses y méritos no le faltaban a Severo Ochoa para dar su nombre al aeropuerto la mayoría de los grupos municipales consideraron que esa propuesta debía ser consensuada por las administraciones implicadas y no partir de forma particular de un partido político. El hecho de que fuera el que presidía Francisco Álvarez-Cascos, siendo su familia de Valdés, también levantó alguna suspicacia.

El rechazo inicial de Castrillón

Si esto supone una objeción al nombramiento ahora está por ver. La alcaldesa de Castrillón, Yasmina Triguero, asegura que tiene que estudiar con la secretaria municipal qué hacer, por si la moción de rechazo debiera ser trasladada al Ministerio de Fomento para ser tenida en cuenta o no hace falta. De momento los de Castrillón y Valdés son los únicos consistorios que se han posicionado al respecto, aunque tanto otros como el Principado y el propio Aeropuerto de Asturias serán consultados respecto al cambio de nombre. Si nadie se opone puede que en unos meses se pase a llamar Aeropuerto de Asturias-Severo Ochoa. No se saben plazos, pero en Valdés sueñan con que pudiera ser en noviembre, cuando tienen previsto finalizar las actividades del proyecto Luarca, Villa del Nobel, organizadas este año coinciendo con el 25º aniversario del fallecimiento del bioquímico. De ser así se solaparía con otra efeméride, la del propio Aeropuerto de Asturias, que cumple 50 años. Medio siglo después pudiera llegar el momento de que dejara de haber confusiones con el nombre del aeródromo asturiano, aunque eso, está aún por ver.