José Muñoz, miembro de Estopa, presentará el nuevo trabajo de la banda el próximo 20 de agosto en Avilés. El dúo catalán hará también un repaso de sus grandes éxitos
09 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Llevan más de 15 años en la música y lo que les queda. Su último disco Rumba a lo desconocido ha vendido más de 50.000 copias en la era en la que el streaming ha dado un duro golpe a las compañías discográficas. A pesar de ello, Estopa sigue sonando en las radios de la misma manera que su día sonó su primer hit La raja de tu falda. Con sus nueve álbumes y sus dos ediciones especiales han conseguido vender más de cuatro millones de discos, convirtiéndose así en referentes. Conocedores de su éxito, Estopa no ha perdido su esencia ni tampoco ha querido. Desde que se dieran a conocer en 1.999, el dúo catalán ha vuelto a poner en boca de todos un género que había perdido cierta popularidad, todo gracias a su fusión de rumba y rock que hizo que consiguieran atraer a un público más joven. Saben que sus «himnos urbanos» siguen funcionando entre el público «No hemos cambiado. Tenemos alguna cana más pero seguimos siendo los mismos», reconoce José Muñoz. El próximo 20 de agosto harán parada en Avilés con su gira Rumba a lo desconocido, donde harán bailar al público asturiano.
«Esta gira nos está dando muchas alegrías. La gente lo está disfrutando». Así resume José Muñoz estos últimos nueve meses en los que Estopa ha llevado su rumba por casi todos los puntos de España. Ambos hermanos disfrutan cada concierto como si fuera el primero y sin pensar en lo que vendrá después. Tal es la felicidad que sienten encima de los escenarios que ni piensan en lo que vendrá cuando den por finalizada una gira de casi un año. «Todavía queda bastante para las vacaciones. Lo importante es ir al concierto que toca cada semana y disfrutarlo al máximo. Somos como el Cholo Simeone, vamos partido a partido. No queremos saber lo que va a pasar dentro de un mes», explica. Desde su debut en 1999 con su primer disco, el dúo catalán no ha parado y por sus palabras se intuye todavía tienen cuerda para rato.
Sobre lo que le espera este 20 de agosto al público asturiano, Muñoz reconoce que «podrán disfrutar de un espectáculo de dos horas y media con un repertorio muy cañero donde no se encuentran baladas». Los hermanos harán un amplio resumen de su carrera y repasarán varias canciones de sus anteriores discos. «Hemos elegido seis, siete canciones del álbum actual y el resto son canciones más antiguas que la gente quiere escuchar», señala. Los espectadores podrán disfrutar de sus éxitos más importantes como Vino Tinto, Tu calorro, Fuente de energía o su último gran éxito Pastillas para dormir. «Miro hacia atrás, al 2.000 y lo recuerdo como si fuese un sueño. Por eso intentamos siempre que no se nos olvide sobre el escenario», rememora.
Estopa califica su último trabajo como «más rumbero que los anteriores». Los hay que dicen que los Estopa se han vuelto un poco más romántico, que han dejado a un lado aquel rollo rebelde que los caracterizó tanto en su primera etapa musical. Muñoz califica a sus nuevas canciones como «más introspectivas». Gafas Rosas es una crítica social con un toque de alegría, Pastillas para dormir suena a desamor mientras que Ando buscando es un tema con un toque más romántico. «Ahora queremos contar más lo que nos ocurre, lo que pensamos. Cada canción tiene su propio estilo», desvela.
Los Estopa se muestran entusiasmados por volver a Asturias, de la que dicen que les gusta todo, desde su gente hasta Víctor Manuel. Compartieron escenario junto a artistas de la talla de Miguel Ríos, Miguel Poveda o Serrat en el concierto en el que el asturiano recordó sus cincuenta años en la música. Las diez mil personas que abarrotaron aquel día La Ería pudieron disfrutar de una actuación sin precedentes en la que los catalanes quisieron homenajear al cantautor.
José Muñoz reconoce también que si hay algo que le encanta de Asturias es su gastronomía, en especial la fabada. Entre risas confiesa que lo primero que hará nada más llegar a la región será comer un buen plato «aunque estemos a 40 grados». Y es que como el artista reconoce, «Asturias está para comérsela».