«El secreto de Marrowbone» regresa al Cantábrico donde nació

J. C. Gea / Agencias

CULTURA

Sergio Sánchez, cuarto por la izquierda, y los actores y productores de «El secreto de Marrowbone», en San Sebastián
Sergio Sánchez, cuarto por la izquierda, y los actores y productores de «El secreto de Marrowbone», en San Sebastián Javier Etxezarreta

El ovetense Sergio G. Sánchez presenta en la sección oficial de San Sebastián su debut como director, una historia «de emociones, no de terror» rodada en su mayor parte en Asturias

27 sep 2017 . Actualizado a las 21:11 h.

Cada vez más cerca de su estreno en salas comerciales de toda España el 27-O, El secreto de Marrowbone -la ópera prima como director del ovetense Sergio G. Sánchez- ha saltado el Atlántico y ha aterrizado en el Cantábrico donostiarra, no demasiado lejos de los paisajes de la costa asturiana donde fue rodada. Después de su premiére mundial en el Festival de Toronto, ahora es el de San Sebastián el que arropa la presentación en el Kursaal de este thriller con intensos toques de terror sobrenatural y melodrama familiar que participa, fuera de concurso, en la Sección Oficial de la 65 edición del certamen, y del que su propio director ha dicho que es «una muñeca rusa que se va destapando hasta llegar al centro de la historia»: un «hogar dentro del hogar» que se aloja en el núcleo de la casa donde se refugian, se relacionan y son finalmente amenazados sus jóvenes protagonistas.

«Todas mis historias tratan sobre volver a lugares que no existen», ha señalado Sergio G. Sánchez que, en este caso, también protagonizaba un regreso, aunque en su caso a un lugar tan real como San Sebastián. Fue también en la ciudad donde se estrenó como director, si bien en formato de cortometraje, con una pieza que se proyectó en la Semana de Cine Fantástico y de Terror que dirigía el que ahora es responsable del gran festival donostiarra, José Luis Rebordinos. Por eso, para el asturano la experiencia ha significado «un poco como si volviese a retomar mi viaje como director donde lo había dejado, aunque esta vez todo sea a una escala mucho más grande».

«Han sido muchos años esperando la oportunidad de dirigir una película y me han pasado muchas cosas maravillosas en mi paréntesis como guionista. Pero ahora por fin siento que profesionalmente he vuelto al lugar en el que siempre quise estar, es muy emocionante», señala G. Sánchez, que ha vivido esa emoción arropado por todo su equipo y por el productor ejecutivo J. A. Bayona, cómplice personal y cinematográfico del asturiano, que escribió los guiones para sus exitosas El orfanato y Lo imposible. Para Bayona, el ahora realizador «ya no tenía que demostrar nada» como guionista, y ha resultado «apabullante en la dirección»:  «Una de las cosas que más valoro de la película es su sentido del cine. Su dominio de la puesta en escena, tanto de las más grandes como aquellas con pequeños elementos, y cómo utiliza la cámara de una manera muy sutil, muy fina», ha elogiado Bayona.

Ambientada a principios del siglo XX y producida por Telecinco Cinema, esta «fábula sobre el amor redentor» -como la ha descrito su autor- narra la historia de cuatro hermanos ingleses que huyen a EEUU, donde intentan rehacer sus vidas. Allí se cambian el apellido por el de Marrowbone, el nombre de soltera de la madre, que al poco de llegar, fallece. Los niños hacen entonces el juramento de mantenerse siempre unidos y no contar que la madre ha muerto hasta que el hermano mayor Jack (George MacKay) tenga 21 años y pueda hacerse legalmente cargo de ellos. La historia cuenta cómo los niños rehacen su vida, traban amistad con una joven vecina y son de nuevo acosados por los temores que les hicieron huir.

No terror, emoción

«Hay cosa muy inocente en la cinta, que es el amor redentor de Jack hacia sus hermanos», apunta Sergio G. Sánchez, que niega «giros ni coletillas ultraterroríficas» en la película, frente a algunas de las críticas que recibió la cinta tras su estreno en Toronto. «No es una película de terror, es un drama, una película de suspense en el que lo que más pesa es la emoción», en la línea de sus anteriores guiones, donde el poder de la familia es fundamental. Apelando a la realidad más reciente, el director y guionista se ha referido al caso real ocurrido esta semana de unos pequeños que convivieron con los cadáveres de su madre y el novio de esta durante cinco días: «Siempre que escribes una historia, por disparatada que parezca, la realidad acaba superándolo».

Sobre su recurso al terror y a elementos de fantasía, el ovetense ha explicado que «necesitaba el género fantástico para poder contar esta fábula»: «Es un modo de volar más alto, te deja tomar decisiones más atrevidas y te permite, además, jugar con la poética» para mostrar «por un lado, la búsqueda de un sitio seguro, y por otro, cómo la gente que te quiere acaba por configurar tu personalidad».

Los actores George McKay y Charlie Heaton, Billy (el hermano mediano), también presentes en la rueda de prensa, han comentado que todos, menos el pequeño, sabían cómo acababa la película, y que se sorprendieron al ver el montaje final, puesto que Sergio cambió el orden.

Un edén asturiano hermoso y rentable

El director asturiano eligió un caserón del Valle de Arango en Pravia, que tiene una torre de vigilancia medieval, a la que, más que darle carácter de personaje, la ha convertido en «el tema central» de la película, ha dicho. Además de Pravia, el entorno de la Fábrica de Armas en la ciudad natal del director, Oviedo, y Navia fueron los concejos asturianos elegidos para el rodaje de varias escenas de la película. En el caso de Oviedo, el equipo grabó escenas en la fábrica de armas, concretamente en la escuela de aprendices, en las calles y las naves de La Vega. Todos ellos configuraron una Norteamérica de ficción en la que la crítica ve más bien, superando delimitaciones geográficas, una especie de edén filmado con por el director de fotografía, Xavi Giménez con una belleza que la crítica ha elogiado de forma unánime, como el resto de la factura técnica de la producción.

Los primeros comentarios reconocen esa calidad y la ambición de la producción que, a pesar de la respuesta de una parte de la crítica que pareció divertirse en exceso en los momentos de terror, consiguió tocar a buena parte de sus primeros espectadores españoles; bien por la vía de la eficiencia en el mecanismo del thriller, bien por el lado más emotivo y familiar de la historia. El claro parentesco con sus obras como guionista también ha sido resaltado por los comentaristas.

No será la única presencia asturiana en el Kursaal. Asturias estará presente en la premiére española de El secreto de Marrowbone a través de la presencia del viceconsejero de Cultura, Vicente Domínguez, en virtud de la colaboración prestada por Laboral Cineteca a través de la Film Commission del Principado. La Sociedad Pública de Gestión y Promoción Turística y Cultural del Principado de Asturias ha señalado que la estancia de ocho semanas de los equipos de rodaje en el Principado generó gran movimiento económico en sectores como la hotelería y los servicios, «ocupando más de 6.000 noches de hotel y empleando a más de 80 asturianos durante los tres meses de preparación y rodaje en Asturias».