El superviviente asturiano del avión estrellado en México recibirá el alta «en unas horas»

Carmen Liedo / J. C. G.

CUENCAS

Equipos de socorro se dirigen hacia el avión de Aeroméxico estrellado en Durango
Equipos de socorro se dirigen hacia el avión de Aeroméxico estrellado en Durango ..

José Manuel Pulgar, minero de Pola de Lena de 43 años, viajaba en el avión siniestrado en Durango cuyos ocupantes han sobrevivido en su totalidad. Se queja de un dolor en el costado, pero se encuentra bien, según su hermana

01 ago 2018 . Actualizado a las 20:49 h.

José Manuel Pulgar está bien, salvo un dolor en un costado que no parece revestir gravedad, y espera el alta médica «en unas horas». El asturiano que ha sobrevivido al accidente del avión mexicano estrellado en Durango junto a la totalidad del los 97 tripulantes y el pasaje, de 4 personas, aguarda en el Hospital Militar de la ciudad que concluyan los exámenes médicos para poder reemprender el vuelo a Asturias. Lo confirmaba su hermana, Zulima Pulgar, que aún no ha podido hablar directamente con José Manuel pero que sí ha recibido esta información sobre la situación de su hermano, después del lógico susto al conocer que el único español que viajaba en el vuelo de Aeroméxico accidentado era este minero de Pola de Lena, de 43 años, casado y con dos hijos. 

Precisamente con ellos había viajado para pasar unos días de vacaciones junto a su familia mexicana, y allí los había dejado para volver a solas y reincorporarse esta misma semana a su puesto de trabajo en el Pozo Nicolasa. Su hermana, también trabajadora de la mina en el Pozo Santiago, comenta que por el momento no les han aclarado las causas del accidente, aunque todo apunta a que las malas condiciones climáticas hicieron que se el Embraer 190 de Aeroméxico se precipitara en las afueras del aeropuerto de Durango «apenas unos segundos después del despegue». El hecho de que la aeronave no hubiese cogido altura antes de la colisión explica la relativamente feliz resolución del siniestro.

El vuelo AM231 accidentado era el primero de los dos que José Manuel Pulgar tenía que coger para su regreso. Se trataba de un avión pequeño para un vuelo interior que le llevaría hasta la capital federal mexicana, donde le aguardaba el vuelo que espera poder retomar en cuanto reciba el alta. Mientras tanto, su familia asturiana espera que pasen unas horas. En México es todavía temprano, dada la diferencia horaria, y no creen poder contactar antes del mediodía, hora mexicana. El Atlántico se hará aún más largo, pero lo que cuenta es su buena fortuna y que hoy en Pola de Lena se le siga esperando y que José Manuel Pulgar esté de vuelta para contarlo.