«You Want It Darker», el sereno epílogo de Leonard Cohen

La Voz DAVID VILLAFRANCA | EFE

CULTURA

Homenaje de los fans de Leonard Cohen
Homenaje de los fans de Leonard Cohen MARC BRAIBANT | AFP

«Estoy preparado, mi Señor». Este tenebroso verso simbolizó la despedida serena que el artista entregó al mundo

11 nov 2016 . Actualizado a las 21:18 h.

«Estoy preparado, mi Señor». Este tenebroso verso de la canción You Want It Darker, en la voz estremecedora y abismal de Leonard Cohen, simbolizó la despedida serena que el artista entregó al mundo en el disco homónimo, editado en octubre y que quedará para la eternidad como su epílogo musical.

El legendario músico y poeta canadiense, referencia indiscutible de los cantautores surgidos en los años 60, falleció hoy a los 82 años.

Todas las reseñas y comentarios acerca del último disco de Cohen enfatizaron el aroma de adiós que desprendía You Want It Darker, un disco cuyas metáforas apuntaban a la desaparición y la muerte con llamas que se apagan, partidas que se terminan o amores que se desvanecen.

Esas interpretaciones cobraron más fuerza gracias a un excelente perfil de David Remnick publicado en la revista The New Yorker, en el que Cohen aseguró con contundencia y tranquilidad que estaba «preparado para morir».

Pocos días después, Cohen participó en un acto con un grupo selecto de medios de comunicación, en el que figuró Efe, celebrado en la residencia del cónsul canadiense en Los Ángeles.

«Dije recientemente que estaba preparado para morir y creo que estaba exagerando (...). Tengo la intención de vivir para siempre», afirmó con ironía Cohen, quien en el mismo evento, en el que engatusó a los periodistas con un derroche de elegancia e inteligencia, subrayó divertido su intención de vivir «ciento veinte años».

Pese a ello, era inevitable pensar en la muerte con un disco que abre con You Want It Darker, un single que parece extraído de un réquiem y que envuelve la profunda voz de Cohen en coros monásticos y un órgano espeluznante.

Prisioneros en fila, luchas espirituales contra los demonios, «una canción de cuna por el sufrimiento» o «un millón de velas ardiendo por una ayuda que nunca vino», son algunas de las siniestras imágenes que desfilan por una canción digna de los momentos más brillantes y sobresalientes de su autor.