Indignación en las redes por el sacrificio «injustificado» de cuatro perros en Langreo

E. G. Bandera   REDACCIÓN

CUENCAS

«Las dos cachorras eran muy buenas y los otros dos era cuestión de trabajar con ellos porque tenían miedo de todo», indican en la protectora BeneCane, que ya ha solicitado permiso para convocar una concentración de protesta

07 sep 2017 . Actualizado a las 17:14 h.

Antonio, Roma, Mora y Quimera son los nombres de los cuatro perros, dos de ellos cachorros, que fueron sacrificados en la perrera municipal del Ayuntamiento de Langreo la semana pasada. «Nosotros nos enteramos el jueves», explica Alba Palacios, voluntaria de la asociación protectora de animales BeneCane, que durante cuatro meses mantuvo un convenio de colaboración con los anteriores gestores de la perrera y en donde conocían de sobra a los cuatro perros (todos de razas potencialmente peligrosas) cuya muerte provocaba ayer una oleada de indignación en las redes sociales. «Indignación total y absoluta», aseguran desde una de las protectoras que forma parte de la Plataforma de Entidades de Protección Animal de Asturias (Pepa), en la que ayer no había otro tema de conversación por considerar estos sacrificios «injustificados»: «Los problemas de conducta siempre son el coladero de matar perros», indican, explicando que precisamente en trabajar con los perros que pueden presentar conductas más problemáticas radica buena parte de la labor de quienes se encargan de ellos. «Estos perros, además, ya estaban antes y los anteriores gestores no vieron la necesidad de matarlos», añaden.

Desde la perrera, los nuevos gestores aprovechaban precisamente las redes sociales para dar respuesta «a los múltiples ataques y amenazas recibidas en las últimas horas», explicando que desde que cogieron las riendas (el pasado 1 de agosto) del albergue de animales hasta el 27 de agosto entraron 28 perros «sobrepasando con creces la capacidad de la perrera», así como que «hay más de 25 perros potencialmente peligrosos», que -según dicen- en su gran mayoría no pueden compartir espacio con otros y que no tienen suerte en las adopciones. 

Además, explican que efectivamente han practicado en este tiempo cuatro eutanasias. En el caso de Antonio, un macho de pitbull terrier de unos dos años de edad que estaba en las instalaciones desde junio, se dice que no permitía acercamiento alguno y que ponía en riesgo la integridad física de cualquier persona durante el manejo. En el de Roma, una mestiza que entró en marzo, que también tenía una agresividad extrema y, en el de Mora y Quimera, cruce de American Staffordshire terrier, que habían sido recogidas en mayo y que, pese a «disfrutar del contacto y el juego con personas», atacaban al resto de animales entre las separaciones de las puertas de las perreras. Una de ellas, además, fue adoptada y devuelta por «atacar a un miembro de la familia» y, al haber causado lesiones leves a un cuidador, su oferta para adopción era «inviable». 

Las explicaciones de los gestores no convencen

Explicaciones que no convencen a los partidarios de los sacrificios cero, una instrucción que aún no tiene carácter oficial en el Ayuntamiento de Langreo aunque la concejala que se encarga de estos temas, Blanca Pantiga, ha manifestado en varias ocasiones su predisposición a que no haya sacrificios en la perrera municipal. Y explicaciones, sobre todo, que no convencen a quienes conocieron a los cuatro perros. «Antonio no era sociable, pero nunca mordió a nadie y era todo miedo. Ya les dijimos que había que trabajar con él», explica Palacios. Roma, que ya había sido protagonista de titulares al haber fallecido su propietario y no moverse de su lado en días, no era problemática pero ladraba mucho y también «era todo miedo». «Los dos cachorros, Mora y Quimera, eran muy sociables, estuvieron con otros perros y sin problema. Eran muy buenas, se las sacaba mucho e incluso se las había bajado a eventos», recuerda Palacios, «en casos de perros enfermos o agresivos, puede llegar a entenderse, pero Mora y Quimera no tenían problemas de salud y esto no ha sido eutanasia por necesidad, sino asesinato». 

BeneCane ya ha solicitado con carácter de urgencia permiso para convocar una concentración de protesta frente a la perrera. En principio se ha solicitado para este domingo, aunque el día se confirmará una vez que se disponga del visto bueno de las autoridades.

Estas muertes generaban ayer cientos de comentarios en las redes sociales e incluso la actual gestora de la perrera, una clínica veterinaria de Gijón, llegó a borrar su perfil de Facebook. La mayoría de los comentarios eran críticos con esta decisión e incluso se aportaban fotografías y vídeos para demostrar, en el caso por ejemplo de las dos cachorras, que no tenían problema alguno de socialización. 

Durante 16 años, la perrera de Langreo estuvo en manos de la protectora Amigos del Perro, que tuvo que dejar la concesión por no disponer de financiación suficiente para sacar adelante el centro. En marzo, la gestión fue asumida de forma temporal por la escuela de adiestramiento canino Dog Harmony hasta que se resolvió el concurso en julio.