«El ser humano parece destinado a cometer errores sin saber que los está cometiendo»

Efe REDACCIÓN

CULTURA

Juan González

El cineasta Matteo Garrone se define, en Gijón, como «un autor en proceso de formación». Califica su último film, «El cuento de los cuentos» como el más personal

25 nov 2016 . Actualizado a las 19:36 h.

El cineasta Matteo Garrone, que con ocho largometrajes y dos premios del Gran Jurado de Cannes se define a sí mismo como «un autor en proceso de formación», ha asegurado que su filmografía tiene como denominador común las contradicciones universales de Italia. En su visita al Festival Internacional de Cine de Gijón, que ha programado una muestra retrospectiva de su obra y le ha dedicado un libro, «La Italia de Matteo Garrone», de Martín Cuenca, el director ha dicho que busca darle una dimensión onírica a la realidad. «Mis películas son fruto de la perspectiva que tengo de la realidad y de mi manera de comprender al ser humano y sus obsesiones como un proceso de exploración de los distintos lugares del mundo», ha afirmado.

Galardonado con dos premios del Gran Jurado del Festival de Cannes por «Gomorra» en 2008 y «Reality» en 2012, Garrone ha admitido haber dado un giro a su forma de filmar en su ultimo largometraje, «El cuento de los cuentos». Por primera vez, el director italiano no ha tenido como punto de partida la «realidad tangible» sino la magia de lo fantástico, aunque luego lo real se mezcla con lo onírico, según ha explicado.

Garrone ha marcado las diferencias de este filme con «Gomorra», considerada por la crítica como su mejor obra, a la que ha calificado como un relato de «fábula negra» que puede verse como de «ciencia ficción». Es también su película más personal y querida porque cuando estaba rodando conoció a la mujer que fue luego la madre de su hijo, y porque la historia que narra sobre la mafia de Nápoles la ha vivido como «una experiencia dolorosa». «Viví ese mundo como una experiencia dolorosa al comprender hasta dónde puede llegar la inconsciencia de la humanidad y cómo el ser humano parece destinado a cometer errores sin saber que los está cometiendo» ha dicho. Ha explicado además que, a pesar de que pueda repudiar las actitudes de algunos personajes, no los juzga sino que camina junto a ellos, convencido de que un director tiene que tener «empatía».