Los asturianos vuelven al libro en papel

Susana D. Machargo REDACCIÓN

CULTURA

Antía Otero

El gasto en publicaciones crece más de dos millones de euros en un año en el Principado y las librerías confirman el repunte del mercado. Se reactiva el bolsillo, las ediciones caras y las novedades como regalo

26 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El boom de los libros digitales y de la piratería parece haber pasado. Los libros en papel vuelven a estar de moda. Ediciones en bolsillo para obras de todas las épocas, formatos caros y novedades para regalo. Los libreros asturianos confirman que el mercado se ha reactivado y las estadísticas oficiales así lo confirman. El año pasado se gastaron en el Principado 50,8 millones de euros en libros y publicaciones periódicas, justo dos más que hace un año. El presupuesto por hogar también ha crecido y ya roza los 111 euros por familia. Hay un pero en este cambio de tendencia. La recuperación aún no ha llegado a las editoriales. El número de compañías sigue descendiendo y también la cifra de obras editadas en la región, en todos los formatos.

Leonardo Prado, gerente de la Librería Santa Teresa y presidente de la Asociación de Libreros de Oviedo, reconoce que en 2013 se tocó fondo, en 2014 llanearon y en 2015 se volvieron a vender más libros. El año 2016 está siendo el de la confirmación. «Durante la crisis, llegaba gente que nos decía que no podía permitirse gasta ocho o nueve euros en una edición de bolsillo. Ahora eso ya no nos pasa. El libro vuelve a estar de moda como objeto, incluso como regalo», explica Prado. Este profesional del sector siempre tiene un ojo puesto en el mercado norteamericano, «porque va siempre un paso por delante». Esa atención le sirve para decir que «ha pasado la fiebre por el digital» y que la proporción en la que convivirá con el formato tradicional será de un 70% del papel frente a un 30% del tecnológico.

Las estadísticas

El Anuario de Estadísticas Culturales 2016 recientemente presentado por el Ministerio de Educación y Cultura explica que el gasto en bienes y servicios culturales ha pasado de 303,9 millones de euros en 2014 a 320,8 millones en 2015. Es decir, que el sector ha movido en Asturias casi 17 millones de euros más. Del total, 50,8 millones han sido para los libros y las publicaciones periódicas. El resto se reparte en la compra de accesorios o en el disfrute de servicios. Cada asturiano gasta al año 49,1 euros en comprar ediciones tanto profesionales como de ocio. Puede parecer una cantidad modesta pero no lo es. Solo vascos (71,6 euros) y navarros (64,4 euros) destinan más dinero. Los madrileños aparecen justo a continuación, con 49,5 euros. Las revistas y los periódicos acaparan más presupuesto pero todo el mercado, al completo, mejora. 

«Sufrimos una confluencia de factores negativos a la vez, con una crisis coyuntural, la llegada del libro electrónico y la piratería. Pero todo comienza a ajustarse. No sé si es por cansancio pero se vuelve al papel», insiste el presidente de la Asociación de Libreros de Oviedo, la que aglutina a tiendas de gran parte del Principado y que es la encargada de organizar LibrOviedo. Las buenas noticias es que funciona un poco todo y no una parte concreta y que la tendencia que la estadística del 2015 la notan en el día a día en el 2016.

El 64% de los asturianos confiesa en el Anuario de Estadísticas Culturales que ha leído un libro en el último año, un 26,3% solo publicaciones relacionadas con sus estudios o profesión y un 59,7%, por ocio. Este último porcentaje ha crecido casi once puntos en un año, lo que supone uno de los crecimientos más grandes por comunidades de la afición a la lectura. Los lectores compaginan el formato papel con el ebook, con una clara predilección por el primero. Si Prado explica que en Estados Unidos la proporción es del 70% frente al 30%, en Asturias seis de cada diez lee en papel y 19 de cada 100 en digital. Ambos porcentajes no llegan al 100% de la población, porque es la proporción de los que leen sobre el total y también porque hay muchos que combinan ambas posibilidades. Sin embargo, solo el 28% ha comprado en el trimestre antes de contestar a la encuesta. 

A quien todavía no parece irle demasiado bien es al sector editorial. Los libros, en todos los sorportes, inscritos en el ISBN en 2015 fue el más bajo de los últimos cinco años, con solo 648 títulos. Asturias es la cuarta región con menos registros nuevos. Del total, 521 eran en papel y 127 en digital. También siguen cerrando editoriales. Quedan funcionado apenas 51, con una producción media anual de 13 obras.

A este respecto, Leonardo Prado reconoce que han cerrado muchas durante la crisis pero también precisa que abren otras, pocas, hiperespecializadas, que cuidan mucho la edición y que «hacen cosas muy bonitas». La recesión acabó con la burbuja de las editoriales que llegaron a poner en circulación hasta 80.000 títulos al año. En parelalo, el presidente de los libreros explica que nunca ha sido tan fácil autoeditarse, que muchas imprentas ofrecen opciones de calidad a precios asequibles. «No son una competencia real para las editoriales porque carecen de canales de distribución pero son una opción para la gente con inquietudes», explica.