Roba en una joyería para ir a la cárcel a ver a su cuñado preso

efe OVIEDO

CUENCAS

Imagen de archivo de unas joyas
Imagen de archivo de unas joyas MARTINA MISER

El acusado, con trastornos psicológicos, dejó escrita su dirección en un papel para facilitar la detención

26 jul 2018 . Actualizado a las 13:55 h.

El acusado de un delito de robo con intimidación por el atraco a una joyería de Mieres en 2017 ha declarado hoy que lo hizo con la intención de ir a la cárcel para ver a su cuñado preso en el centro penitenciario de Asturias. El procesado, que según los informes médicos padecía trastornos mentales agravados el día de los hechos por no haber tomado la medicación durante seis meses, se ha declarado culpable en el juicio celebrado hoy en el Juzgado Penal número 1 de Oviedo. En su declaración, ha asegurado que no se le pasó por la cabeza la posibilidad de ir de visita a la cárcel para ver a su cuñado Benito, que era la persona que le hacía compañía y le quiere más que si fuera un hermano.

La Fiscalía del Principado de Asturias ha mantenido la petición inicial de cuatro años y tres meses de prisión a tres años y medio, la mínima por el delito de robo con intimidación al considerar que hubo ánimo de lucro. En la vista ha quedado acreditado que el 4 de diciembre de 2017, sobre las 18:45 horas, el acusado entró al establecimiento de compraventa Oro Rosi, en la calle Carreño Miranda de Mieres, y exigió a la empleada la entrega de dinero amenazándola con una navaja de 10 centímetros de hoja. Las encargada de la joyería y los dos agentes de la Policía Nacional que testificaron han declarado que el atracador dejó su nombre y dirección para que lo fueran a detener a su casa, lo que ocurrió minutos después.

Los informes médicos adjuntados a la causa revelan que el acusado padece un «trastorno mixto de la personalidad, trastorno de ansiedad generalizado y déficit intelectual leve», y que el día del atraco presentaba una «descompensación psicopatológica y mantenía disminuidas las capacidades cognitivas y volitivas». El abogado defensor ha negado la existencia de «ánimo de lucro» porque la Policía halló 540 euros de los 730 euros denunciados «desparramados en la mesa de la cocina» de la vivienda donde fue detenido y el resto ha sido ya ingresado en la cuenta del juzgado como «reparación del daño».

Además, el letrado, que ha calificado el caso como «el robo más extravagante de la historia», ha dicho que el único propósito de su defendido era «ser detenido para poder acompañar a su cuñado» en la cárcel. Ha destacado la circunstancia que permitió a la empleada contar el dinero que se iba a llevar porque en ese tiempo esperaba que llegara la Policía.

El abogado ha pedido la libre absolución al considerar que en este caso «sólo puede haber un delito de amenazas» y que los ocho meses que lleva en prisión preventiva son una pena «más que suficiente». En su turno de palabra al finalizar el juicio, el acusado ha dicho que se siente «muy triste» y ha pedido el «perdón de la sala».