El Alto Nalón no se fía de la solución provisional al argayo de Anzó

Carmen Liedo SOBRESCOBIO/CASO

CUENCAS

Decenas de vecinos del Alto Nalón se han concentrado a los dos lados del desprendimiento para protestar por el casi aislamiento que sufre Caso desde hace doce días

03 abr 2018 . Actualizado a las 15:09 h.

El argayo que desde hace doce días corta el corredor del Nalón a la altura de Anzó ha dividido la concentración convocada para las once y media de la mañana de este martes a ambos lados del desprendimiento pero, a la vez, ha unido más a quienes están afectados. A uno y otro lado, lo que demandaban los vecinos es que se les dé una solución que permita salir al concejo de Caso del aislamiento en el que se encuentra al no tener más alternativas para conectarse con el resto de la región que la carretera de la Collá de Arnicio, que une Campo de Caso con Infiesto y que se encuentra en pésimas condiciones; o la senda peatonal que discurre por encima del propio argayo y que obliga a hacer un trayecto que lleva entre 15 y 20 minutos caminando. Esta concentración de protesta a los pies del desprendimiento se produce un día después de que el consejero de Infraestructuras asegurara a los alcaldes de Caso y Sobrescobio que se habilitará un paso por encima del río Nalón para sortear el argayo. Sin embargo, quienes se manifestaban hoy en Anzó se mostraban escépticos respecto a la solución provisional que plantea Fernando Lastra.

En la concentración había quien realmente dudaba de que ese paso se vaya a construir, y más de cara al próximo fin de semana, y quien daba más credibilidad a lo que dijo hace días la Unidad Militar de Emergencias (UME), que descartó construir ese paso. «Cuando la UME no se atreve a hacerlo…», dejaba en el aire una vecina de Caso afectada por el argayo, que añadía que, no obstante, «la gente es reacia a pasar por él aunque lo construyan porque dudan de que vaya a ser seguro». «Lo malo es para los que trabajamos en Caso», aseguraba una trabajadora de ayuda a domicilio que participaba en la concentración, que se quejaba de que «estamos todo el día arriba y abajo, arriba y abajo». Por ello, añadía que desde la administración regional deberían poner medios también para ayudar a moverse a la gente a un lado y otro del argayo.

Un día a día complicado

Desde luego, lo que tienen claro los vecinos de Caso es que la alternativa de llegar al concejo por la Collá de Arnicio es la última de las alternativas por la mala situación en que se encuentra la carretera pese al rebacheo que realizaban desde la administración regional al día siguiente de producirse el desprendimiento. «Echaron un poco de zahorra en los baches más grandes, pero no ha servido de nada, pasar por allí es arriesgarse a joder el coche en un momento», aseveraba otro de los concentrados en Anzó. Así, quienes a diario tienen que trabajar a uno u otro lado del desprendimiento que corta la AS-117 optan por dejar coches a los dos lados del mismo y caminar algo más de 15 minutos por lo que se ha denominado «la ruta del Argayón». Así, en las orillas del corredor del Nalón están estacionados decenas y decenas de vehículos en más de medio kilómetro. Sin embargo, hay quien apunta que «no deja de ser un camino de cabras» que precisamente discurre por encima del argayo y que tampoco ofrece condiciones de seguridad cuando se transita por el mismo, sobre todo, quienes tienen que hacerlo a primera o última hora del día, cuando no hay buena visibilidad y hay que realizar el trayecto con linternas. La gente que tiene ganado en Caso también se ve obligada cada día a realizar este trayecto peatonal para atender a los animales.

En el lado casín del argayo también se encontraban decenas de personas, algunas de ellas propietarias de negocios vinculados al turismo que esta Semana Santa se han visto muy perjudicados por las cancelaciones que se han producido en los alojamientos y restaurantes. Una de ellas es Sandra Ramiro, quien en representación de la asociación turística Redes Natural ha manifestado que el paso peatonal es «lo mínimo como solución temporal» que puede hacer el Principado. Sin embargo, no misma no descarta que haya que pedir «también un paso para coches» en vista de la gravedad del argayo «y que no se mojan demasiado en fechas». Desde luego, lo que preocupa a los habitantes de caso es «la situación global y constante de las malas infraestructuras del concejo y del Parque Natural de Redes», y es que en la concentración se ha recordado que este invierno se han producido múltiples fallos de luz, agua, teléfono y carreteras, muchas de ellas «en penoso estado».

En el sector turístico se quejan de que «la falta de información mata al negocio», y prefieren que «si tienen que dar malas noticias que las den» pero así saber a qué se enfrentan, porque «si sabemos que la situación es para dos meses podemos poner en marcha campañas de algún tipo para intentar minimizar» el perjuicio que les está ocasionando el argayo de Anzó, un incidente «del que nadie tiene la culpa de su caída», aunque también apostillan que con unas buenas comunicaciones, la situación hoy por hoy sería otra bien distinta para los habitantes de Caso. Así, a pie del desprendimiento empresarios turísticos recordaban que llevan más de una década reclamando al Principado el arreglo «en condiciones» de la carretera de la Collá de Arnicio, una vía que podría haber minimizado el impacto del argayo para quienes residen en el concejo de Caso y lo visitan.

Representación política del PP y Podemos en la concentración

La concentración ha contado también con representación política. El diputado del PP Rafael Alonso participaba en la misma y valoraba la propuesta de la Consejería de Infraestructuras de construir un paso peatonal como solución provisional. Alonso señalaba que aunque el Principado «quiera venderlo como una virtud, en realidad es una obligación  reabrir la comunicación porque los vecinos ya han tenido mucha paciencia», por lo que reclamaba a la administración regional «que ponga todos los medios para que se pueda recuperar algo de normalidad». Y es que otra de las preocupaciones que se han planteado en la movilización que ha tenido lugar en la mañana de este martes es «a ver cómo van los críos a la escuela cuando la próxima semana se reanuden las clases». Había quien en la concentración lo tenía claro, y aseguraba «que si yo fuera la madre de alguno, no va» ante las dudas sobre la seguridad que ofrecen las alternativas para sortear el gigantesco desprendimiento.

En la concentración vecinal para reclamar la reparación del argayo de Casu también ha habido representación de Podemos al asistir a la misma el portavoz del Grupo Parlamentario de Asturies, Emilio León, quien ha estado acompañado del concejal de Somos Llaviana Miguel González y del portavoz de ese grupo municipal Unai Castaño. Este último ha criticado el casi aislamiento en el que se encuentran más de 2.000 vecinos de Caso desde hace doce días y ha recordado que «en su día ya denunciamos las malas comunicaciones de esta zona». Es más, se ha referido a las enmiendas a los presupuestos del Principado que presentaron el año pasado solicitando el arreglo completo de la carretera de Arnicio. «Sin embargo, el PSOE las tumbó y las consecuencias aquí las tenemos», ha señalado Unai Castaño, para quien el argayo que se ha producido en Anzó «es el ejemplo del abandono total del medio rural asturiano».