«Aún recibimos pocas candidaturas de mujeres en comparación con los hombres»

Raúl Álvarez OVIEDO

CULTURA

Teresa Sanjurjo
Teresa Sanjurjo

La Fundación anuncia cambios en los jurados para fortalecer la igualdad de género

15 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El año 2017 ha sido de cambio y renovación en muchas de las actividades de la Fundación Princesa de Asturias. Su directora, Teresa Sanjurjo (Madrid, 1972), defiende en esta entrevista el proceso de rejuvenecimiento de los jurados para hacerlos menos permanentes y aumentar su sintonía con las nuevas tendencias en los campos sobre los que fallan. Conseguir más mujeres candidatas a recibir los galardones e incrementar así la presencia femenina en un palmarés aún mayoritariamente masculino es uno de los objetivos para los próximos años.

-¿Hay un hilo conductor en los premios de este año, unos valores presentes en todos los galardonados?

-Sin duda, el denominador común es la contribución al bien común que todos los galardonados han realizado en sus respectivos ámbitos. Sus aportaciones han servido para enriquecer, científica, cultural y socialmente, el mundo en que vivimos y son el esfuerzo, el estudio y la dedicación que se esconde detrás ese trabajo los valores que residen en cada uno de los premiados. Del humor inteligente de Les Luthiers a  la integración que representan los All Blacks y el mensaje compasivo  del trabajo de Karen Armstrong, en esta edición, en la medida en que son distinguidos por su labor en áreas muy distintas, destaca el compromiso con la sociedad que demuestran todos los galardonados.

-¿Qué aporta cada uno de ellos al historial de los premios?

-A lo largo de su historia la Fundación ha logrado un nivel excepcional de premiados y este año no es distinto. El papel de la Hispanic Society of America en la potenciación y defensa de la cultura, las tradiciones y el arte hispano es de un valor extraordinario y merece, sin duda, este reconocimiento. Respecto al ámbito iberoamericano, la combinación de los elementos empleados por Les Luthiers en su creación artística les ha convertido en un excelente referente de la crítica social en clave de humor. De la obra  del poeta Adam Zagajewski cabe destacar el valor de sus reflexiones sobre la creación y el sentido ético que le otorga, al igual que ocurre con las creaciones de William Kentridge, las cuales son un claro ejemplo del poder que la expresión artística tiene para dar cuenta de las realidades sociales y su relevancia en el planteamiento de cuestiones específicas de la condición humana. Karen Armstrong ha contribuido, también, a la comprensión de la sociedad a través de un exhaustivo análisis del judaísmo, el cristianismo y el Islam, promoviendo un muy necesario mensaje de paz. La Unión Europea aporta, en estos tiempos convulsos, un proyecto de futuro tomando como fundamento los derechos humanos. Rainer Weiss, Kip S. Thorne, Barry C. Barish y la Colaboración Científica LIGO, a través de un proyecto que ha logrado coordinar a más de mil investigadores de diferentes países, han logrado dar respuesta a uno de los grandes retos de la física ?la detección de ondas gravitacionales? permitiendo ampliar nuestro conocimiento del universo. La selección masculina de rugby de Nueva Zelanda, los All Blacks, son todo un ejemplo de esfuerzo, integración y deportividad y los inigualados éxitos que han cosechado durante toda su trayectoria son una prueba fehaciente de ello.

-En el mundo de las redes sociales y la información al instante, donde se organizan con rapidez y facilidad campañas de críticas, ¿es más difícil dar premios incontestables? ¿Está en cuestión la idea de excelencia?

-Las actividades que desarrollamos, y su gran repercusión, conllevan la exposición a las críticas de la opinión pública. La libertad de expresión es un derecho fundamental y desde la Fundación siempre defenderemos y respetamos la crítica razonada. Somos conscientes de que siempre es posible mejorar y por eso las aceptamos como algo positivo, nos ayudan a enriquecer nuestro proyecto. La elección de los premiados es labor exclusiva del jurado. La Fundación Princesa de Asturias confía en su criterio e independencia a la hora de conceder un galardón, son ellos los garantes de determinar la brillantez del trabajo realizado por cada uno de los candidatos y de que los niveles de excelencia se mantengan cada año.

-Se ha criticado la escasa presencia de mujeres. ¿Tiene arreglo, dentro de la libertad de los jurados para elegir a los premiados? ¿Hay pocas mujeres candidatas y, como consecuencia, pocas premiadas?

-A la hora de conceder un premio, el jurado de cada categoría valora la labor que los candidatos han desarrollado en sus diferentes ámbitos y la trascendencia internacional de sus contribuciones. La máxima garantía que ofrecen, como expertos en las diversas áreas, es su profesionalidad y capacidad para reconocer y defender los logros de los candidatos. Por tanto, la toma de decisión de los jurados, en la cual nuestra institución no interviene, no es la raíz de la cuestión. Desde la Fundación mantenemos políticas activas con las que tratamos de promover un aumento de candidaturas de mujeres pero, a pesar de ello, el número de éstas que recibimos continúa siendo reducido en comparación con las de los hombres. Este año el porcentaje de propuestas de candidaturas de mujeres ha sido del 27,04% (el mayor porcentaje en la historia de nuestros galardones) , en lo que se refiere a los hombres esta cifra se sitúa en un 55,33%, el tanto por ciento restante lo representan las instituciones con un 17,63%. Este hecho, quizá, es un reflejo de la situación de las mujeres en el mundo y un recordatorio de todo el trabajo que queda pendiente en materia de igualdad.

-La renovación de los jurados, que ya está en marcha, puede cambiar esos puntos de vista. ¿Qué incorporaciones se buscan? ¿Nuevos perfiles? ¿Más mujeres, más jóvenes?

-Los que formamos parte de la Fundación estamos comprometidos con la igualdad, y efectivamente, una de las líneas de actuación es el refuerzo de la presencia de mujeres en la estructura de los jurados. En esta edición se han incorporado más de una treintena de personalidades, hombres y mujeres, para enriquecer y renovar el debate. En cifras globales, de los 150 miembros que han integrado los diferentes jurados 40 son mujeres, lo que representa casi un tercio del total. Además, han participado en las deliberaciones cerca de 30 premiados de ediciones anteriores, lo que demuestra nuestro compromiso por mantener los lazos que se crean con los galardonados.

-¿Qué trabajo conlleva ser jurado, además de asistir a las reuniones para el fallo de los premios?

-Además de la asistencia a las reuniones, probablemente la parte más visible de la actividad que realizan, los miembros del jurado desarrollan una tarea tan importante como compleja que implica el laborioso estudio y valoración previos de la trayectoria de cada una de las candidaturas, así como la posterior justificación de su veredicto.

-También ha habido este año nuevas entradas en el Patronato. ¿Hacia dónde va la Fundación? ¿Hay  algún plan para ampliar sus actividades?

-En la Fundación nos mantenemos firmes en nuestro propósito de reconocer la excelencia y promover los valores científicos, culturales y humanísticos que contribuyen al enriquecimiento de las sociedades, ese es nuestro objetivo. Por otro lado, no nos planteamos ampliar nuestros ámbitos de actuación, sino que nos centraremos en seguir mejorando las acciones que venimos realizando, tanto en lo referente a la organización de los Premios como en relación con el Área Musical, continuaremos con la gestión de los tres coros que la componen y de las diversas actividades de la Escuela Internacional de Música como los cursos de verano, las clases magistrales y los conciertos. Hace tres años, pusimos en marcha el programa educativo Toma la Palabra, a través del cual realizamos, en el marco de los Premios, actividades con la comunidad educativa del Principado. En conjunto, en las dos ediciones anteriores, participaron en esta iniciativa más de 4.000 alumnos. La implicación por parte de los colegios se ha ido incrementando con el tiempo. En 2015 colaboramos con un total de 50 centros y en 2016 esta cifra alcanzó los 74. De estos últimos, 36 repetían la experiencia por segundo año. Este año son más de 132 los centros que están participando. En este sentido, la implicación por parte de la comunidad educativa que estos datos representan supone un gran apoyo, nos da confianza y fuerza para seguir trabajando en esta dirección.