El filme abre un festival en el que se podrán ver seis películas preseleccionadas para los próximos Óscar
22 oct 2017 . Actualizado a las 09:52 h.Abrir la Seminci con una película española tiene sus riesgos, porque la crítica suele esperarla con el colmillo afilado y un nivel de exigencia que no dispensa a otros. Pero el festival tiene entre sus señas de identidad su apuesta fuerte por el cine de aquí y La librería recogió fuertes aplausos, más allá de la pura cortesía, en el pase de prensa previo a la gala de apertura de la 62.ª Semana Internacional de Cine de Valladolid. Isabel Coixet, de triste actualidad por el boicot de sus paisanos indepes, y presente en Valladolid junto al coprotagonista Billy Nighy, propone quizá su película más elegante, aunque sin la altura de la joya literaria de Penelope Fitzgerald. La novela es una declaración de amor al libro y a la lectura en la peripecia de una viuda con un sueño: montar una librería en un pequeño pueblo británico costero, frente a la oposición del vecindario. Es quizá la obra más elegante de la autora, impecable en lo formal, brindando a Emily Mortimer un papel para lucirse sobre unos diálogos cuidados y una gradación dramática eficiente, pero sin la atmósfera cargada y el trabajado suspense del original. Con todo, es de esas películas que gustan al gran público y que apetece ver.
A la vista de su denso programa, será imposible aburrirse en la Seminci. Más de 230 obras programadas en varias secciones y ciclos, además de actividades paralelas vinculadas al sector. Entre otras, la Oficial proyectará cinco películas preseleccionadas para la próxima edición de los Óscar: Carpinteros (República Dominicana), Foxtrot (Israel), L’Insulte (Líbano), Potok (Polonia) y Undir Trénu (Islandia). A ellas se añade la ya estrenada Estiu 1993 de Carla Simón, que representa a España en la preselección. Habrá además 21 estrenos mundiales, dos internacionales (películas solo vistas en su país), tres europeos y más de un centenar de estrenos nacionales.
Protagonismo femenino
Serán días intensos en el segundo festival más antiguo de España después de San Sebastián, con una decidida apuesta por el cine de autor y con gran protagonismo femenino a través de numerosas iniciativas, tales como el ciclo Supernovas, así como varios encuentros sectoriales y la publicación del libro Femenino plural. Mujeres cineastas del siglo XXI, de Andrea Morán Ferrés y Jara Yáñez, con edición de Caimán Cuadernos de Cine. Para Javier Angulo, que cumple una década en la Seminci, «mientras siga existiendo un cine independiente y de autor, seguirán existiendo los festivales, que nos estamos convirtiendo en espacios o islas donde todavía se puede ver un tipo de cine inteligente, con inquietudes y ambición por innovar, sin trampas ni atajos fáciles», y concluye reclamando apoyo de las «instituciones públicas y entidades privadas» para que ese cine «siga viéndose en salas».