El cierre de la térmica de Lada: la cuenca encaja otro varapalo

Carmen Liedo REDACCIÓN

CUENCAS

Central térmica de Lada
Central térmica de Lada

Políticos y sindicatos rechazan una decisión que califican de «nefasta noticia». Advierten de las consecuencias que tendrá para el empleo, tanto directo como indirecto

11 nov 2017 . Actualizado a las 14:42 h.

Como un jarro de agua fría caía este viernes el anuncio de que Iberdrola ha solicitado al Ministerio de Energía permiso para cerrar la central térmica de Lada, una planta que empezó a funcionar a finales de la década de los cuarenta al lado del río Nalón. La noticia, que ha sido calificada entre «muy mala» y «nefasta» por partidos políticos y organizaciones sindicales, ha generado el rechazo de unos y otros, que han advertido en declaraciones o a través de comunicados de las consecuencias que tendrá para el empleo, tanto directo como indirecto, el desmantelamiento de la planta pese a que Iberdrola haya señalado que recolocará a los 90 trabajadores que tiene la misma. Sin embargo, en lo que hacen hincapié desde los sindicatos es en el «mazazo» que supondrá para las cuencas este nuevo cierre cuando estos territorios no tienen previstas actividades alternativas generadoras de empleo estable. Mientras tanto, la Federación Socialista Asturiana y el Partido Popular mantienen posiciones enfrentadas sobre de quien es responsabilidad el cierre de las centrales de carbón, y si bien la diputada popular en la Junta General del Principado, Gloria García, responsabilizaba de ello a los partidos de la izquierda por apoyar la iniciativa en el Congreso y criticaba la postura del secretario general de la FSA, por su parte Adrián Barbón advertía que lo que ha hecho el PP hasta ahora ha sido «jugar al despiste y mezclar conceptos» con el objetivo de «generar polémica porque ya sabían lo que se venía encima». 

El responsable de los socialistas asturianos lamentaba la decisión tomada Iberdrola «por lo que supone desde el punto de vista del empleo y criticaba «la falta de rigor del Gobierno de España en la planificación energética» que, ha dicho, hace «a salto de mata», una planificación que considera «no avanza» cuando la realidad hace necesaria «una transición energética». Por tanto, Barbón ha rechazado la actitud del Estado.

De «mala noticia para la comarca del Nalón» ha calificado el diputado de IU, Ovidio Zapico, la pretensión de Iberdrola de cerrar la térmica langreana porque, en su opinión, con cierres como este se estaría afrontando el horizonte de la descarbonización «de forma inmediata» para estaba previsto hasta el año 2050. «Creo que se está afrontando de una forma precipitada el horizonte de la descarbonización y que se está haciendo sin ninguna base o salida para estos territorios», ha manifestado Zapico, que ha mostrado su preocupación porque el valle del Nalón vaya a perder tejido industrial cuando no hay prevista «ninguna otra actividad industrial».

Quien se ha desmarcado por completo de la posición que ha tomado IU en el Congreso de los diputados respecto al cierre de las térmicas ha sido el alcalde de Langreo. Jesús Sánchez (IU) ha declarado que le parece «muy mala noticia» el anuncio de cierre de la planta que Iberdrola tiene en Lada, avanzando que hará «lo posible» para que la empresa energética «cambie de posición» ya que no encuentra justificación a esta medida que considera «que es precipitada» por el encarecimiento que supondrá en la tarifa eléctrica y por la pérdida de puestos de trabajo directos e indirectos que supondrá para el municipio que gobierna. Así, Sánchez ha anunciado que pedirá a los vecinos «que se posicionen en contra de la medida» por lo «perjudicial» de la misma.

El anuncio de que Iberdrola había solicitado al Ministerio de Energía permiso para cerrar la térmica de Lada llegaba a las cuencas a penas dos horas después de la rueda de prensa que ofrecían en Mieres el diputado del PP por Asturias en el Congreso, Ramón García Cañal, y la diputada del PP en la Junta General, Gloria García, sobre carbón, minería y apoyo al mantenimiento de las térmicas. En la misma Gloria García dejaba claro que desde el Partido Popular rechazaban la iniciativa apoyada por una mayoría de los partidos en el Congreso para el cierre de las térmicas, y lamentaba que desde el PSOE estén «echando la culpa al PP» cuando lo que apoyaron sus diputados en el Congreso «aboca al cierre de las térmicas, a la defunción de la minería y a la pérdida de empleos».

Mantenimiento del empleo y actividades alternativas

Desde los sindicatos han coincidido en advertir el impacto que tendrá el cierre de la central de carbón de Lada sobre el empleo, tanto directo como indirecto, en unas cuencas mineras «castigadas por el desempleo» y con «falta de alternativas». El secretario del Sector Energético del SOMA-FITAG-UGT, Julio César Areces, ha puesto de relieve que la central de Lada genera un empleo indirecto de entre 250 y 300 puestos de trabajo en actividades mecánicas, eléctricas, de construcción e incluso servicios, que se suman a los 90 directos de la propia instalación.

El responsable del sector energético de UGT se mostró convencido de que la empresa energética «no tendrá problemas» para realizar recolocaciones o prejubilaciones, debido al gran tamaño de la empresa, pero ha insistido en que el problema estará en el gran volumen de empleo indirecto que genera la central.

En su opinión, se trata de una noticia «esperada» por la estrategia del grupo energético de reducir sus emisiones, pero no por ello deja de ser «fuerte» su impacto en las cuencas.

Por su parte, CCOO de Industria de Asturias emitía un comunicado en el que cifraba en unos 200 empleos los generados por la central entre el propio personal de Iberdrola y las compañías auxiliares, por lo que ha exigido que cualquier decisión tenga como prioridad el mantenimiento del empleo, así como «la generación de actividades alternativas». Igualmente, ha instado a las administraciones locales, autonómicas y estatales a que sean «claras y contundentes a la hora de manifestar su defensa de los puestos de trabajo, especialmente en Asturias, en unas cuencas mineras castigadas por el desempleo y la falta de alternativas». CCOO de Industria también ha pedido «reflexión» a aquellos partidos políticos que, «de forma frívola», respaldan iniciativas en el ámbito parlamentario «que tienen consecuencias directas sobre los trabajadores y el empleo».

Iberdrola ha informado hoy de que ha solicitado al Ministerio de Energía autorización para cerrar sus centrales térmicas de Lada, en Asturias, y Velilla, en Palencia, dentro del proceso de clausura de todas sus centrales del carbón en el mundo, aunque ha asegurado que la medida no afectará al empleo de los trabajadores. Según informaba este viernes la compañía eléctrica, toda la plantilla de las plantas afectadas (90 trabajadores en Lada y 80 en Velilla) será recolocada en las labores de desmantelamiento de las plantas, que se extenderán durante cuatro años desde la fecha de aprobación de cierre, y en otras instalaciones de la empresa.

En el desmantelamiento de estas centrales, que suman una potencia de 874 megavatios (MW), Iberdrola invertirá cerca de 35 millones de euros, y acometerá una restauración paisajística de las zonas que ahora ocupan las centrales de Lada y Velilla.