La nueva producción de la plataforma norteamericana está recibiendo duras críticas por su enfoque de la anorexia
25 jul 2017 . Actualizado a las 07:50 h.Netflix está calando hondo en la sociedad, tanto que ya hay estudios que demuestran que está cambiando los hábitos de consumo en lo que a contenidos audiovisuales se refiere. Una de las claves de su éxito se debe, sin duda, al hecho de haber variado la forma de ver la televisión, pero no se puede obviar el contenido de sus productos. Y es que algunas de las últimas producciones de la aplicación causaron cierto revuelo por el modo en el que enfocaban según qué temas considerados tabú.
Por 13 razones impactó a su audiencia de una forma que todavía no se sabe si es positiva o negativa. Hay quien acusó a sus creadores de glamourizar situaciones como el suicidio, el acoso o la violación al convertir al personaje de Hanna Baker en alguien a quien muchos adolescentes comenzaron a admirar, algo sobre lo que expertos en salud mental ya venían advirtiendo. Lo cierto es que aquí tampoco hay consenso, pues existe quien defiende la visibilización de estos temas para así llegar a una solución.
La polémica ahora la trae otra nueva producción de Netflix. To The Bone (Hasta el hueso en español), fue, sin duda, un proyecto largamente ansiado por el público. Por fin se le daba un hueco a la anorexia en el audiovisual más allá de los telefilmes que la tocaban a ras de suelo. Pero las cosas no salieron como esperaban. O al menos no del todo. Por un lado están aquellos que deciden verle el lado positivo a Ellen, la joven que sueña con brazos abarcables por los dedos de una mano a la que interpreta Lilly Collins. Pero están también los que abren peticiones de Change.org para exigir su retirada al considerar que frivolizan la enfermedad hasta límites peligrosos.
Su directora, Marti Noxon, quien también padeció trastornos alimenticios, puso las cartas sobre la mesa en una entrevista hace unos días: «Me pareció que este era un buen momento, que había una visión más auténtica de eso, algo que se sentía más genuino». No hay con qué comparar el enfoque que Noxon le da a la historia. Pero lo cierto es que, al menos, se ha atrevido a darle voz.