Ledo niega haber maltratado a su expareja

Avilés OVIEDO

COMARCAS

Javier Ledo, en la sala del Juzgado Penal 1 de Gijón
Javier Ledo, en la sala del Juzgado Penal 1 de Gijón Juan González

El asesino de Paz Borrego se enfrenta a dos años de prisión por agredir e insultar a la madre de su hijo

13 jun 2018 . Actualizado a las 13:17 h.

Javier Ledo, único detenido por el crimen de la gijonesa Paz Fernández Borrego, cuyo cadáver fue encontrado flotando en aguas del embalse de Arbón el 6 de marzo, ha negado hoy haber maltratado, amenazado o insultado a su expareja y madre de su hijo. Ledo ha declarado por videoconferencia desde la prisión de Mansilla de las Mulas (León), donde permanece en prisión provisional como supuesto responsable de la muerte de la gijonesa, en el juicio celebrado hoy, acusado de amenazas y malos tratos a su expareja y en el que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de dos años de cárcel. «No, para nada», ha respondido al ser interrogado tanto por la Fiscalía como por su defensa sobre los supuestos episodios de maltrato a su expareja y a su hijo.

La Fiscalía interesa que se le imponga una pena de dos años de prisión por sendos delitos de amenazas y de malos tratos en el ámbito familiar, así como a quince días de trabajos en beneficio de la comunidad por otro leve de injurias. En el juicio también se ha sentado en el banquillo la mujer, para la que el Ministerio Público pide quince días de localización permanente o bien 15 días de trabajos en beneficio de la comunidad si la acusada da su conformidad, por un delito leve de injurias.

En su escrito de calificación, la Fiscalía expone que, en torno a principios de 2017, Ledo golpeó al hijo menor de ambos lo que llevó a la mujer a recriminarle por su actitud. El acusado respondió cogiendo a la mujer, retorciéndole el brazo y golpeándole en la cara y la mujer -continúa el relato de la Fiscalía- respondió dándole un rodillazo en los testículos. El Ministerio Público relata otro episodio en el que Ledo le pidió a la mujer que se llevara al niño a casa para darle la cena, cuando se encontraban en una sidrería, a lo que ella respondió con insultos. La Fiscalía también afirma que el procesado insultaba y amenazaba a la mujer cuando éste se enfadaba.

En la vista oral, Ledo ha negado punto por punto todas las acusaciones, al afirmar que ni insultó, ni maltrató a su expareja ni a su hijo. En el episodio donde ambos se acusaban de protagonizar una fuerte discusión, el acusado ha dicho que se personó en el lugar porque su expareja estaba bebiendo alcohol mientras tenía a su hijo al cargo y quería que se lo llevara a casa para darle la cena. Dado que, según el acusado, la mujer no atendía a sus razones y se limitaba a insultarle, recurrió a una hermana suya para intentar que mediara en la situación. La hermana, que ha declarado como testigo, ha asegurado no recordar con exactitud qué tipo de insultos le profirió la mujer al acusado y ha negado que éste hubiera maltratado a la mujer física o verbalmente.

También ha testificado el guarda civil que atendió a la mujer en el cuartel, que ha dicho que llegó pidiendo que la detuvieran «porque era una mala madre», con evidente apariencia de estar bebida y alterada. La Fiscalía ha mantenido su calificación, mientras los abogados de ambos acusados han pedido la libre absolución por entender que las acusaciones carecen de fundamento.

Ledo se encuentra en prisión provisional desde el pasado 12 de marzo tras su detención tres días antes como presunto autor de la muerte de Paz fernández Borrego, a la que conocía previamente. La mujer, madre de dos hijos, fue vista por última vez el 13 de febrero en Navia, a donde iba con cierta frecuencia. Allí reservó un hostal donde no llegó a dormir y al día siguiente fue encontrado su vehículo junto al hospital de Jarrio, en el vecino municipio de Coaña, así como su perro suelto por las calles de Navia. El cadáver fue hallado, con múltiples contusiones y un golpe en la cabeza, el 6 de marzo en el embalse de Arbón, a catorce kilómetros del lugar donde fue encontrado su vehículo.