Marilia, la morena del exdúo Ella Baila Sola, veraneante habitual de Colunga en su infancia, presenta en Avilés su último trabajo «Subir una montaña»
30 nov 2016 . Actualizado a las 20:20 h.Marilia fue la mitad de Ella Baila Sola, el dúo musical español que ha logrado vender hasta la fecha cinco millones de discos. Puso voz a canciones como Amores de Barra, Lo echamos a suertes o Cómo repartimos los amigos, con las que llego al número 1 de en todas las listas. En 2001, el dúo anunció su separación y ambas emprendieron rumbos separadas. En 2013, Marilia publicaba su primer disco en solitario, Subir una montaña, el cual presentará en en el emblemático Santa Cecilia en Avilés el próximo 7 de diciembre. Junto a ella en el escenario estará el asturiano Nacho Vegas.
-Hablemos de su andadura en solitario. ¿Cómo definiría su nuevo álbum Subir una Montaña?
-Me cuesta mucho poner en palabras este trabajo, por eso prefiero que la gente lo escuche. Es el principio de una nueva etapa, son nueve canciones que van entre el folk, el pop y el rock. Es un nuevo punto de partida, pero para hacer este disco ha hecho falta toda mi vida anterior. Es la suerte de poder dedicarme a la música y que la gente haya podido escucharme en mi anterior banda. Al final, es el resultado de estar muy agradecida a la música y de poder seguir haciendo canciones. Eso es lo que quería, volver a tocar. Subir una montaña habla más de disfrutar del camino que de llegar a ninguna cima.
-Lleva casi un centenar de conciertos en los últimos tres años. ¿Tiene pensado tomarse un respiro o va a seguir trabajando?
-Tengo ya grabado el siguiente disco que saldrá a la venta apróximadamente en marzo del año que viene, así que no pretendo parar mucho. Está grabado en directo y reúne los temas que he tocado y que quería dejar reflejados. Algunos de esas canciones la gente ya las conoce, otras no. Ya tengo varios temas para un tercero, así que seguiré componiendo. Grabar las canciones es algo importante, componerlas más aún, pero tocarlas en directo es lo más bonito.
-¿Qué queda de la Marilia que conquistó a todos en Ella Baila Sola?
-Soy yo totalmente, aunque creo que el tiempo ha pasado para todos. Hay muchas cosas en las que espero haber cambiado y quisiera creer que he mejorado. La experiencia, sobre todo, es lo que te va enseñando, entonces intento que eso se note en lo que hago. Creo que el camino por recorrer es muy grande y quiero seguir haciéndolo. Esta nueva etapa es una continuación, y es que sigo contando y compartiendo cosas de mi día a día que me ocurren a mí o en mi alrededor. Sigue siendo mi punto de vista, pero obviamente hay cosas que las veo de forma diferente porque han pasado veinte años. Cuando me encuentro con mi público y revisamos canciones hay una conexión muy fuerte. Tengo la sensación de que es una continuación. Me hace mucha ilusión que la gente que no tuvo la oportunidad de escuchar las canciones en directo hace veinte años pueda ver a esa persona ahora. Tocar en sitios pequeños me da una oportunidad muy bonita de reencontrarme con personas de edades muy variadas. Incluso muchos vienen con sus hijos. Me parece que estoy en un momento muy bonito y agradezco a la gente que vuelva a venir a curiosear en esta nueva etapa.
-Con vuestro primer disco se vendieron un millón de copias y llegasteis al número uno en varios países. ¿Cómo se vive el pasar de tocar en pequeños bares a sonar en todas las emisoras?
-Al principio se vive como se puede. Recuerdo que lo intenté llevar de la forma más natural y normal posible, manteniendo a mis amigos, manteniendo mi vida lo más parecida a lo que era antes y haciéndolo lo mejor posible. Dedicarse a esta profesión, hacer canciones en tu casa y que la gente decida escucharte es un regalo muy grande. La atención es siempre bienvenida cuando estás compartiendo algo tan necesario como es el intercambiar la música. Me siento muy afortunada por haber vivido esa etapa, por haber podido aprender, porque la gente haya conocido mis canciones y porque todos ellos me hayan dejado entrar en sus casa y en sus vida. Considero que soy una afortunada y gracias a esa etapa he podido seguir haciendo canciones. Sin duda, ha sido un camino muy bonito.
-Dice que el recorrido hasta aquí ha sido muy bonito. ¿Con qué se quedaría de la etapa en Ella Baila Sola?
-Digo bonito teniendo en cuenta que, como en cualquier camino, hay momentos muy difíciles. Creo que es bonito cuando reflexionas y piensas que de lo malo también se aprende. Para mí lo más bonito de todo ha sido la gente, desde luego. Poder sentirme tan cerca de tantísima gente a través de la música ha sido una suerte.
-Si se habla de un dúo pop de los noventa en España, obviamente se habla de Ella Baila Sola. ¿Se ve como un referente?
-Creo que tenemos muchos referentes, hay bandas españolas muy buenas. Para mí lo han sido otros, entonces es difícil ser objetiva. En este caso, yo no me considero un referente, pero sí que encuentro gente dice eso de nuestras canciones. Por ejemplo, Mujer florero se ha convertido en un himno feminista. Sí que creo que canciones como esta, como Amores de barra o Cuando los sapos bailen flamenco acompañaron a la gente en una etapa y por eso las radios y la gente las han mantenido vivas. Estoy agradecida de haber formado parte de la música española en un momento determinado.
-El próximo 7 de diciembre actuará en Avilés y se subirá al escenario con un referente de la música en Asturias como es Nacho Vegas. ¿Qué supone esta colaboración?
-Considero que es uno de los interpretes con más personalidad de este país, uno de los grandes y está entre mis favoritos. Me apetecía mucho colaborar con un músico asturiano, le invité y accedió con sencillez. Es un honor trabajar con alguien con tanto talento como él. Será en un par de temas y en un lugar tan personal también como es el Santa Cecilia en Avilés, un lujo. Tenemos muchas ganas toda la banda de que llegue el día, lo vamos a disfrutar. Espero que la gente venga a vernos.
-De pequeña solía veranear en Asturias. ¿Con qué se quedaría de la región?
-Sí, es verdad. Mi bisabuelos ya veraneaban en La Isla y la hermanas de mi bisabuela tiene una calle allí con su nombre. Si tuviera que elegir de dónde soy, me siento asturiana por elección. Para mí el Principado es su paisaje, el verde, el mar, el respirar. Estar en Asturias es una sensación diferente que no me da cualquier otro lugar. Me encanta la gastronomía, la gente, su carácter. Allí tengo también grandes amigos. Todo me resulta muy familiar y prestoso.