El alcalde de Langreo culpa al propietario de no querer trasladar el obrador. El responsable del negocio niega que se les haya ofrecido una nueva ubicación. Los vecinos toman partido
16 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El cierre de Panadería Juaky el próximo día 19 y el despido de sus 17 trabajadores ha supuesto toda una revolución en las redes sociales. El encargado de confirmar el cierre ha sido el propio alcalde del Ayuntamiento de Langreo, Jesús Sánchez, quien en una publicación ha asegurado que ha tenido que tomar «la decisión más dura y difícil» desde que está en el cargo, al tener que firmar el cese de la actividad del obrador de la empresa. El regidor ha afirmado en todo momento intentó que hubiera un traslado a un polígono industrial que permitiera mantener los puestos de trabajo, «pero el inmobilismo del propietario y las presiones de la vecina afectada lo han hecho imposible».
La respuesta de los vecinos no se ha hecho esperar. La publicación ya ha recibido más de 200 comentarios. Muchos se han manifestado en contra de la decisión del alcalde y le acusan de crear «problemáticas» y «de haber mandado a 20 personas al paro». También una de las empleadas de la empresa ha denunciado que el procedimiento para realizar las mediciones no se hiciera correctamente y que ha sido el ayuntamiento el encargado de no darles tiempo para llevar a cabo el traslado en el próximo mes de mayo a un polígono industrial.
Estas declaraciones han sido confirmadas a LA VOZ DE ASTURIAS por el propietario del negocio, José Luis Rodríguez, quien señala que «nunca jamás se nos ofreció un sitio en las cuencas» y que el alcalde «no lo va a poder demostrar». «Nos vamos porque él es el que tiene la varita. No hay una sentencia en firme todavía y estamos a la espera de que un perito judicial haga las mediciones», comenta.
Respaldo al alcalde
Por otro lado, también ha habido vecinos que han mostrado su apoyo al alcalde y que han responsabilizado del cierre al resposable de la empresa, quien no ha cumplido la normativa y no ha querido trasladar el obrador a una zona donde el ruido no supusiera un problema. Para José Luis Rodríguez, este tipo de afirmaciones le están doliendo porque «nos están machacando y prejuzgando sin saber lo que realmente está pasando», afirma. También algunos de los concejales de la corporación han apoyado al alcalde y han comentado que en todo momento se intentó buscar una solución.
Las alarmas sobre el posible cierre de esta panadería saltaron hace casi dos meses. Las denuncias de una vecina desde hace cuatro años por los ruidos que produce el obrador han sido el detonante para la clausura de este espacio, y por consiguiente, de los seis locales a los que abastece. Según informó el propio Jesús Sánchez, las mediciones no superan en un decibelio, como decía el propietario, sino en muchos más la normativa.